viernes, 17 de junio de 2016

El juego de la propaganda



Hace unos días en un ciclo de conferencias denominado Ética y Poder organizado por la Fundación Valsaín, que dirige Álvaro Gil-Robles, tuve la oportunidad de ver el documental The Propaganda Game, de Álvaro Longoria. Un documental sobre Corea del Norte que pone de manifiesto diversas técnicas utilizadas por el régimen totalitario para manipular la verdad y avanzar en la defensa de sus intereses, y que recuerda al despliegue de propaganda y técnicas que viene realizando aquí Podemos desde su puesta de largo. El film cuenta con la colaboración de Alejandro Cao de Benoa, un español que trabaja para el presidente norcoreano Kim Jong-un. Este español es amigo, o al menos eso dice, de Pablo Manuel Iglesias.  Una vez más el líder de Podemos converge con personajes extraños y exóticos que siembran no sólo dudas de su consistencia ideológica sino también de su madurez personal en el sentido más amplio. 

El aparato de propaganda de Podemos y su cohorte mediática lleva tiempo desplegando tácticas de marketing propias de países totalitarios. Su pasión por el régimen bolivariano de Venezuela tiene múltiples manifestaciones en su forma de actuar y concebir la política. Podemos no sólo se limita a recoger en el programa electoral propuestas de origen latinoamericano, como es el derecho de revocación  y la supresión de los viceministros,  que aquí no existen, en un claro corta pega, sino que apuestan por crear estados de ánimo mediante técnicas de manipulación mediática. 

Desde hace tiempo los publicistas de Podemos han asentado en la población española que el sorpasso es una realidad. Y, si no hubiese sido por lo mal que les salió el debate televisivo, ya estarían trasladando a la población española que van a ser el día 26J la primera fuerza política de este país, por delante del PP. Todo vale con tal de alcanzar el poder. Todo, incluso poner al país al pie de los caballos. Sus intereses personales están por delante de los ciudadanos. 

No hace mucho tiempo que el líder de Podemos y su formación se erigieron en defensores de los desahuciados y los más desfavorecidos ante la opresión de los partidos de siempre y la vieja casta, tal y como ellos despreciaban a los políticos y votantes de estas formaciones. En menos de seis meses el castillo de naipes se ha derrumbado. Y hemos visto cómo estos chicos, por lo general de buena clase y universitarios, están fuera de la realidad social. No conocen el paño. Están en los despachos universitarios, pero no saben lo que es no llegar a fin de mes; sufrir el paro o los problemas de habitabilidad de algunos pueblos. Son hijos de burgueses. Y, visto lo visto, sin convicciones ideológicas ni sensibilidad social. Sólo hacia el poder.

Pero están haciendo mucho daño a las clases sociales más humildes, que existen. Una de las pocas personas que estos días por la calle me confesaba que votaba a Podemos me pedía que hiciésemos todo lo posible para que la izquierda se una. Pronto me di cuenta de que su forma de pensar era una manifestación de sus problemas de renta y dificultades ante la vida. No le importaba nada que los Podemos ahora se presenten como socialdemócratas, hace unos meses como comunistas o bolivarianos. Lo que esa persona quería era esperanza cierta. Y la propaganda lo único que puede ofrecerle son expectativas inciertas que más pronto que tarde derivarán en frustración.

Para quien las ideologías hace unos meses eran cosas de trileros y ahora se aferra con fuerza a la socialdemocracia española y al presidente Zapatero, sólo con la intención de dividir y sembrar la discordia entre los socialistas, es un trilero. Quien reconoce que está en estos momentos representando un papel de “lobo con piel de cordero”, porque así se lo aconsejan los expertos en comunicación, no merece estar en el centro de vida pública española.   

Con más de 700.000 hogares sin rentas, con más de 4 millones de españoles que no tienen empleo, y un tercio de los parados sin ningún tipo de ingreso, y además sin expectativas económicas en el país, los españoles y los socialistas de corazón nos merecemos un respeto. La Izquierda siempre ha sido la esperanza para los más desfavorecidos. Este chaval al frente de esta formación política de nuevo cuño bajo el patrocinio del PP y su derecha mediática, no deja de ser un cáncer para los españoles que peor lo están pasando pero también para el equilibrio social, económico, institucional, territorial y político. Podemos puede colocarnos a todos los españoles en una posición muy difícil. La política no es un juego; es algo muy serio. Sobre todo quienes no tienen más herramienta para la defensa de sus intereses que su voto. 


No hay comentarios: