miércoles, 4 de julio de 2012

Una crónica anunciada

No ha habido sorpresas. Los primeros nombramientos del nuevo Consejo de Administración de RTVE, de mayoría claramente popular (seis de nueve, a los que se suma el consejero de CiU), son la crónica de una muerte anunciada. Al frente de los informativos se ha situado al director de los servicios informativos de Telemadrid y el director corporativo es un hombre que estará bajo la tutela de la SEPI. RTVE se convierte así en una radio televisión de partido al servicio del gobierno. Se sigue el ejemplo de Telemadrid y Canal 9. Lo que anunciamos y predecíamos los socialistas se ha hecho realidad.

Muy lejos quedan las palabras del actual presidente en su comparecencia ante la Comisión de Control para analizar su idoneidad. En ella no tuvo ningún rubor en apostar por una radiotelevisión pública plural, independiente y neutral. Todas palabras huecas, visto lo visto. El presidente de RTVE, como pude afirmar en la comparecencia, es la persona de Moncloa, de la Sra. Vicepresidenta, en RTVE. Es su correa de transmisión directa. Así lo ha puesto de manifiesto el primer consejo. El presidente, sin experiencia alguna en el sector, así como el resto de consejeros del PP son meros comparsas de la acción de gobierno del PP.

El PP necesita la radiotelevisión pública para complementar su acción de gobierno. La necesitó cuando gobernaba Aznar y la necesita cuando gobierna Rajoy. El objetivo siempre es el mismo: persuadir a la población española de la superioridad de la oferta política del PP. No importa nada que nos alejemos del modelo de independencia, neutralidad y pluralismo que impera en Europa. Para el PP lo importante es controlar RTVE, pero también el resto de las televisiones públicas. Para ello han dado dos pasos decisivos: en primer lugar modificar la Ley General de Comunicación Audiovisual, posibilitando la externalización de las televisiones autonómicas y sus servicios informativos, apoyándose en la necesidad de mejorar su eficiencia como consecuencia de la crisis; y, en segundo lugar, cargándose la autoridad audiovisual de control, diluyéndola en la Comisión del Mercado y la Competencia.

Ya lo decía el portavoz del PP en la comisión de control de RTVE: “No se nota que gobierna el PP”, en referencia a los informativos de RTVE. Expresaba así su malestar porque la televisión pública informase de las cargas policiales en Valencia, de los recortes del gobierno del PP, del crecimiento del paro o de los efectos de le reforma laboral. Qué mejor para evitar esto que poner al frente de los informativos que a quien ha demostrado su eficiencia y sectarismo en Telemadrid en estas lindes. Y además escribió su tesina sobre cómo debilitar y ganar las elecciones al Gobierno de Zapatero; aparte de su tratado sobre Rubalcaba, “El monje del poder”.

De nada sirve que los informativos de RTVE sean los más valorados por su calidad e independencia, y los de más audiencia durante los últimos 53 meses, y que, además, cuente con el reconocimiento de acreditados premios. O que RTVE haya sido líder de audiencia hasta unos meses después de la llegada al poder. A los populares les da igual. Ellos siguen su hoja de ruta: asfixia económica –ha recortado 204 millones de euros en un presupuesto de 1.000- y han dado un gran paso para la manipulación, gubernamentalizando la gestión y colocando al frente a un “glorioso” presidente, que le da lo mismo A que B. Él va a hacer curriculum, como ha hecho siempre, cambiando de puesto de trabajo en la función pública cada año, y a servir los intereses de su jefa: Soraya Sáenz Santamaría, también de la “gloriosa” promoción de abogados del Estado. Es lo que se dice un “bien mandao”. Todo sea por el interés del partido, que no de los españoles. Las consecuencias vendrán después…




 



2 comentarios:

Anónimo dijo...

Vamos a perder libertad de expresion, y lo siento por la gran periodista y buena profesional Ana Pastor que va a durar como se suele decir dos telediarios, porque no enmienda la plana a nadie y eso no gusta al PP.
Es una cosa mas en la que este pais esta retrocediendo de un plumazo lo que tantos años nos ha costado conseguir, libertad, bienestar social...
Hace falta una buena oposición.

Anónimo dijo...

Los socialistas que yo conozco más de cerca, Juan Luís, no se distinguen precisamente por ser defensores de la libertad de expresión. JMA