Por fin ha concluido el curso parlamentario correspondiente al segundo periodo de sesiones de 2009 y primero de 2010. ¡Qué duro! Al menos para mí; pero, ¡qué espléndido!, profesionalmente. La verdad es que me lo he currado. Cada ley ha supuesto muchas, muchas horas de trabajo –he llevado seis en este curso-, en muchos casos, después de leer todo lo habido y por haber, hablar con colectivos, intercambiar impresiones con técnicos, entrevistas con diputados, senadores y letrados. Y una vez formado el criterio hay que preparar los turnos a favor, en contra, las enmiendas y portavoces, y a la vez la negociación con otros grupos. Una tarea ardua.
De las leyes de este curso recordaré siempre la modificación de la Ley de Navegación Aérea en lo concerniente al ruido o la Ley de Controladores Aéreos. En ambas conseguí las mayorías suficientes para que no volviesen al Congreso, pero en la primera se partía de 101 votos y eran necesarios 132. Cada voto más era una misión imposible, pero llegamos. O las presiones en la Ley de Controladores o de la Ley de Puertos no fueron fáciles. Tampoco se quedaron atrás, por su dificultad técnica, la del Servicio Geográfico o la de Contratos. Sin olvidar el trabajo de coordinación con mis compañeros de la Comisión de Fomento de la Ley de Presupuestos. ¡Vaya curre! El número de enmiendas en la mesa superaba con creces mi visual. Casi 2.000. Pero me alegro. He disfrutado y aprendido muchísimo.
Para un portavoz del partido del Gobierno las mociones se pueden convertir en una pesadilla. Más, cuando el Gobierno no quiere que presentes ninguna y la Dirección del grupo te urge algún tema actual y de interés para debatir y tramitar. Después de dar muchas vueltas y limar aristas he conseguido presentar cuatro mociones en pleno, darlas contenido técnico, y sacarlas por unanimidad. Fomento ha sido la comisión que más mociones ha tramitado en pleno. En comisión el trabajo ha ido por la misma línea. Hemos hecho un gran equipo, y prácticamente todos los senadores de la Comisión de Fomento han intervenido en el pleno.
No puedo olvidar la Comisión Mixta del Tribunal de Cuentas. Aquí, siendo viceportavoz, me ha tocado hacer de malo. De hecho, el presidente del Tribunal de Cuentas –TC- no ha admitido de muy buen grado mis valoraciones sobre los dictámenes del tribunal; lo mismo les ha pasado a los del grupo popular. Pero nos guste o no nos guste, a veces el Tribunal de Cuentas está a dos velas, como ha pasado en el caso Gürtel; o utiliza una mecánica excesivamente burocrática e ineficaz. Yo siempre apostaré por un nuevo enfoque de los trabajos de auditoría.
La coordinación territorial me ha llevado también bastante tiempo. Es un foro magnífico para el intercambio de ideas, pero, sobre cada tema semanal, al final hay que escribir y hacer propuestas, previa consulta de los senadores de mi territorio. Como me gusta participar, lo he hecho activamente.
Con las preguntas orales he tenido mala suerte. Semana tras semana he preparado dos, tres o incluso cuatro preguntas orales para el Gobierno, pero el Gobierno no ha entendido cómo el grupo que le da sustento le quiere controlar. Así que mi gozo en un pozo, aunque participo de la idea del Gobierno, la dinámica y competencia parlamentaria lleva a estas contradicciones.
En ningún momento he olvidado las preguntas escritas. Eran oportunas para impulsar los temas abiertos. Nunca entenderé las preguntas a las que nos tienen acostumbrados algunos senadores del PP, más orientadas a las estadísticas que a otras cosas. Todo un insulto a la inteligencia.
Pero los jueves hay que cambiar el chip. El partido pide dedicación, ideas, impulso, presencia mediática… En este curso político he sacado 92 notas de prensa y 20 ruedas de prensa. Un trabajo difícil, y poco agradecido.
Agosto es el momento de planificar el nuevo curso y de visitar las diferentes agrupaciones y municipios de la provincia. Esto es la política. Tengo la sensación de que no siempre se entiende y mucho menos se comprende. Yo me debo a mis ciudadanos por eso, esta semana, por segundo año consecutivo, presentaré ante los medios de comunicación segovianos y ante la Dirección del grupo mi balance de actividad. Quiero agradecer especialmente a todos aquellos que me han echado una mano en la mejora de los textos. Gracias.
3 comentarios:
¡Jo tío! ¡Qué pasada! Enhorabuena, pero así no llegas a viejo. ¡ Cuídate!
Por cierto, ¿Qué han hecho Juana Borrego o Beatriz escudero? ¡Que lo cuenten!
Un beso
Ana
Y Paco Vázquez, ¿qué narices ha hecho? Claro que con tanto lío que tiene...
Enhorabuena, senador. Aunque creo que lo estamos los ciudadanos. Ánimo, que después del verano hay mucho por hacer, seguro. Coja usted fuerzas. Pero, por lo que veo, tampoco está descansando en agosto...
Muchas gracias Sr Gordo, por informarnos, a los votantes, de cual ha sido su actividad. Todos los trabajadores, estamos obligados a rendir cuentas de lo que hacemos a nuestros superiores. En el caso de los políticos, además tienen que hacerlo a los ciudadanos que son los que los han elegido,y que realmente no sabemos en que invierten su tiempo, por el que les pagamos un buen salario.
Debería ser una cuestión que los propios partidos políticos exigieran, aunque supongo que no les interesa, porque a lo mejor sobraban algunos que no hacen nada.
Me gustaria que esto se produjera en el resto de compañeros de cualquier signo político.
Mi enhorabuena por su trabajo y espero que esto despierte la inquietud del resto de políticos.
Un saludo
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