Un antes y un después

Las primarias abiertas para la elección del candidato del PSOE a la Presidencia del Gobierno marcarán un antes y un después en la vida política de España. Con esta decisión el PSOE entrega parte de su soberanía a los ciudadanos. El hito político más importante del PSOE y de un partido político desde la Transición hasta hoy. No solo significa abrir el partido a la sociedad, sino cambiar el modelo de partido. Una vez consolidado el modelo arrastrará a otros partidos y obligará profundizar de una manera progresiva en la ‘democracia abierta’, acercándonos al modelo americano. Tiempo al tiempo.

Ha sido el controvertido Alfredo Pérez Rubalcaba el que en el Congreso de Sevilla impulsó y abrió las puertas a este proceso para la elección de un candidato a presidente del Gobierno por su partido. El PSOE viene celebrando primarias desde el 2002 para la elección de los candidatos a alcalde en los municipios de más de 50.000 habitantes. Sin embargo, desde el Congreso de Sevilla hasta hoy, la fecha de celebración de las primarias en el PSOE ha generado no pocas tensiones. Algunos militantes han querido hacer del proceso un plebiscito para finiquitar a su impulsor; otros contemplaban el adelanto y concreción del calendario de las primarias como un requisito indispensable; y otros, tenían la necesidad de que se convocase las primarias lo antes posible para así tener tiempo a lanzar su candidatura y ganar notoriedad. Esperemos que con la explicitación del calendario las aguas vuelvan a su cauce y se abandone el nerviosismo. Más cuando las encuestas sitúan a los socialistas como primera preferencia de los españoles en el momento actual.    

Las primarias abiertas persiguen la implicación de los ciudadanos en la vida pública. Son un instrumento de participación en un segmento ideológico con el que se intenta buscar el candidato/a más representativo y con posibilidades de éxito en una futura contienda electoral. Las primarias abiertas legitiman al partido que las celebra con la sociedad. Les hace copartícipes de sus decisiones. Son un aliciente para incrementar la participación electoral y la esperanza en un determinado proyecto político por parte de los españoles. De ahí la necesidad de acompasar y sincronizar su desarrollo en la fecha más cercana posible a la celebración de los comicios.

Las primarias abiertas conllevan sus riesgos. Una participación insuficiente o un proceso deslegitimado puede convertirse en un boomerang. De ahí la necesidad de elegir adecuadamente la fecha y dotar al proceso de unas garantías democráticas exquisitas, así como contar con candidatos solventes. El PSOE así lo ha hecho. Para ello la Secretaría de Organizaciónha realizado un estudio comparado de las primarias de otros países como Italia y Alemania. Instrumentos como la Comisión de Garantías Electorales, el Censo, el proceso de recogida de avales o los requisitos de inscripción recogidos en el Reglamento de Primarias dan buena prueba de ello.     

El PSOE celebrará primarias abiertas para elegir su candidato a presidente de Gobierno en el mes de octubre de 2014 o noviembre de ese año. Las primarias para la elección de candidatos a presidentes de las comunidades autónomas y alcaldías de municipios de más de 20.000 habitantes se realizarán en el mes de septiembre, pero en esta elección solo participarán los militantes, salvo que la federación correspondiente lo solicite y autorice la Comisión Ejecutiva Federal.

Un gran paso democrático que vuelve a poner de manifiesto la diferencia entre el PSOE y otros partidos. El PSOE sigue, sin duda, a la vanguardia, como lo estuvo en su día en el desarrollo del Estado del Bienestar, que tanto añoran ahora quienes le cuestionaban continuamente desde la izquierda extrema. Como ocurrió entonces, en este proceso de participación democrática con las elecciones primarias abiertas del PSOE habrá un antes y un después.