domingo, 27 de septiembre de 2009

Apretarse el cinturón

En momentos de dificultad como el que estamos viviendo, no queda más remedio que apretarse el cinturón para compartir la crisis entre todos: empresarios, trabajadores e instituciones públicas y privadas; y ayudar a quienes no tienen ingresos o rentas muy bajas. A su vez, si queremos dar consistencia nuestra economía hemos de pagar la deuda, aplazar inversiones y avanzar en un nuevo modelo productivo que nos permita ser más competitivos y crear más y mejor empleo, con más valor añadido y más alta productividad.

El proyecto de presupuestos del Estado para el próximo año se orienta en esa dirección. Contempla por primera vez una reducción del gasto público y un incremento de determinados impuestos, al objeto de reducir el déficit público y de garantizar las prestaciones sociales de los más necesitados, pero también de reforzar las políticas productivas y apostar por un nuevo modelo económico fundamentado en dos pilares: la educación y el I+D+i. Unos presupuestos que han de contribuir a la reactivación económica y a la creación de empleo, el mayor problema del país en este momento.

Todos los países de la Unión Europea, entre ellos España, han desarrollado una política fiscal marcada por la expansión del gasto público, siguiendo las recomendaciones de las organizaciones internacionales o del G-20. Las decisiones han obedecido a una hoja de ruta: medidas coyunturales para hacer frente a los efectos de la crisis; incentivar la demanda ante las dificultades de la iniciativa privada; reforzar la cohesión social, evitando la fractura social; impulsar la economía productiva; y restringir el gasto corriente todo lo que sea posible. En España, por suerte, la presión fiscal está siete puntos por debajo de la media europea, y en estos cinco últimos años ha bajado cuatro puntos, lo que nos permite un importante margen de maniobra para ajustar las cuentas públicas, y así situar a nuestra economía en una posición más competitiva.

La subida de impuestos que plantean los presupuestos del próximo año va a permitir mejorar la capacidad de ingresos del Estado –hay que recordar que las comunidades autónomas y la administración local forman parte del Estado-. Para ello se pide un esfuerzo moderado a las rentas bajas y algo superior a las rentas más altas, lo que nos va a permitir mantener el nivel de bienestar social y mejorar la inversión productiva, apoyando a la pequeña empresa y a los autónomos, principales impulsores del empleo.

Un buen ejemplo de la bondad de los presupuestos del 2010 es el caso de Segovia. Las políticas sociales benefician al 30 por ciento de la población –pensionistas, parados, dependientes, becarios, ayuda al alquiler …-, y la bajada de cinco puntos del Impuesto de Sociedades para la pequeña empresa y los autónomos se extiende prácticamente a la totalidad del tejido productivo de la provincia. Actuaciones imprescindibles para mejorar el bienestar de Segovia y de los segovianos.

Gobernar es decidir. El Gobierno socialista ha apostado por ayudar en estos momentos de dificultad a los que menos tienen y avanzar en un nuevo modelo de crecimiento económico más competitivo y sostenible. Nuestro modelo es coherente y pragmático, frente a la incoherencia del PP cuando pide incrementar la inversión en todos los territorios y a la vez reducir el gasto público, y además reducir impuestos. Vamos, la cuadratura del círculo. O más bien demagogia y oportunismo político.


sábado, 19 de septiembre de 2009

¿Están el Gobierno y el PSOE en crisis?


No, radicalmente no, por mucho que se empeñe algún medio de comunicación y los populares aprovechen su impulso para desgastar al Gobierno, y muy especialmente a su presidente, José Luis Rodríguez Zapatero, ‘el coco’ de la derecha española.

Sin duda la última semana ha sido una semana convulsa. Una vez celebrado el pleno de debate de la situación económica, la semana anterior, con una clara y contundente victoria del presidente Zapatero sobre los planteamientos de Rajoy, se daban las circunstancias propicias para que en esta semana que hoy termina, EL PAIS lanzase sus misiles sobre la línea de flotación. Tres editoriales durísimas: una, titulada “En la pendiente”; otra que bajo el título “Embrollo Fiscal”; y, por último, una tercera que con el título de Clientelismo Digital”, pone en entredicho la política en materia audiovisual del Gobierno, y le acusa de clientelismo político.

Sin duda, nadie duda de la fuerza mediática del grupo Prisa como referente de la socialdemocracia en España. Sus críticas al PSOE han hecho que determinados colectivos sociales seguidores de este medio, pero también en otros grupos sociales de distinta ideología, se contemple con satisfacción como el aliado mediático del PSOE desde la instauración democrática le retira el apoyo y le critica, lo que contribuye a elevar sus expectativas electorales y a generar una situación en la calle de que a los socialistas les empieza a ir mal.

El problema de fondo deriva de la difícil situación económica que estamos viviendo. Nos encontramos ante una gran recesión económica mundial que tiene unas manifestaciones más virulentas en la economía española que en otras economía occidentales. España presenta problemas estructurales en su economía desde el s XIX. Desde entonces en épocas de crecimiento hemos crecido más que nadie, pero en épocas de recesión, como ésta, hemos decrecido y destruido empleo como ningún otro país occidental. Y, sin embargo, no se han corregido problemas como la baja productividad; la falta de competitividad; la falta de un tejido empresarial sólido -especialmente el industrial- ; la falta de una concertación social capaz de dar respuesta en los momentos de crisis, o la especialización en bienes de consumo y equipo para mejorar la exportación. De ahí, el problema del paro y la pérdida de renta per cápita en épocas de crisis, y eso a pesar de haber mejorado mucho las infraestructuras en los últimos años.

El Gobierno tiene claro la hoja de ruta ante la crisis. Para ello ha puesto en marcha actuaciones coyunturales para hacer frente a sus efectos, como el Plan E o el plan de dinamización económica, y otras de carácter estructural para hacer frente de una vez por todas a esos problemas que refería antes. Para ello el Gobierno va a tramitar en este periodo de sesiones en el Parlamento la Ley de Economía Sostenible, con la que se espera mejorar la productividad y la competitividad de las empresas españolas. No hemos de olvidar la alta tasa de endeudamiento de las empresas españolas y la pérdida de confianza que repercute en el consumo. Factor clave para crear empleo

Para el Gobierno en estos momentos lo prioritario es garantizar la protección y cohesión social. Tenemos la obligación de ayudar solidariamente a los parados. No podemos permitirnos el lujo de generar una sociedad dual, donde existan grandes dispersiones de renta, perdiendo peso la clase media. Eso se lo puede permitir el PP, pero el PSOE no. Y para ello contamos con la política fiscal como herramienta para la redistribución de la renta.

En esta política hay una total unanimidad en el PSOE y el Gobierno. Tanto en las nuevas generaciones de políticos como en las antiguos. No hay división interna, como hemos tenido la oportunidad de comprobar hace unos días sen la reunión del Grupo parlamentario en el Senado, u hoy en el Comité federal.

Somos muchos los que nos hemos formado en democracia con el PAIS y el Grupo Prisa. Para muchos de nosotros siempre ha sido un referente mediático. Y emocionalmente siempre estaremos con ellos. Sin embargo, las editoriales de esta última semana tienen una clara intención de forzar al Gobierno un cambio de su política audiovisual. Algo que es legítimo, pero que sin duda está mal enfocado por su parte; las malas artes sólo llevan a la ruina. El Gobierno y el partido están a la altura de lo que requiere el país. Y, todo ello, a pesar en esta ocasión de lo que publique PRISA.

domingo, 13 de septiembre de 2009

El PP: falta de sensatez y de coherencia política


Otra vez más el líder del PP, Sr Rajoy, nos ha vuelto a deleitar con una semana repleta de “sensatez y coherencia política”. Primero fue en el Parlamento, en el debate sobre política fiscal con el presidente del Gobierno; y este fin de semana en Segovia, donde ha declarado la ‘madre de todas las batallas’ en materia de financiación local.

Su intervención en el Congreso de los Diputados fue patética, sobre todo el turno de réplica. Una vez más demostró no tener reflejos y quedarse noqueado ante la intervención de Zapatero. El doble discurso que viene atizando en política fiscal –aunque en general en todo-, le está haciendo mella en la poca credibilidad que tenía. No se puede estar reclamando y reivindicando permanentemente más actuaciones del Gobierno en todas las áreas de actividad económica y social, bien sean de competencias propias o de otras administraciones, y después calificar al Gobierno como ‘despilfarrador y manirroto’ en la gestión del gasto público.

El problema se agrava para el Sr Rajoy cuando el presidente del Gobierno le pregunta, ante su negativa de que se suban impuestos, sobre cuáles son los gastos que hay que recortar. Y, para facilitarle la labor, le indica que si el recorte hay que hacerlo en prestaciones de desempleo, pensiones o desarrollo de infraestructuras, que son las mayores partidas de gasto, y son las que más incidencia tiene en el presupuesto. El silencio siempre es su respuesta. Claro que el Sr. Gallardón este fin de semana en Segovia decía que “los populares tenemos la obligación de tras cada crítica hacer una propuesta”. Todo un ejercicio de filibusterismo político, que, perfectamente en su línea de coherencia política, asume el Sr. Rajoy.

Para rematar la semana, el PP ha reunido a todos los alcaldes y presidentes de diputaciones este fin de semana en Segovia para sentar su posición frente a la financiación local. Más de lo mismo. El Sr. Rajoy ha pedido al Gobierno socialista que consolide – mantenga para siempre con carácter anual y actualizado- 3.000 millones de euros para que los ayuntamientos puedan mantener sus gastos, al tiempo que mantiene su estrategia contra el crecimiento del gasto público y la subida de impuestos y, a la vez, dice que con él en el gobierno no hubiese existido nunca Plan E. Vamos un auténtico esperpento político y personal, donde el líder del PP no sólo no sabe dónde está, ni tan siquiera quién es. Y, para más inri, el presidente de la Junta de Castilla y León, el mismo que desde su puesto de responsabilidad traslada todos los gastos que puede de su Comunidad a los ayuntamientos para después exigírselos al Estado, pidió en este mismo encuentro que el problema lo solucione el Gobierno. Claro que por la misma línea fue el alcalde de Madrid, quien ha llevado a su Ayuntamiento a las mayores tasas de endeudamiento que nunca tuvo una administración local en España.

Lo de los populares es, ante todo, sensatez y coherencia política. Lo demás son cuentos. Claro que así les va. ¿Se imagina a éstos liderando el país frente a la crisis? Yo sí: ruina garantizada en un año. Ya tuvimos bastante con Aznar, Álvarez Cascos, Rato y Rajoy. Cuanto más lejos mejor.

domingo, 6 de septiembre de 2009

El nuevo curso político

Como siempre, septiembre marca el inicio del nuevo curso político. Sin embargo, en esta ocasión, el verano no ha dado tregua. El PP, quizás movido por las buenas expectativas que le dio la última encuesta del CIS y la necesidad de tapar sus casos de corrupción, ha decidido dar dos vueltas de tuerca y volver a la táctica de la crispación. Para eso vale todo. Si en la anterior legislatura utilizaron el lema de “España se rompe”; ahora acusan al Gobierno socialista de “espionaje”, pero le piden que demuestre lo contrario, invirtiendo la carga de la prueba.

Éste es el escenario del nuevo curso político. Todo apunta a que la bronca va a ser el denominador común. Hoy, cuando más que nunca se necesita del consenso entre todas las fuerzas políticas para hacer frente a la crisis económica y generar confianza en el consumo, el PP da la espalda a los intereses de los ciudadanos e intenta acosar al Gobierno con el desgaste que supone la crisis. Ahora, eso sí, sin aportar ninguna propuesta realista; porque tan pronto pide la bajada de impuestos como reclama la extensión de la ayuda de los 420 euros a todos los parados, sin condición alguna; o pide la vacuna universal contra la gripe A. Sólo por citar algunos ejemplos. Ustedes saben que la cuadratura del círculo hasta el momento no es posible.

La situación económica es difícil, e irá remontando poco a poco. El fuerte endeudamiento de las familias y del Estado, unido a la gran dependencia de la financiación externa y los problemas estructurales que padece la economía española desde hace más de un siglo, y que nadie ha resuelto, constituyen los grandes escollos para remontar la situación. El Gobierno está poniendo en marcha medidas para reactivar la economía y combatir el desempleo. Mientras tanto, no queda más remedio que ser solidarios y ayudar a quienes más lo necesitan: parados, jóvenes y pensionistas. El coste de oportunidad de no hacer esto se puede traducir en una sociedad dual con enormes desequilibrios y tensiones. Por ello es acertada la propuesta del Gobierno de gravar las rentas de capital. Aquí la oposición tampoco está de acuerdo; pero, de no hacer esto, Segovia sería, por ejemplo, una de las provincias más perjudicadas en cuanto a transferencia de renta, dada su estructura social. La crisis, pues, ha de ocupar nuestra primera preocupación y ocupación en la agenda política.

En la provincia también se han de impulsar y dar prioridad a los proyectos orientados a garantizar la disponibilidad y la calidad del agua en la provincia, y muy especialmente en el entorno de Segovia. La Junta, administración competente en la materia, ha de definir un plan director de actuaciones en esta materia y recoger en el Presupuesto Autonómico partidas orientadas a tal fin, que, unidas a la asignación del Gobierno, permitan resolver el problema de abastecimiento del agua en nuestra provincia, el mayor de Castilla y León..

En materia de carreteras, el Estado ha de licitar las obras de desdoblamiento de la SG-20 y la Junta ha de concretar en los próximos Presupuestos la partida que destina al cierre de esta vía, así como los plazos de materialización de dicho proyecto. Lo mismo ocurre con el resto de carreteras incluidas dentro del Plan Regional de Carreteras.

El Palacio de Congresos para la ciudad de Segovia es otro proyecto al que se le ha de dar prioridad, dentro de un marco presupuestario restringido, como es el del próximo año. No se puede entender que la Junta haya dado prioridad al Gobierno de España en las ayudas a los palacios de Burgos y León y olvide una vez más a Segovia, siendo la ciudad que más potencial turístico tiene. Es la Junta la que tiene competencias en materia de promoción turística y la que debe marcar las prioridades. Pero ya se sabe: tratando de Segovia todo puede esperarse.
La Junta tiene una deuda histórica con Segovia. Es la provincia de la Comunidad en la que menos invierte, debido al poco peso del PP de la provincia en el marco autonómico. Nosotros, los socialistas, en este curso político que ahora comienza, trabajaremos en las instituciones con toda lealtad, no sólo para superar la crisis, sino para que los grandes proyectos que tiene Segovia vayan avanzando.