sábado, 16 de abril de 2016

Inhabilitados para gobernar





El caso Soria es la gota que colma el vaso. Inhabilita y deslegitima al PP ante la opinión pública para gobernar. Vuelve a poner, una vez más, si es que alguna vez ha dejado de hacerlo, la corrupción en el centro de la vida política española y al PP como su principal protagonista.

Los casos Gurtel (en sus diversas manifestaciones territoriales en Madrid, Valencia, Galicia y Castilla y León), Púnica, Matas, Bankia, Construcción en Castilla y León, Brugally CCM en Valencia, o los ligados a sus dos tesoreros, los famosos Bárcena y Naseiro, ponen de manifiesto que la corrupción no ha sido algo casual en el PP.

Soria es el segundo ministro del Gobierno de Rajoy que presenta su renuncia al cargo por un caso oscuro. Antes lo hizo la ministra Mato.  Pero una vez conocidos los papales de Panamá es difícil entender cómo hasta el momento no ha presentado la dimisión el actual comisario europeo y antiguo ministro de Agricultura, el Sr. Cañete, tras conocer sus negocios familiares en paraísos fiscales. Las palabras de Montoro son trasladables a su caso: “No se puede estar en el Gobierno y haber operado en paraísos fiscales”.

No hay que olvidar que nombres tan significativos como Rato, Fabra, Barberá, Granados, Ignacio González, De la Serna… están inmersos en procesos judiciales. Una manifestación más de que lo ha ocurrido en el PP no ha sido casualidad. La corrupción ha sido sistémica. Son muchos los que se han acercado al PP para utilizarlos como plataforma de sus negocios o sus triquiñuelas. 

Qué se puede esperar de un partido cuyo presidente se hace el don Tancredo ante los continuos casos, o incluso les anima a resistir y ser fuertes, como hizo con su tesorero. Y el anterior presidente, el Sr Aznar, defrauda a la Hacienda pública y entiende que lo de la tributación a él no le corresponde. Claro que si tenemos en cuenta que instrumentalizó el cargo de presidente del Gobierno para sus futuros negocios con los todos poderosos magnates de las finanzas, utilizando de testaferro a su yerno, la cuestión es más fácil de entender. Nos hallamos  ante un problema de entender la participación en la vida pública muy “sui géneris”.

España atraviesa por un mal momento. La situación económica, política e institucional necesita un nuevo impulso. Las últimas elecciones han permitido visualizar que la Nueva Política lejos de ser una solución es un fiasco que participa de lo peor de la Vieja, incluida la corrupción. Hoy España necesita regenerarse. Rajoy no puede liderar un futuro Gobierno de España y el partido que preside, tampoco. España es algo más que los intereses de un partido, sea de derechas o izquierdas.  

El caso Soria elimina cualquier esperanza del PP para recibir apoyo del PSOE. No lo puede hacer. La izquierda honesta no se lo perdonaría nunca a Sánchez, cuanto menos un Gobierno presidido con Rajoy. El PP busca nuevas elecciones para ganarse el indulto de los españoles.  No hay que descartarlo. Ante un nuevo proceso electoral muchos españoles pueden ser insensibles ante la corrupción. Lo vimos muchos años en Valencia y lo hemos comprobado en las últimas elecciones generales en Segovia con el caso De la Serna. Si eso sucediese seguirán inhabilitados para formar Gobierno. Creo que lo mejor es que se regeneren y pasen un tiempo a la sombra del poder. Debieran buscar una solución ahora, haciendo un gran servicio a España, de lo contrario están expuestos a un gran cataclismo.  


No hay comentarios: