La Diputación ha vuelto a dar esta semana muestras del profundo sectarismo político que preside su gestión, mediante la distribución sin ningún tipo de criterio objetivo de los fondos de un plan extraordinario de inversión local –contraviniendo la ley- y su actitud ante las preguntas del grupo de la oposición, el PSOE. Esto se producía durante el último pleno celebrado, donde entre otros temas se sometía a la consideración del pleno la asignación de los fondos referidos, con una aportación de la institución de siete millones de euros; así como varias mociones y preguntas, una de ellas del grupo socialista, sobre la asignación de los gastos de publicidad en los diferentes medios de comunicación de Segovia.
El presidente de la Diputación ha puesto énfasis, tanto en el pleno como en los medios de la Diputación, en que la distribución de fondos obedecía a criterios objetivos. Dicha afirmación no tenía otro objetivo que neutralizar y equiparar la actuación del grupo de gobierno de la Diputación con los criterios de reparto del Plan Zapatero. Pero nada más lejos de la realidad. Los populares han vuelto a hacer de su capa un sayo. Han repartido, como siempre, para los amigotes. Las localidades de los diputados del equipo de Gobierno son los que se llevan la mayor parte de la tarta. Y la ‘encuesta de infraestructuras’, herramienta en la que se han de apoyar legalmente para su distribución, vuelve a quedar otra vez al margen. Tampoco se han oído los criterios de la oposición, a pesar de que ha tenido un papel determinante para sacar adelante este plan que llega tarde. La Diputación tenía unos importantes excedentes que se ha resistido a poner en juego, lo que va a ocasionar importantes retrasos a la hora de abordar importantes actuaciones estructurales en los municipios, con las pérdidas asociadas que ello implica. A veces, como es el caso, el ahorro por el ahorro puede implicar una importante rémora. Esto el presidente de la Diputación debiera saberlo, y no sacar pecho, como ha hecho.
La explicación a la pregunta socialista sobre los gastos de publicidad asociada a cada medio de comunicación en Segovia no pudo ser más torpe, tanto por el portavoz como por el presidente. Ellos pusieron bajo sospecha a toda la prensa, y dejaron bien claro que o se está a lo que ellos digan o guillotina para el que discrepe, y por supuesto ni un euro. Algo que no nos extraña, pues la consejera de Agricultura de la Junta, así como el diputado nacional y cabeza de lista del PP, no se han cortado nada al declarar ante los medios de comunicación la política clientelar que sigue la Diputación y la actual dirección del PP en Segovia. Lo más curioso es que tanto el presidente como el portavoz utilizaron para su respuesta los argumentos de los comentarios del blog del PP, donde escriben sus ‘holligans’, que no son otros que algunos de la estructura mediática de la institución, o sus antecesores; ahora en alguna institución de carácter público, que no se caracteriza precisamente por su debida neutralidad política.
En el pleno llamaba mucho la atención la actitud displicente y mal educada de algunos diputados, y más en concreto de dos de los vicepresidentes –me dicen que es un continuo en todos los plenos-, no sólo en las respuestas, sino también en su actitud hacia la oposición con gestos y otras acciones impropias, lo que pone de manifiesto el poco apego a los valores democráticos y la poca altura de miras política. Segovia se merece algo más.
El presidente en el pleno se dirigió al presidente del PP, al que se refirió como mi presidente, y le mostró una subordinación total. Verlo para creerlo. Más cuando el presidente de la Diputación, como presidente que es de la Diputación, nos representa a todos, incluido a mí, como secretario general del PSOE en Segovia. E incluso se permitió el lujo en el pleno de reclamar para su jefe de filas político una foto, pues parece ser que no le sacan los medios. Al día siguiente la consiguió. Yo he tenido peor suerte. Como los medios no sacan la foto del presidente del PP, para equilibrar tampoco sacan la del secretario del PSOE, ya desde hace tiempo. Le tendré que decir al presidente de la Diputación que se acuerde de mí. En fin, política pepera y rancia, más propia de los años sesenta. Segovia necesita unos aires de gobierno más abiertos y con proyección de futuro, rompiendo el cortijo.
El presidente de la Diputación ha puesto énfasis, tanto en el pleno como en los medios de la Diputación, en que la distribución de fondos obedecía a criterios objetivos. Dicha afirmación no tenía otro objetivo que neutralizar y equiparar la actuación del grupo de gobierno de la Diputación con los criterios de reparto del Plan Zapatero. Pero nada más lejos de la realidad. Los populares han vuelto a hacer de su capa un sayo. Han repartido, como siempre, para los amigotes. Las localidades de los diputados del equipo de Gobierno son los que se llevan la mayor parte de la tarta. Y la ‘encuesta de infraestructuras’, herramienta en la que se han de apoyar legalmente para su distribución, vuelve a quedar otra vez al margen. Tampoco se han oído los criterios de la oposición, a pesar de que ha tenido un papel determinante para sacar adelante este plan que llega tarde. La Diputación tenía unos importantes excedentes que se ha resistido a poner en juego, lo que va a ocasionar importantes retrasos a la hora de abordar importantes actuaciones estructurales en los municipios, con las pérdidas asociadas que ello implica. A veces, como es el caso, el ahorro por el ahorro puede implicar una importante rémora. Esto el presidente de la Diputación debiera saberlo, y no sacar pecho, como ha hecho.
La explicación a la pregunta socialista sobre los gastos de publicidad asociada a cada medio de comunicación en Segovia no pudo ser más torpe, tanto por el portavoz como por el presidente. Ellos pusieron bajo sospecha a toda la prensa, y dejaron bien claro que o se está a lo que ellos digan o guillotina para el que discrepe, y por supuesto ni un euro. Algo que no nos extraña, pues la consejera de Agricultura de la Junta, así como el diputado nacional y cabeza de lista del PP, no se han cortado nada al declarar ante los medios de comunicación la política clientelar que sigue la Diputación y la actual dirección del PP en Segovia. Lo más curioso es que tanto el presidente como el portavoz utilizaron para su respuesta los argumentos de los comentarios del blog del PP, donde escriben sus ‘holligans’, que no son otros que algunos de la estructura mediática de la institución, o sus antecesores; ahora en alguna institución de carácter público, que no se caracteriza precisamente por su debida neutralidad política.
En el pleno llamaba mucho la atención la actitud displicente y mal educada de algunos diputados, y más en concreto de dos de los vicepresidentes –me dicen que es un continuo en todos los plenos-, no sólo en las respuestas, sino también en su actitud hacia la oposición con gestos y otras acciones impropias, lo que pone de manifiesto el poco apego a los valores democráticos y la poca altura de miras política. Segovia se merece algo más.
El presidente en el pleno se dirigió al presidente del PP, al que se refirió como mi presidente, y le mostró una subordinación total. Verlo para creerlo. Más cuando el presidente de la Diputación, como presidente que es de la Diputación, nos representa a todos, incluido a mí, como secretario general del PSOE en Segovia. E incluso se permitió el lujo en el pleno de reclamar para su jefe de filas político una foto, pues parece ser que no le sacan los medios. Al día siguiente la consiguió. Yo he tenido peor suerte. Como los medios no sacan la foto del presidente del PP, para equilibrar tampoco sacan la del secretario del PSOE, ya desde hace tiempo. Le tendré que decir al presidente de la Diputación que se acuerde de mí. En fin, política pepera y rancia, más propia de los años sesenta. Segovia necesita unos aires de gobierno más abiertos y con proyección de futuro, rompiendo el cortijo.