sábado, 2 de enero de 2010

La magia de la San Silvestre

La San Silvestre de este año no la olvidaremos nunca los 3.000 participantes que hemos corrido. Mucho “calor” hizo este 31 de diciembre de 2009 en Segovia. La lluvia, el agua nieve y la nieve nos acompañaron antes, durante y después del recorrido. Pero el ambiente era especial. Mucha alegría y magia. Eso que sólo proporciona una ciudad como Segovia.

Ya en el calentamiento tuvimos la suerte de mojarnos un poco y disfrutar bajo la lluvia y el agua nieve del Acueducto y la calle San Juan, donde lo más problemático era el cristalino y resbaladizo adoquín de la calzada. Poco a poco se fue llenando el Azoguejo y la subida a San Juan. El encuentro con viejos amigos ponía un punto de nostalgia al encuentro. Muchos de nosotros nos vemos dos veces al año, una en esta ocasión y la otra en la Media Maratón, allá por marzo.

La carrera se inició con una caída masiva en la curva de la subida de San Juan. La gran cantidad de corredores hacía necesario ir con mucho cuidado hasta la Plaza Mayor. A pesar del mal tiempo, en esta parte del recorrido había muchísima gente. Muchos de ellos animando a sus familiares y amigos.

La bajada por la Calle Real fue lenta. El suelo estaba muy peligroso. Pero los asistentes te llevaban en volandas, al igual que por el Azoguejo. Sólo la larga subida por la nueva José Zorrilla daba cuenta de la dureza de este deporte. Sobre todo cuando los más jovencitos y algunas mujeres te van dando la espalda. Algo a lo que a pesar de la edad es difícil acostumbrase.

Lo mejor vino en la bajada de San Francisco y la subida, por segunda vez, de la calle San Juan. La nieve arreciaba y su azote sobre la cara, un 31 de diciembre y además sudando, constituía una experiencia inolvidable, que no todo el mundo tiene la suerte de vivir. Mucho más cuando la gente te va coreando por la calle y te da ánimos con cariño.

La entrada en meta fue sublime. A más ritmo del resto del recorrido, pues el estado del piso había hecho reservar fuerzas para reducir riesgos. El reloj marcaba algo más de 24 minutos, que no es ninguna marca excelente. Y el “speaker” anunciaba la entrada de los participantes, recordando el nombre de aquellos que conocía, como es mi caso.

Vivir el deporte en una noche tan especial como ésta en Segovia vale la pena. Claro que quien no lo haya hecho, puede disfrutar de la Media Maratón el próximo 21 de marzo de 2010, y disfrutar plenamente de la belleza singular de Segovia. Lo recomiendo.



2 comentarios:

Anónimo dijo...

La magia de la San Silvestre llega, también, a los espectadores. Antes la veía en el barrio, cuando pasaba delante de casa y no apreciaba la cantidad de personas que participaban. En los últimos diez años la vemos siempre en el mismo sitio, frente al Jeyma (un buen lugar por su visibilidad) y es emocionante ver llegar a los participantes y, especialmente, a los amigos y conocidos para darles ánimos. Creo que a la noche vieja la faltaría algo si no presenciara la San Silvestre.

Anónimo dijo...

Creo que sus comentarios en cuanto a la crisis y el desempleo asi como los logros del gobierno central y el de la junta no son acertados en absoluto, no por loa que dice, sino por quien es y representa, usted fue candidato a senador por el psoe, pero ahora es senador por segovia y representa a todos los segovianos.
¡También es verdad para que se lo recuerdo si eso ya lo sabe.!