sábado, 24 de junio de 2017

Un futuro independiente para RTVE



La aprobación esa última semana en el Congreso de los Diputados de una Proposición de Ley del Grupo Socialista para que la Dirección de la radio televisión pública sea elegida por consenso en el plazo de tres meses abre una puerta de esperanza a recuperar la independencia de RTVE. Curiosamente la iniciativa contó con el apoyo del PP, principal responsable de la manipulación y deterioro del servicio público de RTVE desde el 2012 hasta hoy.

Durante los tres años que tuve el honor de ser el portavoz del PSOE en la Comisión Mixta de RTVE se me abrió la oportunidad de denunciar, tanto en Pleno como en Comisión, como en los medios de comunicación, con ahínco y de forma continua, las continuas manipulaciones informativas y la degradación que ha llevado a cabo el Gobierno del PP de la radio y la televisión pública. El rodillo de su mayoría absoluta hizo que cayeran todas las iniciativas propuestas, incluida la que hemos aprobado esta semana. Pueden entender que mi satisfacción es grande, aunque moderada por las razones que expondré. 

EL PP en este tiempo ha llevado a RTVE al ostracismo. Rompió el modelo de independencia y pluralidad que estableció el PSOE de Zapatero, renunciando por primera vez en democracia al control del Gobierno de la RTVE. Tras la pérdida de las elecciones andaluzas en 2012, el PP no dudó en cambiar la elección del presidente de RTVE, para lo que hasta ese momento se requería un consenso de la Cámara de dos tercios, por el de mayoría absoluta en segunda votación –el PP disponía de ella en 2012-, con lo cual se aseguraba el control de la radio y la televisión pública. Y así lo hicieron. 

Tuve la oportunidad de llevar el “control de idoneidad” de los dos presidentes propuestos. Al menos el primero, el Sr. González Echenique, guardó las formas institucionales y preservó públicamente el discurso de neutralidad e independencia; al segundo, el actual, José Antonio Sánchez, que venía de dirigir Telemadrid, le faltó hacernos un corte de manga, en especial a mí ante las preguntas que le formulé. No me equivoqué. Vino a lo que vino, a proteger al PP y a demonizar al PSOE.

El PP estos años en RTVE ha hecho proselitismo del Partido Popular y de sus líderes territoriales. Para ello ha puesto en marcha informativos territoriales en todas las comunidades autónomas lo más parecidos al NODO, como en su momento denuncié. Ha deteriorado la programación hasta niveles insospechados. De ser líder de audiencia, con gran aceptación social y credibilidad, ha pasado a ocupar el cuarto lugar de “share”. La financiación a trancas y barrancas se ha salvado gracias a que el PSOE eliminó la publicidad como medio principal de su financiación –la crisis en ese caso hubiese arrasado con los ingresos-; aun así la han infradotado, lo que ha deteriorado enormemente su calidad.
La Proposición de Ley socialista aprobada establece un plazo de tres meses, una vez que la ley salga del Senado, para que el nuevo director general sea elegido por Concurso Público y ratificado por una mayoría de dos tercios del Congreso de los Diputados. Se vuelve, pues, a la época Zapatero. Sin embargo, las votaciones parlamentarias han hecho de las suyas. Se han aprobado dos enmiendas por un error en la votación de una diputada que son incompatibles. Una de ellas establece que el Consejo de Administración dispondrá de 12 consejeros, y otra de nueve. 

El PP que dispone de mayoría absoluta en el Senado puede corregir esta situación, o no hacer nada. Si no hace nada, la Proposición de Ley va al BOE, pero su aplicación queda bloqueada; y si lo corrige, la Proposición no podrá tramitarse hasta después de verano, lo que unido al plazo disponible para su puesta en marcha de tres meses, más la elaboración del reglamento del concurso, nos lleva a mitad de 2018 en el mejor de los casos.

Todo indica que el PP va a seguir teniendo la sartén por el mango. No sólo marcando los plazos, sino  también en la financiación. LA SEPI, a la cual está adscrita RTVE, y Montoro seguirán decidiendo en todo momento si asfixian financieramente a RTVE. Hoy más que nunca es necesario desempolvar el borrador de la “Proposición de Ley Integral de RTVE” –que incluía y regulaba aspectos como la financiación, entre otras cuestiones, para evitar la asfixia del Gobierno- que en 2013 preparamos el actual consejero de RTVE Miguel Ángel Sacaluga y quien firma esta columna. Salud.    
  



domingo, 18 de junio de 2017

Del asalto al cielo, al infierno



Si algo ha dejado claro la moción de censura presentada por Podemos es que Pablo Iglesias está hoy más cerca del infierno que del asalto a los cielos. Y lo que es peor: se ha roto un mito. Su discurso hueco de casi tres horas de duración -lo que dijo con 20 minutos hubiese sobrado- ha dejado al descubierto sus vergüenzas parlamentarias. Lejos de ser un intelectual, lo que vimos fue a un parlamentario que cuando se sale de su discurso victimista y repleto de descalificaciones se queda sin papel. Sin ideas y bloqueado en las réplicas, le noqueó Rajoy, que estuvo a punto de dejarlo KO, pero también Ribera y Ábalos. Su compañera de escaño y "valida" le superó en frescura y habilidad, a pesar de su innato estado de agresividad y desconfianza permanente hacia todo lo que no venga de Podemos. E incluso con cara circunspecta aguantó una de las más duras críticas que una persona puede recibir cuando la diputada de Coalición Canaria de forma indirecta la calificó de "sumisa". 

La moción estaba planteada a destiempo y tenía como finalidad proyectar la imagen política de Podemos y de la pareja que lo lidera, aprovechando los momentos de dificultad por los que atraviesa el PSOE. Los objetivos de Podemos estaban claros. Primero convertir a su partido en el referente de la oposición de la  izquierda; segundo diferenciarse del PSOE y vapulearlo; y tercero demonizar al PP y presentarlo como el partido que realmente es: "el partido de la corrupción". No les ha salido bien la jugada. La moción fue concebida y anunciada pensando que Susana Díaz ganaría las primarias de su partido. No fue así, lo que ha debilitado sus planes y les ha complicado mucho su intención de acaparar la izquierda, cuando Pedro Sánchez ha desarrollado su acción durante este tiempo en el campo de juego que ellos consideran que tienen el monopolio. Y, en ese sentido, el portavoz del PSOE hizo un discurso prudente y respetuoso con Iglesias y Podemos, a pesar de recordarle su abyecta táctica hacia el PSOE en este tiempo.

Algunos, entre los que me encuentro, echamos en falta en el discurso del PSOE una mayor diferenciación de su proyecto reformista y socialdemócrata frente al de Podemos, ya que el primero tiene vocación de gobierno y el segundo de oposición. Es el único "pero" que se puede poner, agravado por el hecho de que el señor opositor en su última réplica fue a buscar al portavoz del PSOE  para darle la mano y así conseguir la imagen gráfica de los medios -lo que consiguió-, y el mensaje de que PSOE y Podemos son la misma cosa.

Rajoy replicó de forma no esperada a la portavoz de Podemos. Y a pesar de que la vapuleó desde el primer momento, la ha hecho grande. Su agresividad y la mansedumbre del candidato en esta ocasión chocaron con la ironía, los reflejos parlamentarios y el cainismo del presidente del Gobierno. No tuvo piedad con ellos. En algún momento parecía  que estaba haciendo el trabajo al PSOE. Pero no; estaba jugando a su favor, y además les ha dado alas mediáticas y notoriedad, como perseguían. En los próximos días se publicará la percepción de los ciudadanos y sin ninguna duda ya les anticipo que darán como ganado a Rajoy. En las réplicas, Iglesias dio muestras manifiestas de que asumía el rapapolvo y manifestó su impotencia y agradecimiento hacia un Rajoy que salió a recuperarse de la mala situación que atraviesa el PP después de los últimos casos de corrupción conocidos y del varapalo del Tribunal Constitucional con su amnistía fiscal. Se da la paradoja que los populares una vez más despliegan una batalla virtual contra un monstruo que ellos mismo han creado, y gracias a ello han conseguido confundir y dividir a la izquierda y es posible que mantenerse en el poder durante mucho tiempo.   

El resultado fue el esperado. Los 82 votos favorables alían a Podemos con Bildu y ERC que sólo tienen como objetivo romper el Estado, y un Compromís pizpireta que una vez más demuestra no tener claro dónde está. Pero ante todo ha quedado claro que Podemos carece de un proyecto político para gobernar España. Está en la política de "golpes de efecto" mediático y de ensimismamiento de sus líderes. Un cáncer para la izquierda de este país y una bicoca para la derecha. Los aplausos continuados y orquestados de su puesta en escena, y las camisas blancas y ropa clara de sus diputados con la que acudieron al hemiciclo para transmitir que son puros y limpios es un gesto simbólico pero no suficiente para dar la talla política.

Podemos ya está reclamando una nueva moción de censura para el nuevo periodo parlamentario. Saben que no tienen mayoría ni ellos, ni el PSOE, si no cuentan con los votos de Ciudadanos. Les da igual. Saben que la gloria del camino al infierno también les sirve para alcanzar notoriedad aunque degraden la figura de la moción de censura y eleven al PP a los altares y ellos se aúpen al ostracismo político. Los ciudadanos no cuentan.



domingo, 11 de junio de 2017

Alianza periférica



Polonia y España son dos países periféricos de la Unión Europea, uno en la parte oriental de Europa y otro en la meridional. Este factor geográfico les otorga rasgos diferenciales comunes en sus relaciones e intereses políticos con los otros 26 miembros de la Unión. La periferia siempre imprime un carácter especial, tanto en las transacciones comerciales como en la política de vecindad con los países periféricos, de ahí que compartan intereses comunes y vengan celebrando, desde hace tiempo, cumbres bilaterales parlamentarias y de Gobierno.

Esta última semana se ha celebrado en Cracovia el ‘El V Foro Parlamentario Hispano-Polaco’, en el cual he tenido el honor de participar. A final de este mes se celebrará la ‘Cumbre de Gobierno’ entre ambos países. Polonia es un país desconocido para la mayor parte de los españoles. Tiene una población de 38,5 millones de habitantes y una renta per cápita de 13.000 dólares, lejos de los 30.000 de los españoles. Su tasa de paro no llega al 6 por ciento. Y ha sido el único país de la Unión Europea que no ha sufrido recesión durante la crisis. Es obligado señalar el gran interés de las empresas españolas por el mercado polaco. En la actualidad, hay 700 empresas españolas presentes en Polonia, muchas de ellas, en sectores importantes como las infraestructuras, la energía y la banca. Polonia tiene un gran potencial de crecimiento, en especial en infraestructuras.   Casi la mitad del desarrollo y ampliación de las infraestructuras están siendo desarrolladas por empresas españolas. De ahí nuestra necesidad de cooperar estrechamente y prestarse apoyo mutuo en las diferentes áreas de interés.


Polonia es una república parlamentaria con un presidente elegido por sufragio universal cada cinco años y un parlamento compuesto de cámara baja (460 diputados) y de Senado (100 senadores). En las pasadas elecciones del 25 de octubre de 2015, ganó por mayoría absoluta el partido ‘Ley y Justicia’, situado en la derecha nacionalista. Los otros cinco partidos que conforman el arco parlamentario son de derechas y liberales. La izquierda no existe. Esta victoria ha sido la más rotunda de la historia de la III República; nunca se había podido formar gobierno en solitario. El nuevo Gobierno defiende un programa de "patriotismo económico" que se traduce en proteger a las empresas locales frente a los privilegios con las que ellos consideran hubiesen contado las empresas extranjeras bajo los gobiernos anteriores. Son euroescépticos y determinadas reformas como la del Tribunal Constitucional, los medios de comunicación, los servicios secretos... les aleja de los principios y valores que sustentan la Unión. Ante este escenario las relaciones bilaterales con los estados aliados requieren un tacto especial, al que España no es ajena. 

La Política de Vecindad de la UE con sus países vecinos constituye uno de los núcleos comunes  de interés de Polonia con España. Ambos son países periféricos. Marcan frontera exterior de Europa y se ven sometidas a diferentes presiones migratorias, comerciales y militares. No se puede descargar sobre los países que marcan la línea exterior de Europa la responsabilidad exclusiva mantenimiento de las políticas europeas que inciden en el entorno. Ese es un objetivo común para España y Polonia. De ahí la necesidad de revisar a futuro la política europea de vecindad y dotarla de medios suficientes para alcanzar su objetivos en un marco de cooperación supranacional. A Polonia le preocupa enormemente la invasión rusa y adhesión de la península de Crimea en Ucrania, y la inestabilidad de la frontera este de su país vecino, para lo cual reclaman una mayor presencia de la OTAN en la zona y una mayor cooperación en el marco europeo y con EEUU; Marruecos marca la frontera sur de Europa. Es el punto de entrada del continente africano a Europa. España tiene la responsabilidad directa de esta frontera. Los 15.400 millones de euros de la Política de Vecindad para el periodo 2014-2020 son insuficientes para dar respuesta a los retos actuales. Ambos países han de remar en la misma dirección.


España y Polonia tienen prácticamente equilibrada la balanza comercial. El turismo ha ido en creciente aumento. España es el segundo país preferido por los turistas polacos. Pero nuestras áreas de interés se centran especialmente en el impulso y participación de las empresas españolas en el desarrollo de las incipientes infraestructuras terrestres. El impulso y financiación europea de las redes transeuropeas de las que se benefician ambos países, la educación y la proyección y enseñanza del español, junto con los problemas de transporte de mercancías por carretera estarán en la próxima agenda política de la cumbre entre los gobiernos de ambos países. El V Foro parlamentario encontró puntos de acuerdo sobre estas cuestiones. La Alianza Hispano-Polaca es necesaria para la defensa de sus intereses que tienen como factor común su posición periférica en el marco territorial de la UE.



domingo, 4 de junio de 2017

¿Dónde está el PP?



La respuesta no plantea ninguna duda: “Intentando tapar sus múltiples casos de corrupción y anteponiendo sus intereses de partido al de los españoles”. Para alcanzar ese objetivo para el PP todo vale: la mentira, la manipulación, la demagogia, la utilización maniquea de las instituciones para fines espurios…Todo vale con tal de detentar y mantenerse en el poder. La política para ellos no es una cuestión de servicio público, sino un medio instrumental para la defensa de sus intereses. Prueba de ello es la laxa implicación de sus diputados y senadores en los problemas que afectan a sus vecinos más próximos en las diferentes circunscripciones por las que han sido elegidos. Los ejemplos los tenemos a la vuelta de la esquina; y la desfachatez y la prepotencia nunca podrán sustituir ese déficit.

Esta última semana se han aprobado los Presupuestos Generales del Estado (PGE) para 2017 en el Congreso de los Diputados. Son unos presupuestos que apuestan por la autocomplacencia y el continuismo. Renuncian a corregir la enorme brecha de desigualdad como consecuencia de la crisis y no apuestan por sentar las bases de una economía de futuro que nos permita crear empleo de calidad y mejorar la productividad del sistema productivo. Son unos presupuestos de transición confeccionados sobre una base no realista. Para ello han tomado como referencia el gasto de 2015, desvirtuado por la no disponibilidad de un gran número de partidas presupuestarias a partir de junio y el cierre dos meses antes de concluir el ejercicio. Y, no conformes con ello, al gasto de ese ejercicio le han quitado 5.000 millones de euros. Después han cuadrado los ingresos a capón, subiendo tres veces más los ingresos tributarios del último año, pero eso sí, sin subir impuestos. Esa es la forma de presupuestar del Gobierno del PP.

Los PGE para Segovia son testimoniales. El PP no ha querido apoyar las iniciativas socialistas para impulsar el desarrollo industrial, la promoción del turismo y el grave problema de despoblación que sufre nuestra provincia. Tampoco han apostado por desbloquear la rehabilitación del Teatro Cervantes, completar la rehabilitación de las murallas de Cuéllar, dar una alternativa a la travesía de San Rafael o buscar una solución realista al problema de abastecimiento de agua con el recrecido de El Tejo. Sin embargo, estos presupuestos sí apuestan por que los pensionistas, con una subida del 0,25 por ciento de sus pensiones cuando la inflación puede llegar al tres, sigan perdiendo poder adquisitivo, o que los 12.000 empleados públicos segovianos, con una subida del 1 por ciento de su salario, pierdan al menos dos puntos; lo que no impide a algún parlamentario popular sacar pecho.  

Así las cosas, el principal problema que tiene España en la agenda política es el desafío secesionista de Cataluña. Un esperpento político que cabalga ajeno a los intereses de catalanes y españoles. Una acción populista que está generando un fuerte desgarro económico y social en Cataluña y el resto del país. El desafío soberanista requiere unidad de acción de todas las fuerzas políticas constitucionalistas. Lo hecho, hecho está. Bien es cierto que a lo largo del tiempo Rajoy ha hecho el don Tancredo fiando todo a su devenir. Pedro Sánchez esta última semana, tomando la iniciativa y llamándole al presidente del Gobierno a ir todos juntos en el marco del respeto a la legalidad, ha dado un gran ejemplo al que seguir. Vayamos todos juntos en la búsqueda de una tercera vía que permita parar la secesión suicida. Y pidamos a los políticos provincianos de poco alcance que no contribuyan con sus opiniones mundanas a enturbiar más el patio.

El 13 de este mes se celebrará la moción de censura que ha promovido Podemos. Una iniciativa promovida a destiempo, no negociada con otros grupos y que sólo tiene como objetivo frivolizar la acción política. Busca un golpe de efecto mediático más a los que nos tiene acostumbrado el líder de esa formación. A igual que la del líder popular Hernández Mancha en el 87, sólo servirá para catapultarle al infierno y frustrar las expectativas de los suyos. La corrupción y los desmanes de los gobiernos populares justificarán la abstención de algunos grupos, pero nunca su apoyo cuando se carece a todas luces de mayoría aritmética para que prospere y de proyecto alternativo y liderazgo por quien la propone.

El PP y sus parlamentarios, al menos los más radicales, deben ser conscientes de que en momentos como los que atraviesa nuestro país la templanza es una buena guía de viaje; y el respeto a otras formaciones, la autocrítica y la humildad, también. Todo se puede aprender, aunque no se demuestren muchas actitudes para ello. La patria se lleva en el corazón, no en las tripas.