domingo, 18 de octubre de 2009

La hora de la Justicia

Basta darse una vuelta por los distintos juzgados de España para comprobar el mal estado de sus inmuebles, por lo general vetustos y mal mantenidos. Pero, con todo, éste no es el mayor problema. Los juzgados españoles presentan un déficit histórico de jueces, fiscales y, en general, de todo tipo de personal para el desarrollo de sus funciones. La organización no es la mejor. Lo mismo ocurre con la organización de archivos y la aplicación de las nuevas tecnologías.

La organización y gestión de los juzgados españoles deja mucho que desear. La propia idiosincrasia de los jueces y su independencia, unido a la doble dependencia funcional y orgánica de los juzgados, y la falta de unas claras líneas de responsabilidad en la gestión, han contribuido a que la Justicia en España no haya funcionado con la eficacia y eficiencia que hubiese sido deseada.
La politización de la Judicatura, con la puesta en escena de diversas asociaciones profesionales, casi todas ellas conservadoras, ha contribuido de manera decisiva, junto con el afán de notoriedad de los llamados jueces estrella, a minar su credibilidad. El sistema de selección contribuye a ello. Por lo general, el acceso al Poder Judicial sólo es posible para los hijos e hijas de familias pudientes, y con un fuerte arraigo familiar. El ‘Opus Dei’ es posiblemente la organización ha aupado a más de sus miembros a la carrera judicial. Y no es casualidad. El acceso al Poder Judicial se sustenta en un conjunto de pruebas memorísticas, fundamentalmente, que algunas organizaciones dominan a la perfección. Sin olvidar la endogamia de los tribunales. Con ello quien está perdiendo es la Justicia. O sea, todos los españoles.

El Gobierno socialista de José Luis Rodríguez Zapatero, consciente de los problemas enumerados, ha puesto en marcha el Plan de Modernización de la Justicia, que complementará el proceso de mejoras iniciado en 2004. El Ejecutivo destinará al plan 600 millones de euros, que se sumarán al presupuesto anual corriente del Ministerio de Justicia, que el próximo año será el mayor de su historia. Hoy se invierte en Justicia un 50 por ciento más que en 2004, cuando el Gobierno socialista llegó al poder.

El Ministerio de Justicia trabaja en la reforma del modelo de planta y demarcación para adaptar el mapa judicial a las necesidades reales de España. El Gobierno ha realizado el mayor crecimiento de la planta judicial. En la legislatura, la planta judicial va a crecer un 19 por ciento. Durante los próximos tres años el número de jueces aumentará un 17 por ciento; y un 20 por ciento, el de los fiscales y los secretarios judiciales.

La Nueva Oficina Judicial, con un amplio consenso parlamentario, será una realidad en 2010, lo que implicará juzgados más eficientes, concentración de esfuerzos y recursos, mejor servicio a los ciudadanos y mejor asistencia a los jueces y magistrados. Los presupuestos de 2010 prevén una importante partida para este proyecto, como también lo contemplan para la implantación de las nuevas tecnologías.

Con todos estos ingredientes, la conservadora Asociación Profesional de la Magistratura fue a la huelga en fechas recientes. Huelga que ya tenía decidida desde mucho antes. Y no se orientaba precisamente a fortalecer el desarrollo judicial: señalando más juicios, y aumentando de esta forma la productividad de los juzgados; o a mejorar la dedicación de algunos jueces en su tiempo asignado de trabajo. Todo ello es mejorable, y eso depende de los jueces, no del Gobierno. En algún juzgado de instrucción de Segovia lo saben muy bien.
Para algunos jueces conservadores el problema es de otra naturaleza: no soportan que un gobierno de izquierdas dé respuesta a los problemas que durante muchos años ha padecido la ciudadanía con el Poder Judicial. Claro que falta dar un gran paso: democratizar el acceso a la Judicatura y fundamentarlo sobre bases sustantivas más trasparentes, objetivas y eficaces. Se trata del tercer Poder del Estado. Un poder independiente, que conforme al Estado de Derecho, ha de juzgar con sus normas y hacer ejecutar lo juzgado.

1 comentario:

Juan José Calderón Amador dijo...

"Al mismo tiempo pondré mi granito de arena para que los ciudadanos de este país puedan avanzar cada día un poco más en la justicia social." ...en q consiste, exactemente, ese poco +?
Ya lo dijo Maquiavelo, en el príncipe hace unos añitos :
"...El mal se hace todo junto y el bien se administra de a poco..."