domingo, 29 de mayo de 2011

Cierre de filas



Tras los resultados del 22-M, el PSOE tenía la obligación de despejar las incógnitas que se sumían sobre su futuro orgánico y trasladar un mensaje de confianza a la ciudadanía. Lo ha hecho, y lo ha hecho bien. En menos de una semana ha sentado y consensuado las bases tanto en la sucesión del candidato a la Presidencia del Gobierno, como en el proceso que se seguirá hasta la celebración del próximo congreso ordinario.

Las primarias están en la hoja de ruta del PSOE. Alfredo Pérez Rubalcaba ha sido proclamado candidato por el secretario general del PSOE en el Comité Federal, y todo indica que no habrá ningún otro candidato, ya que su elección suscita un acuerdo prácticamente unánime entre todas las federaciones. Algo que tuve la oportunidad de comprobar en el último pleno del Senado en las conversaciones mantenidas con diferentes secretarios provinciales del partido y compañeros de los distintos puntos del país.

Carme Chacón nunca ha llegado a ser candidata. Y aunque tenía la voluntad de presentarse, su decisión de no concurrir a las primarias, aunque sea a regañadientes, es una buena noticia para los socialistas. Unas primarias siempre conllevan un proceso competitivo entre los que se presentan y el posicionamiento de una parte de la militancia frente a otra, aunque una de ellas sea muy minoritaria. La prensa que da un apoyo incondicional a la derecha hubiese aprovechado esta circunstancia para sacar una ventaja mediática y profundizar en la herida, presentando al PP como la única alternativa seria de gobierno.

Será muy difícil que cualquier otro candidato sea capaz de recoger los avales necesarios para presentar una opción alternativa. Por tanto, el camino queda despejado para el candidato oficial, Alfredo Pérez Rubalcaba. Una buena noticia para los socialistas y una mala noticia para los populares. Ahora más que nunca es necesario reforzar su posición en el partido. Tiene mucha experiencia, es inteligente y ha demostrado como nadie que es un artista en la gestión de tiempos turbulentos. Nada que ver con la oferta electoral que presentará la derecha, el pusilánime Rajoy.

Con esta decisión el PSOE demuestra que está en lo que tiene que estar: la gestión de la crisis, anteponiendo los intereses de España a los intereses del propio partido. Hoy, más que nunca, hemos de dar estabilidad al gobierno actual para reforzar la solvencia hacia el exterior, algo que aún no ha entendido el PP que es fundamental; y en el partido, el PSOE debe convocar una conferencia para corregir errores y consolidar nuestra oferta electoral. La socialdemocracia, en estos momentos de crisis, es la mejor garantía para que los más desfavorecidos puedan mantener una vida digna, y Rubalcaba su mejor valedor.

3 comentarios:

Maria dijo...

Es un buen candidato, lo avala toda su experiencia en política. Espero que sepa rodearse de un buen equipo para ganar la confianza perdida.
No podemos olvidar la generosidad de Chacón, pero debe de cambiar un poco la cara, que se nota un poco que la decisión no ha sido del todo voluntaria.
Animo y a trabajar.
Un saludo

Anónimo dijo...

Rodríguez Zapatero está protagonizando un final de época verdaderamente sobrecogedor. Arrollado por los acontecimientos -por imprevisión incompetente-, los sucesivos hitos de su convulsa trayectoria le estallan cuando los trata de manipular. Le ocurrió con el Estatuto de Cataluña, le ocurrió con la recesión económica, le ocurrió cuando en abril pasado hubo de adelantar, por presión de los barones del PSOE, la comunicación pública de su renuncia a continuar en la puja por la presidencia del Gobierno, le ocurrió el domingo pasado con una debacle histórica de su partido en las elecciones municipales y autonómicas y le acaba de ocurrir cuando, después de sacrificar -como se veía venir- a Carme Chacón, la presunta salvadora de la generación zapaterista, ha tenido que entregar el poder a Alfredo Pérez Rubalcaba.
En un ejercicio de humillación más extravagante que patético, Zapatero propone a su vicepresidente como candidato a la presidencia del Gobierno aparentando que lo hace en un proceso de primarias que no será tal sino una mera formalidad huera para proclamar por adhesión a la búlgara al ministro de Interior como nuevo líder del PSOE. Pérez Rubalcaba no se enfrentará con ningún otro militante y, transcurrido el plazo estatutario, accederá a la condición de candidato socialista a las generales. Si Zapatero no se hubiese avenido a esta condición inicial de su vicepresidente primero -secundado por la mayoría de los secretarios generales territoriales que ayer se reunieron en la Moncloa-, Rubalcaba habría tomado una de estas dos decisiones: o bien dimitir del cargo que ahora ostenta y retirarse de la política, o bien forzar la máquina e impulsar la convocatoria de un Congreso extraordinario que hubiese implicado la dimisión del presidente y la inmediata convocatoria de elecciones generales.

Anónimo dijo...

Es un buen candidato ,"Cerremos filas" Ahora bien .Las estrategias de la direccion parecen inexcrutables, hoy todos creemos con honestidad que por las medidas politicas que las circunstancias nos han obligado a realizar, hemos perdido la confianza de los electores y que no va a ser posible recuperar a tan corto plazo. ¿Que implica entonces el movimiento de presentar a Rubalcaba? Quiza terminar de quemar a un politico ya gastado, o utilizarlo como puente para dar paso en forma mas serena a un proceso desde las bases. En cualquier caso volver a tener la confianza mayoritaria del pueblo ha de conllevar asumir como propias muchas de las cuestiones planteadas hoy en las plazas de las ciudades de esta españa , que dejen con claridad perfectamante marcadas las diferencias entre los politicos de la derecha , y los de la izquierda. (La mujer del cesar no solo ha de ser honesta,sino que siempre ha de parecerlo)