domingo, 18 de septiembre de 2016

El papel institucional político



La famosa frase del divino Cayo Julio César, y que nos traslada Plutarco, hace referencia a la importancia que tenía en la sociedad romana la mujer del César. Julio César se divorcio de Pompeya, su mujer, al poco de ser ungido emperador porque ella asistió como espectadora a una orgía sexual. Las más conspicuas matronas del patriarcado romano podrían haber hecho efectiva la revocatoria de su divorcio, ya que su esposa no había cometido ningún acto deshonesto. Julio César contestó: “La mujer del César no sólo debe ser honrada, sino además parecerlo”. Esta actitud es perfectamente trasladable al papel institucional que deben tener diversos representantes políticos.

Recientemente el Caso Soria ha puesto bajo sospecha a la presidenta del Congreso de los Diputados en el papel institucional que debe desempeñar la Presidencia y la Mesa del Congreso. Su rol ha de garantizar la independencia y neutralidad de la institución en sus actuaciones frente a los diferentes grupos políticos, a la vez que generar confianza en la población. Un desempeño del cargo que debe estar presidido por la lealtad institucional en la realización de sus funciones.

Los hechos han puesto de manifiesto una actuación de partidista por parte de la presidenta y de los miembros de la Mesa propuestos por el Grupo Popular. Primero haciendo caso omiso a la petición mayoritaria de la Junta de Portavoces para que se convocase un pleno ordinario de urgencia para la comparecencia del ministro de Economía, y después con una interpretación sesgada del Reglamento del Congreso por parte de la Presidencia para favorecer la comparecencia del ministro en la Comisión de Economía antes de la celebración del pleno.

La prueba del nueve se puso de manifiesto cuando la presidenta del Congreso manifestó que no convocaría el pleno hasta que el Gobierno le comunicase su disponibilidad para asistir. ¡Como si el Parlamento estuviese subordinado al Gobierno! El propio secretario de Estado de relaciones con las Cortes en funciones recordó que el Gobierno no puede manifestar su disponibilidad sobre un pleno que ni tan siquiera se ha convocado. La presidenta del Congreso y los miembros del PP en la Mesa han hecho dejación de su papel institucional. Un asunto muy grave que esperemos no vuelva a repetirse en el futuro.

El papel institucional no sólo está limitado al Rey y a los presidentes de los órganos institucionales. No, esta función se extiende a los representantes de todas las instituciones públicas o privadas que despliegan su actividad sobre la  masa social a la cual se dirige su función y sus trabajadores. Es el caso de los presidentes y secretarios generales de los partidos y de sus órganos de dirección. Cuando actúan de parte y defienden sus intereses quebrantando la neutralidad de su representación están no sólo poniendo en entredicho a la organización, sino también su idoneidad y capacidad para el desarrollo de su papel.

La hemeroteca reciente está repleta de trasgresiones del papel institucional político. Hoy, más que nunca, son necesarios políticos al frente de las instituciones que entiendan esto del papel institucional. Sólo así potenciaremos la democracia y la regeneración política que tanta falta nos hace. Y es que la mujer del César no sólo debe ser honrada, sino además parecerlo.



No hay comentarios: