La actualidad política está presidida, una vez más, por los esperpentos políticos y pestilentes a los que ya nos tiene acostumbrados el PP: el caso de corrupción del que fue presidente de Baleares, el Sr. Matas; la persecución al juez Baltasar Garzón; la utilización del terrorismo para beneficio propio, como ha hecho Mayor Oreja; y la designación del padre de la malograda niña Mariluz, marcan los hitos políticos de esta semana. Desde luego no se puede pedir más. El PP, semana tras semana, viene colocando en la agenda política diversas cuestiones que ponen de manifiesto la “calaña” de la mayor fuerza política conservadora de nuestro país. Lo que no beneficia a nadie, ni a la derecha, ni al resto de la clase política.
Todo indica que Matas ha hecho una gran fortuna personal bajo el paraguas de su gestión pública y el pretexto de financiación del PP. Nada nuevo. Qué se puede esperar de un ministro del equipo de Aznar, cuando este mismo señor ha sacado enorme plusvalía de su paso por la Presidencia del Gobierno de España, utilizando a su yerno como testaferro. En ese mismo gobierno estaba Rajoy, quien, en lugar de condenar y expulsar del partido inmediatamente a Matas por los hechos por él reconocidos y conocidos, huye como un cobarde, no se pronuncia y manda a la zorra a guardar gallinas. Ana Mato no está legitimada para hablar de corrupción, ni para exigir el derecho de presunción de inocencia. Cuando ella convivía con el ex alcalde de Pozuelo, su sociedad conyugal recibió dádivas como un coche de gran cilindrada o el pago de eventos familiares, por actuaciones similares a la del señor Matas. Esta señora, diputada y vicesecretaria de Organización del PP, si tuviese decencia debiera abandonar la vida pública. Lo del PP no tiene nombre.
El PP, en lugar de poner coto al caso Gürtel y trabajar con el Gobierno para sacar a España de la crisis, no hace otra cosa que difamar y crear problemas, con el único objetivo de confundir a la población y así enmendar todo para facilitar el camino a La Moncloa. El diputado y exministro Trillo trabaja para quebrar el Estado de Derecho y maquinar actuaciones judiciales que permitan limitar la capacidad de acción de la Justicia y, sobre todo, del juez Garzón. Todo indica presuntamente que se está presionando a los jueces conservadores –la mayoría- para anular el caso Gürtel y así dejar inmune la corrupción del PP. Exactamente la misma táctica que se siguió en su momento en el caso Naseiro. Aquí quien pierde son los españoles; y, sobre todo, la credibilidad e independencia del Poder Judicial, un Poder que goza cada vez de un menor reconocimiento de los españoles.
Tampoco nos han faltado esta semana las profecías del ex ministro de Interior de Aznar y gran beato vasco, el señor Mayor Oreja. Vaticina que el Gobierno negocia con ETA y se alía con la banda terrorista en contra de los intereses de España. Sin comentarios. Es posible que sus declaraciones sean fruto de una enajenación mental transitoria. Sin embargo, esos efectos no los tiene a la hora de impulsar sus negocios de seguridad en Euskadi. Ya se sabe que a veces el subconsciente traiciona.
Y, por último, el PP ha incorporado, como asesor de Justicia en temas penales, al padre de la malograda Mariluz. Esa niña onubense que murió a manos de un degradado sexual. Con esta incorporación, el PP intenta explorar el mundo de las emociones y profundizar en la línea del populismo y la demagogia, porque difícilmente puede aportar algo más. Más vale que condenasen los casos de pederastia de la iglesia española.
Todo pone de manifiesto que el PP ha perdido la “ética política”. Sus actuaciones desprenden un fuerte hedor pestilente que no impide que muchos españoles lo soporten impenitentemente. Confiemos en el pueblo español, que espero siempre esté a la altura de las circunstancias.
domingo, 28 de marzo de 2010
domingo, 21 de marzo de 2010
IV Media Maratón de Segovia
Segovia, coincidiendo con el inicio de la primavera, ha celebrado su IV Media Maratón por las calles de la ciudad. Un acto deportivo en el que han participado 3.500 personas. Es una auténtica fiesta del deporte, como los últimos años, que ha hecho que la ciudad viviese un auténtico día festivo: la gente en la calle animando a los participantes al son de las dulzainas; los centros hosteleros repletos y el bullicio en el casco histórico.
Ya desde la víspera, las calles rebosaban de personas provenientes de todos los lugares de España. La Media Maratón de Segovia se ha hecho un hueco entre las carreras clásicas de media distancia. A la sinuosidad de su trayecto, repleto de continuas subidas y bajadas –lo que la hace durísima-, se le une la belleza del recorrido. Su trazado discurre por el Valle del Eresma, el Acueducto, la Catedral, el Alcázar, la ciudad amurallada y su última parte tiene unas excelentes vistas a la sierra del Guadarrama. Todo ello le proporciona un encanto especial a la carrera más allá del propio acto deportivo.
Desde dentro, la carrera es muy dura. Gran parte de los corredores cuentan con un amplio historial en este tipo de pruebas. Muchos acreditan marcas y luchan contra ellas. Otros, nos conformamos con terminar y disfrutar del ambiente de la carrera, no sin sufrir lo nuestro. Los primeros kilómetros se hacen a un ritmo infernal, hasta que llega la subida a la cuesta de Santo Domingo y la Plaza Mayor. Tres kilómetros que le ponen a uno en su sitio. La subida de cuatro kilómetros desde el valle del Clamores al barrio de Nueva Segovia es, para algunos corredores, la parte más dura, a pesar de que el público te empuja y te anima continuamente a seguir.
Es una carrera para preparar concienzudamente. Se lo digo yo, que este año he sufrido las consecuencias. He podido hacer las tres últimas medias maratones de Segovia sin dificultad, a pesar de haber dedicado muy poco tiempo de entrenamiento a la tercera. En esta última el tiempo ha sido aún menor. En los últimos 10 días, salir cuatro a prepararla, incluido su desarrollo entero el domingo anterior, no es garantía de poderla terminar. Sobre todo si te entusiasmas con el ritmo de los primeros kilómetros y mejoras el tiempo de la primera parte en casi cinco minutos sobre lo que vienes haciendo. Todo se paga, sobre todo si te aparece un flato insoportable y llevas tocados los pies con los excesos de la “previa del domingo anterior”. Para mí la media de este año terminó en el kilómetro 13. Y el pesar y la tristeza lo mantendré todo el año. Es triste ver cómo llegan a meta los corredores con los que corriste algunos tramos, o comentaste con anterioridad la carrera. La solución para el próximo año está en la preparación, la motivación y la cabeza fría.
La organización ha sido todo un éxito. Mejor que nunca. Mi enhorabuena para todos los que de una manera u otra contribuyen a mantener este espectáculo vivo por las calles de Segovia. Este año me consta que se han incorporado muchos corredores de la provincia de distintas edades. He tenido oportunidad de conversar con algunos antes de la salida. De mi pueblo, Sangarcía, también. Lo han hecho por primera vez Carlos Delgado y Javier Gacimartín, quienes además han realizado un excelente tiempo. Y es que la media va creando poco a poco cultura de deporte. A los que salimos a correr en los pueblos ya no se nos mira raro. Estoy seguro que el próximo año saldremos más de cuatro mil; no sé los que llegaran. Yo seguro que sí. De todo se aprende.
Ya desde la víspera, las calles rebosaban de personas provenientes de todos los lugares de España. La Media Maratón de Segovia se ha hecho un hueco entre las carreras clásicas de media distancia. A la sinuosidad de su trayecto, repleto de continuas subidas y bajadas –lo que la hace durísima-, se le une la belleza del recorrido. Su trazado discurre por el Valle del Eresma, el Acueducto, la Catedral, el Alcázar, la ciudad amurallada y su última parte tiene unas excelentes vistas a la sierra del Guadarrama. Todo ello le proporciona un encanto especial a la carrera más allá del propio acto deportivo.
Desde dentro, la carrera es muy dura. Gran parte de los corredores cuentan con un amplio historial en este tipo de pruebas. Muchos acreditan marcas y luchan contra ellas. Otros, nos conformamos con terminar y disfrutar del ambiente de la carrera, no sin sufrir lo nuestro. Los primeros kilómetros se hacen a un ritmo infernal, hasta que llega la subida a la cuesta de Santo Domingo y la Plaza Mayor. Tres kilómetros que le ponen a uno en su sitio. La subida de cuatro kilómetros desde el valle del Clamores al barrio de Nueva Segovia es, para algunos corredores, la parte más dura, a pesar de que el público te empuja y te anima continuamente a seguir.
Es una carrera para preparar concienzudamente. Se lo digo yo, que este año he sufrido las consecuencias. He podido hacer las tres últimas medias maratones de Segovia sin dificultad, a pesar de haber dedicado muy poco tiempo de entrenamiento a la tercera. En esta última el tiempo ha sido aún menor. En los últimos 10 días, salir cuatro a prepararla, incluido su desarrollo entero el domingo anterior, no es garantía de poderla terminar. Sobre todo si te entusiasmas con el ritmo de los primeros kilómetros y mejoras el tiempo de la primera parte en casi cinco minutos sobre lo que vienes haciendo. Todo se paga, sobre todo si te aparece un flato insoportable y llevas tocados los pies con los excesos de la “previa del domingo anterior”. Para mí la media de este año terminó en el kilómetro 13. Y el pesar y la tristeza lo mantendré todo el año. Es triste ver cómo llegan a meta los corredores con los que corriste algunos tramos, o comentaste con anterioridad la carrera. La solución para el próximo año está en la preparación, la motivación y la cabeza fría.
La organización ha sido todo un éxito. Mejor que nunca. Mi enhorabuena para todos los que de una manera u otra contribuyen a mantener este espectáculo vivo por las calles de Segovia. Este año me consta que se han incorporado muchos corredores de la provincia de distintas edades. He tenido oportunidad de conversar con algunos antes de la salida. De mi pueblo, Sangarcía, también. Lo han hecho por primera vez Carlos Delgado y Javier Gacimartín, quienes además han realizado un excelente tiempo. Y es que la media va creando poco a poco cultura de deporte. A los que salimos a correr en los pueblos ya no se nos mira raro. Estoy seguro que el próximo año saldremos más de cuatro mil; no sé los que llegaran. Yo seguro que sí. De todo se aprende.
martes, 16 de marzo de 2010
¿Por qué hay que subir el IVA?
Responsabilidad es el término que mejor define la política fiscal del PSOE. En este momento atravesamos una grave crisis económica y los ingresos del Estado son menores. Es necesario, pues, efectuar una pequeña subida fiscal para poder atender la protección social de aquellos que más lo necesitan por estar en situación de desempleo o especial dificultad, así como reducir el déficit público para dar consistencia a nuestra economía.
Los impuestos no son un fin en sí mismo, sino un instrumento de política económica. El Gobierno socialista ha bajado los impuestos cuando España crecía. Ha bajado el IRPF y el Impuesto de Sociedades, y ha suprimido el Impuesto del Patrimonio. Ha reducido 20.000 millones de euros en cinco años.
Por suerte para los españoles, la presión fiscal en España es de las más bajas de Europa. La media de la eurozona se sitúa cerca del 40 por ciento, frente a un 30, 4 por ciento en 2009 en nuestro país, tres puntos y medio menos que en 2003. El IVA en España es de los más bajos de Europa. De los tres tipos de IVA que tenemos en España, el más alto actualmente, el IVA general, es del 16 por ciento, cuando el tipo medio de la Unión Europea es del 20 por ciento.
España está hoy a la cabeza de Europa en los servicios de infraestructuras y entre los primeros en prestaciones sociales. Sostener este nivel implica gastos, y para ello es necesario efectuar un esfuerzo, más cuando bajan los ingresos. El impacto de la subida de este impuesto indirecto en el consumo ha de ser mínimo, tanto por su escasa cuantía como por el carácter inelástico al consumo de los bienes que grava.
Con la subida de dos puntos del IVA general y de un punto del reducido a partir del mes de julio de este año, España recaudará más de 5.000 millones de ingresos para dar respuesta a las necesidades de gasto y estabilidad al sistema fiscal. En febrero de 2009, la fundación del PP, FAES, ya apostaba por subir el IVA. Por eso son difíciles de entender la llamada al “rebelión fiscal” realizada por la presidenta de la Comunidad de Madrid; o la afirmación de que el PP, donde gobierna, no sube gastos y reduce los impuestos. Basta centrarse en Madrid y Valencia para comprobar que son las más endeudadas, con más despilfarro de gasto corriente y donde más han subido las tasas e impuestos. O si no que les pregunten a los madrileños cuánto les ha subido la tasa de recogida de basuras o el IBI.
Y es que una cosa es predicar y otra dar trigo. Lo que sí que ha quedado bien claro en este proceso es que algunos siguen en la línea de “todo vale con tal del llegar al poder”. Lo que pone de manifiesto, una vez más, su actitud de “irresponsabilidad” frente a la crisis económica que padecemos todos los españoles. ¡Vamos!, como si no fuera con ellos.
Los impuestos no son un fin en sí mismo, sino un instrumento de política económica. El Gobierno socialista ha bajado los impuestos cuando España crecía. Ha bajado el IRPF y el Impuesto de Sociedades, y ha suprimido el Impuesto del Patrimonio. Ha reducido 20.000 millones de euros en cinco años.
Por suerte para los españoles, la presión fiscal en España es de las más bajas de Europa. La media de la eurozona se sitúa cerca del 40 por ciento, frente a un 30, 4 por ciento en 2009 en nuestro país, tres puntos y medio menos que en 2003. El IVA en España es de los más bajos de Europa. De los tres tipos de IVA que tenemos en España, el más alto actualmente, el IVA general, es del 16 por ciento, cuando el tipo medio de la Unión Europea es del 20 por ciento.
España está hoy a la cabeza de Europa en los servicios de infraestructuras y entre los primeros en prestaciones sociales. Sostener este nivel implica gastos, y para ello es necesario efectuar un esfuerzo, más cuando bajan los ingresos. El impacto de la subida de este impuesto indirecto en el consumo ha de ser mínimo, tanto por su escasa cuantía como por el carácter inelástico al consumo de los bienes que grava.
Con la subida de dos puntos del IVA general y de un punto del reducido a partir del mes de julio de este año, España recaudará más de 5.000 millones de ingresos para dar respuesta a las necesidades de gasto y estabilidad al sistema fiscal. En febrero de 2009, la fundación del PP, FAES, ya apostaba por subir el IVA. Por eso son difíciles de entender la llamada al “rebelión fiscal” realizada por la presidenta de la Comunidad de Madrid; o la afirmación de que el PP, donde gobierna, no sube gastos y reduce los impuestos. Basta centrarse en Madrid y Valencia para comprobar que son las más endeudadas, con más despilfarro de gasto corriente y donde más han subido las tasas e impuestos. O si no que les pregunten a los madrileños cuánto les ha subido la tasa de recogida de basuras o el IBI.
Y es que una cosa es predicar y otra dar trigo. Lo que sí que ha quedado bien claro en este proceso es que algunos siguen en la línea de “todo vale con tal del llegar al poder”. Lo que pone de manifiesto, una vez más, su actitud de “irresponsabilidad” frente a la crisis económica que padecemos todos los españoles. ¡Vamos!, como si no fuera con ellos.
domingo, 14 de marzo de 2010
Insonorización para los edificios y garantía operativa para los aeropuertos
El Senado rechazó, en su última sesión, todas las enmiendas al proyecto de ley que modifica la Ley de Navegación Aérea, que proviene del Congreso. De esta forma, la ley va directamente al BOE y, de esta manera, se quiebran las pretensiones del PP de retrasar su puesta en marcha y dejar en “inseguridad jurídica” al aeropuerto de Barajas cuando trabaja en configuración Sur. Esta situación hubiese supuesto poner en peligro 45.000 puestos de trabajo, la futura fusión de Iberia con la British y tirar por la borda gran parte de la inversión de 6.000 millones de euros que promovió el ministro Cascos, sin consultar a nadie. Ni a los ayuntamientos colindantes, ni a la comunidad autónoma, ni a los vecinos.
Por suerte, aunque no nos ha sido fácil, el PSOE ha contado con el apoyo de CiU, PSC, ERC, CC y gran parte del Grupo Mixto, no así de IU, PNV y BNG. Se dio la paradoja de que estos últimos partidos presentaron una enmienda transaccional orientada a quebrar la Disposición Transitoria que reconoce los derechos de los ciudadanos garantizando la irretroactividad, conforme el artículo 9.5 de la CE, y configurando y dando contenido al derecho de los ciudadanos con respecto al ruido en el entorno de los aeropuertos, para que los jueces tengan un criterio claro a la hora de juzgar que permita garantizar la igualdad de todos los españoles con independencia del territorio donde vivan.
Gracias a esta ley, se adelanta en 10 años la aplicación de las servidumbres acústicas en aquellas poblaciones en el entorno de los aeropuertos donde no se cumplan los objetivos de calidad sonora en el interior de los edificios – ahora, 65 decibelios-. Para ello, AENA llevará a cabo las reformas estructurales e insonorización de los edificios de esas zonas, que, por lo general, son de una calidad media y corresponden a familias humildes. El Estado invertirá más de 80 millones de euros en este proyecto. Una apuesta clara por la defensa de los ciudadanos.
La ley prevé también indemnizar a los municipios que se encuentren en el área de servidumbre acústica, así como establecer mecanismos que permitan a las autoridades y gestores aeroportuarios efectuar un seguimiento continuo para verificar que se cumplen los niveles de ruido determinado por la legislación. Asimismo, se constituye una Comisión Mixta, integrada por la Administración General del Estado, la Comunidad Autónoma y los ayuntamientos, que informará preceptivamente los planes de acción para hacer efectivas las actuaciones necesarias para garantizar los niveles de ruido y denunciar incumplimientos.
El PP ha vuelto a manifestar, en la tramitación de esta ley en el Senado, una irresponsabilidad manifiesta. Después de apoyar la tramitación en el Congreso, en la Cámara Alta se ha opuesto frontalmente. Tenía como objetivo ganar tiempo para que se aplicase el auto de Santo Domingo, sin criterio gubernativo alguno, lo que hubiese supuesto la pérdida de 45.000 puestos de trabajo y que el aeropuerto hubiese trabajado con 45 movimientos-hora, frente a los 78 actuales. En fin, ya se sabe, para el PP cuanto peor mejor, porque cree que, de esa manera, el señor Rajoy podrá alcanzar más fácilmente La Moncloa. Eso tiene un nombre: irresponsabilidad. España no se merece esto, y los españoles tampoco. Por suerte para ellos la cordura se ha impuesto en el Senado. Si la ley se hubiera devuelto al Congreso, todo indica que el otro PP hubiese provocado su vuelta al Gobierno.
Por suerte, aunque no nos ha sido fácil, el PSOE ha contado con el apoyo de CiU, PSC, ERC, CC y gran parte del Grupo Mixto, no así de IU, PNV y BNG. Se dio la paradoja de que estos últimos partidos presentaron una enmienda transaccional orientada a quebrar la Disposición Transitoria que reconoce los derechos de los ciudadanos garantizando la irretroactividad, conforme el artículo 9.5 de la CE, y configurando y dando contenido al derecho de los ciudadanos con respecto al ruido en el entorno de los aeropuertos, para que los jueces tengan un criterio claro a la hora de juzgar que permita garantizar la igualdad de todos los españoles con independencia del territorio donde vivan.
Gracias a esta ley, se adelanta en 10 años la aplicación de las servidumbres acústicas en aquellas poblaciones en el entorno de los aeropuertos donde no se cumplan los objetivos de calidad sonora en el interior de los edificios – ahora, 65 decibelios-. Para ello, AENA llevará a cabo las reformas estructurales e insonorización de los edificios de esas zonas, que, por lo general, son de una calidad media y corresponden a familias humildes. El Estado invertirá más de 80 millones de euros en este proyecto. Una apuesta clara por la defensa de los ciudadanos.
La ley prevé también indemnizar a los municipios que se encuentren en el área de servidumbre acústica, así como establecer mecanismos que permitan a las autoridades y gestores aeroportuarios efectuar un seguimiento continuo para verificar que se cumplen los niveles de ruido determinado por la legislación. Asimismo, se constituye una Comisión Mixta, integrada por la Administración General del Estado, la Comunidad Autónoma y los ayuntamientos, que informará preceptivamente los planes de acción para hacer efectivas las actuaciones necesarias para garantizar los niveles de ruido y denunciar incumplimientos.
El PP ha vuelto a manifestar, en la tramitación de esta ley en el Senado, una irresponsabilidad manifiesta. Después de apoyar la tramitación en el Congreso, en la Cámara Alta se ha opuesto frontalmente. Tenía como objetivo ganar tiempo para que se aplicase el auto de Santo Domingo, sin criterio gubernativo alguno, lo que hubiese supuesto la pérdida de 45.000 puestos de trabajo y que el aeropuerto hubiese trabajado con 45 movimientos-hora, frente a los 78 actuales. En fin, ya se sabe, para el PP cuanto peor mejor, porque cree que, de esa manera, el señor Rajoy podrá alcanzar más fácilmente La Moncloa. Eso tiene un nombre: irresponsabilidad. España no se merece esto, y los españoles tampoco. Por suerte para ellos la cordura se ha impuesto en el Senado. Si la ley se hubiera devuelto al Congreso, todo indica que el otro PP hubiese provocado su vuelta al Gobierno.
domingo, 7 de marzo de 2010
Castilla y León necesita un 1 por ciento cultural
El patrimonio histórico, artístico y monumental de Castilla y León es el principal tesoro de la Comunidad. Refleja su historia, las costumbres de sus gentes y su riqueza cultural y artística. No se puede valorar en dinero. Su rehabilitación y conservación debe formar parte del compromiso con nuestro pueblo y antepasados. Sin embargo, no es oro todo lo que reluce. Castilla y León no cuenta con una herramienta propia como el 1 por ciento cultural, que permita detraer fondos de las obras públicas que sobrepasen un cierto valor para la rehabilitación y mantenimiento de su patrimonio.
Catedrales, monasterios, palacios, iglesias y otros muchos monumentos y obras artísticas se han rehabilitado en estos últimos años. En estos trabajos han participado tanto el Gobierno de España como la Junta de Castilla y León. Los fondos del 1 por ciento cultural del Gobierno de España han contribuido, con sus actuaciones, a rehabilitar estos bienes. El patrimonio de Castilla y León es muy amplio e intenso. Se necesitan más actuaciones para garantizar su buen estado; y también se requieren programas de mantenimiento que eviten el deterioro progresivo de su estado. De nada sirve rehabilitar si después no se mantiene.
El Estatuto de Autonomía, en su artículo 70.31.d, establece como competencia exclusiva el patrimonio histórico artístico de Castilla y León. Ya han pasado ocho años desde que la Junta aprobó la Ley de Patrimonio, sin que hasta el momento se haya articulado el desarrollo del 1 por ciento cultural autonómico. La Junta se ha negado en reiteradas ocasiones a desarrollarlo, a pesar de que el grupo socialista se lo ha solicitado varias veces en sede parlamentaria. El resultado es que gran parte del patrimonio de Castilla y León se encuentra abandonado por quien tiene el deber de rehabilitarlo y mantenerlo, que es la Junta; y sólo la aportación del Estado contribuye sustancialmente a su mantenimiento. Una posición irresponsable y que pone de manifiesto, una vez más, la inconsistencia de las políticas del PP.
La política en materia de patrimonio del PP en Castilla y León se limita a reivindicar permanentemente la colaboración del Estado, a pesar de tener competencias exclusivas. Así, esta misma semana el senador y presidente del PP en Segovia, en una moción presentada en la Comisión de Cultura de la Cámara Alta, tachaba al Gobierno de España de tener abandonado el patrimonio de Segovia y reclamaba actuaciones del 1 por ciento cultural del Estado para las Murallas de la ciudad, el Acueducto, el Teatro Cervantes, la rehabilitación del barrio de La Judería, y alguna que otra actuación más.
Se da la circunstancia de que es el Gobierno socialista el que tiene actuaciones en ejecución o presupuestadas en todos estos monumentos o conjuntos artísticos, en el ámbito de colaboración con las administraciones locales, a pesar de que la Junta es la administración competente en la materia y debe velar por su estado y mantenimiento.
El Estado, en estos momentos en Segovia, está trabajando en el ámbito del patrimonio. Cuenta con los siguientes programas de actuación: rehabilitación de las murallas de la ciudad de Segovia; mantenimiento del Acueducto; rehabilitación del barrio de La Judería; rehabilitación del Teatro Cervantes; rehabilitación de la Casa de la Moneda; rehabilitación de las Murallas de Cuéllar y de la iglesia mudéjar de Samboal. Son actuaciones que superan los 10 millones de euros. Pero con cargo al 1 por ciento se han llevado acabo otras importantes actuaciones en los últimos años.
La actuación de la Junta en Segovia se limita, en estos momentos, a la rehabilitación de la Casa Rectoral o la iglesia de Santiago en Turégano, cuyo presupuesto no llega al millón de euros. Mientras tanto, la iglesia de La Trinidad amenaza ruina y la iglesia de San Millán, joya del románico, requiere una rehabilitación urgente. El PP lo único que ha hecho a sido reclamar al Estado que acometa cuanto antes estas actuaciones.
La política del PP en materia de patrimonio en Segovia es extrapolable a toda la Comunidad. En lugar de contar con un plan director para la rehabilitación y el mantenimiento de su rico patrimonio, y de articular herramientas como el 1 por ciento cultural, prefiere hacer dejación de sus funciones e ir llorando por las esquinas. Es una forma de gobernar que no se merecen los castellanos y leoneses; y, mucho menos, que se les intente engañar y confundir con el marco competencial.
Catedrales, monasterios, palacios, iglesias y otros muchos monumentos y obras artísticas se han rehabilitado en estos últimos años. En estos trabajos han participado tanto el Gobierno de España como la Junta de Castilla y León. Los fondos del 1 por ciento cultural del Gobierno de España han contribuido, con sus actuaciones, a rehabilitar estos bienes. El patrimonio de Castilla y León es muy amplio e intenso. Se necesitan más actuaciones para garantizar su buen estado; y también se requieren programas de mantenimiento que eviten el deterioro progresivo de su estado. De nada sirve rehabilitar si después no se mantiene.
El Estatuto de Autonomía, en su artículo 70.31.d, establece como competencia exclusiva el patrimonio histórico artístico de Castilla y León. Ya han pasado ocho años desde que la Junta aprobó la Ley de Patrimonio, sin que hasta el momento se haya articulado el desarrollo del 1 por ciento cultural autonómico. La Junta se ha negado en reiteradas ocasiones a desarrollarlo, a pesar de que el grupo socialista se lo ha solicitado varias veces en sede parlamentaria. El resultado es que gran parte del patrimonio de Castilla y León se encuentra abandonado por quien tiene el deber de rehabilitarlo y mantenerlo, que es la Junta; y sólo la aportación del Estado contribuye sustancialmente a su mantenimiento. Una posición irresponsable y que pone de manifiesto, una vez más, la inconsistencia de las políticas del PP.
La política en materia de patrimonio del PP en Castilla y León se limita a reivindicar permanentemente la colaboración del Estado, a pesar de tener competencias exclusivas. Así, esta misma semana el senador y presidente del PP en Segovia, en una moción presentada en la Comisión de Cultura de la Cámara Alta, tachaba al Gobierno de España de tener abandonado el patrimonio de Segovia y reclamaba actuaciones del 1 por ciento cultural del Estado para las Murallas de la ciudad, el Acueducto, el Teatro Cervantes, la rehabilitación del barrio de La Judería, y alguna que otra actuación más.
Se da la circunstancia de que es el Gobierno socialista el que tiene actuaciones en ejecución o presupuestadas en todos estos monumentos o conjuntos artísticos, en el ámbito de colaboración con las administraciones locales, a pesar de que la Junta es la administración competente en la materia y debe velar por su estado y mantenimiento.
El Estado, en estos momentos en Segovia, está trabajando en el ámbito del patrimonio. Cuenta con los siguientes programas de actuación: rehabilitación de las murallas de la ciudad de Segovia; mantenimiento del Acueducto; rehabilitación del barrio de La Judería; rehabilitación del Teatro Cervantes; rehabilitación de la Casa de la Moneda; rehabilitación de las Murallas de Cuéllar y de la iglesia mudéjar de Samboal. Son actuaciones que superan los 10 millones de euros. Pero con cargo al 1 por ciento se han llevado acabo otras importantes actuaciones en los últimos años.
La actuación de la Junta en Segovia se limita, en estos momentos, a la rehabilitación de la Casa Rectoral o la iglesia de Santiago en Turégano, cuyo presupuesto no llega al millón de euros. Mientras tanto, la iglesia de La Trinidad amenaza ruina y la iglesia de San Millán, joya del románico, requiere una rehabilitación urgente. El PP lo único que ha hecho a sido reclamar al Estado que acometa cuanto antes estas actuaciones.
La política del PP en materia de patrimonio en Segovia es extrapolable a toda la Comunidad. En lugar de contar con un plan director para la rehabilitación y el mantenimiento de su rico patrimonio, y de articular herramientas como el 1 por ciento cultural, prefiere hacer dejación de sus funciones e ir llorando por las esquinas. Es una forma de gobernar que no se merecen los castellanos y leoneses; y, mucho menos, que se les intente engañar y confundir con el marco competencial.
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