domingo, 7 de marzo de 2010

Castilla y León necesita un 1 por ciento cultural

El patrimonio histórico, artístico y monumental de Castilla y León es el principal tesoro de la Comunidad. Refleja su historia, las costumbres de sus gentes y su riqueza cultural y artística. No se puede valorar en dinero. Su rehabilitación y conservación debe formar parte del compromiso con nuestro pueblo y antepasados. Sin embargo, no es oro todo lo que reluce. Castilla y León no cuenta con una herramienta propia como el 1 por ciento cultural, que permita detraer fondos de las obras públicas que sobrepasen un cierto valor para la rehabilitación y mantenimiento de su patrimonio.

Catedrales, monasterios, palacios, iglesias y otros muchos monumentos y obras artísticas se han rehabilitado en estos últimos años. En estos trabajos han participado tanto el Gobierno de España como la Junta de Castilla y León. Los fondos del 1 por ciento cultural del Gobierno de España han contribuido, con sus actuaciones, a rehabilitar estos bienes. El patrimonio de Castilla y León es muy amplio e intenso. Se necesitan más actuaciones para garantizar su buen estado; y también se requieren programas de mantenimiento que eviten el deterioro progresivo de su estado. De nada sirve rehabilitar si después no se mantiene.

El Estatuto de Autonomía, en su artículo 70.31.d, establece como competencia exclusiva el patrimonio histórico artístico de Castilla y León. Ya han pasado ocho años desde que la Junta aprobó la Ley de Patrimonio, sin que hasta el momento se haya articulado el desarrollo del 1 por ciento cultural autonómico. La Junta se ha negado en reiteradas ocasiones a desarrollarlo, a pesar de que el grupo socialista se lo ha solicitado varias veces en sede parlamentaria. El resultado es que gran parte del patrimonio de Castilla y León se encuentra abandonado por quien tiene el deber de rehabilitarlo y mantenerlo, que es la Junta; y sólo la aportación del Estado contribuye sustancialmente a su mantenimiento. Una posición irresponsable y que pone de manifiesto, una vez más, la inconsistencia de las políticas del PP.

La política en materia de patrimonio del PP en Castilla y León se limita a reivindicar permanentemente la colaboración del Estado, a pesar de tener competencias exclusivas. Así, esta misma semana el senador y presidente del PP en Segovia, en una moción presentada en la Comisión de Cultura de la Cámara Alta, tachaba al Gobierno de España de tener abandonado el patrimonio de Segovia y reclamaba actuaciones del 1 por ciento cultural del Estado para las Murallas de la ciudad, el Acueducto, el Teatro Cervantes, la rehabilitación del barrio de La Judería, y alguna que otra actuación más.

Se da la circunstancia de que es el Gobierno socialista el que tiene actuaciones en ejecución o presupuestadas en todos estos monumentos o conjuntos artísticos, en el ámbito de colaboración con las administraciones locales, a pesar de que la Junta es la administración competente en la materia y debe velar por su estado y mantenimiento.

El Estado, en estos momentos en Segovia, está trabajando en el ámbito del patrimonio. Cuenta con los siguientes programas de actuación: rehabilitación de las murallas de la ciudad de Segovia; mantenimiento del Acueducto; rehabilitación del barrio de La Judería; rehabilitación del Teatro Cervantes; rehabilitación de la Casa de la Moneda; rehabilitación de las Murallas de Cuéllar y de la iglesia mudéjar de Samboal. Son actuaciones que superan los 10 millones de euros. Pero con cargo al 1 por ciento se han llevado acabo otras importantes actuaciones en los últimos años.
La actuación de la Junta en Segovia se limita, en estos momentos, a la rehabilitación de la Casa Rectoral o la iglesia de Santiago en Turégano, cuyo presupuesto no llega al millón de euros. Mientras tanto, la iglesia de La Trinidad amenaza ruina y la iglesia de San Millán, joya del románico, requiere una rehabilitación urgente. El PP lo único que ha hecho a sido reclamar al Estado que acometa cuanto antes estas actuaciones.

La política del PP en materia de patrimonio en Segovia es extrapolable a toda la Comunidad. En lugar de contar con un plan director para la rehabilitación y el mantenimiento de su rico patrimonio, y de articular herramientas como el 1 por ciento cultural, prefiere hacer dejación de sus funciones e ir llorando por las esquinas. Es una forma de gobernar que no se merecen los castellanos y leoneses; y, mucho menos, que se les intente engañar y confundir con el marco competencial.








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