¡Si la ciudad de Segovia no existiese, Dios se vería en la obligación de crearla de nuevo!
Ciudad Patrimonio de la Humanidad, su luz brilla con intensidad no sólo en el continente europeo, sino en todo el mundo. Ha sido y es un crisol de culturas, que conjuga el paso de los tiempos. Su Acueducto, el arte románico presente en sus iglesias, el mudéjar, el gótico de su Catedral o el barrio de La Judería no dejan de ser unas de las mejores expresiones de lo que de lo que fue y es la ciudad de Segovia: el reflejo artístico del influjo de las distintas corrientes culturales provenientes de la antigua Europa; corrientes desarrolladas por personas de la cultura, las artes y las letras que han dejado su impronta en Segovia con el devenir de los tiempos, en un marco natural espléndido, cuales son los valles del Eresma y el Clamores, y bajo la intensa mirada de la sierra del Guadarrama.
La ciudad de Segovia, hoy día, es un referente cultural en Europa. A su belleza patrimonial se une, desde hace años, una acertada programación de actos culturales y manifestaciones artísticas que permiten poner en valor aún más los encantos de la ciudad en sus diferentes manifestaciones. Titirimundi, Hay Festival, Muces, los festivales de verano, el curso de pintores pensionados… son buena prueba de ese espíritu cultural y artístico de la ciudad en la que se recrearon Antonio Machado o María Zambrano, entre otros.
Segovia es la ciudad española que mejor se adapta a los objetivos requeridos para ser designada Capital Europea de la Cultura 2016. Segovia, como ninguna otra, es y forma parte de Europa. Es una ciudad cosmopolita, con una accesibilidad inmejorable al corazón de Europa, por su proximidad al mayor aeropuerto de España y los trenes de alta velocidad, lo que le confiere un gran potencial para el desarrollo de sus programas y su resonancia mediática.
El próximo día 30 de septiembre, en el comité de expertos, Segovia será preseleccionada entre los finalistas para su elección como Capital Europea de la Cultura. Y la ciudad de Segovia alcanzará este hito por méritos propios. Su luz es muy intensa para no verla.
Ciudad Patrimonio de la Humanidad, su luz brilla con intensidad no sólo en el continente europeo, sino en todo el mundo. Ha sido y es un crisol de culturas, que conjuga el paso de los tiempos. Su Acueducto, el arte románico presente en sus iglesias, el mudéjar, el gótico de su Catedral o el barrio de La Judería no dejan de ser unas de las mejores expresiones de lo que de lo que fue y es la ciudad de Segovia: el reflejo artístico del influjo de las distintas corrientes culturales provenientes de la antigua Europa; corrientes desarrolladas por personas de la cultura, las artes y las letras que han dejado su impronta en Segovia con el devenir de los tiempos, en un marco natural espléndido, cuales son los valles del Eresma y el Clamores, y bajo la intensa mirada de la sierra del Guadarrama.
La ciudad de Segovia, hoy día, es un referente cultural en Europa. A su belleza patrimonial se une, desde hace años, una acertada programación de actos culturales y manifestaciones artísticas que permiten poner en valor aún más los encantos de la ciudad en sus diferentes manifestaciones. Titirimundi, Hay Festival, Muces, los festivales de verano, el curso de pintores pensionados… son buena prueba de ese espíritu cultural y artístico de la ciudad en la que se recrearon Antonio Machado o María Zambrano, entre otros.
Segovia es la ciudad española que mejor se adapta a los objetivos requeridos para ser designada Capital Europea de la Cultura 2016. Segovia, como ninguna otra, es y forma parte de Europa. Es una ciudad cosmopolita, con una accesibilidad inmejorable al corazón de Europa, por su proximidad al mayor aeropuerto de España y los trenes de alta velocidad, lo que le confiere un gran potencial para el desarrollo de sus programas y su resonancia mediática.
El próximo día 30 de septiembre, en el comité de expertos, Segovia será preseleccionada entre los finalistas para su elección como Capital Europea de la Cultura. Y la ciudad de Segovia alcanzará este hito por méritos propios. Su luz es muy intensa para no verla.