domingo, 3 de abril de 2011

Despropósito total y en todo

Apenas había transcurrido una hora del anuncio de Zapatero de no concurrir como candidato a las próximas elecciones generales, para que el Partido Popular, a través de su portavoz y también después de su candidato a la Junta de Andalucía, haya pedido la convocatoria inmediata de elecciones generales. Se da la paradoja de que muchos de los contertulios que forman parte de la estrategia de su acción mediática reconocen y se jactan de que las medidas reformistas puestas en marcha por el gobierno de Zapatero allanaran el camino de los populares si llegan al Gobierno. Esto no impide a los dirigentes del Partido Popular denostarlas y a los parlamentarios populares votar sistemáticamente en contra de ellas. Con tal de llegar al poder vale todo. En estos días el terrorismo para los populares ha vuelto formar parte de su táctica de acoso y derribo al Gobierno. Lo hicieron en el 96 y lo repiten ahora. El Pacto Antiterrorista está a punto de saltar por los aires, a pesar de la sensatez de los populares vascos. La razón no es otra que el acoso y derribo permanente que mantienen hacia el se presume puede ser el futuro candidato del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba. El fin justifica los medios para el PP, según se ve. En el ámbito autonómico, el Gobierno del PP en la Junta de Castilla y León sigue unas directrices comunes y repletas de despropósitos. Su acción de gobierno en estos últimos siete años se ha limitado a hacer culpable de todo en la Comunidad al Gobierno socialista de España, desentendiéndose de su responsabilidad de gobierno. Durante estos días estamos asistiendo a una pléyade de actos electorales revestidos con un despliegue institucional, que al final acabamos pagando todos los castellanos y leoneses. En Segovia los despropósitos del PP se vuelven a reproducir. Tras una oposición sin Norte ni sentido en el Ayuntamiento de Segovia y una Diputación Provincial gobernada bajo un criterio clientelar desde hace años, que ha hecho de la institución una prolongación de la estructura orgánica, ahora nos encontramos con una oferta electoral al Ayuntamiento de Segovia plasmada de demagogia. Una vez más se vuelve a despreciar a los segovianos. La “santa intransigencia” lo invade todo; y todo vale –hasta la mentira- para intentar llegar al sillón presidencial de la Plaza Mayor. Despropósito en todo y de todo. Una forma de hacer política sin un compromiso sustantivo ni ideológico, que lo único que aspira es llegar al poder como sea, y para ello vale todo. Una política de tierra quemada que les acabará pasando factura. Tiempo al tiempo.

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