El
recorrido es duro, muy duro. Cuenta con tres subidas prolongadas: la primera
desde la salida hasta El Sotillo, en La Lastrilla, de tres kilómetros; la
segunda comienza en la Casa de la Moneda, Km 7,
junto al monasterio de El Parral, y termina en la Plaza Mayor, con una
distancia de casi tres kilómetros y bastante dura; y, por último la tercera
subida, desde el kilómetro 11, por Ezequiel González y Conde Sepúlveda, hasta
el 14, en Nueva Segovia. Los últimos cinco kilómetros son de bajada continua e
importante, en algún tramo. Un ‘rompepiernas’ que vale la pena vivir al menos
alguna vez, pues conjuga la belleza del deporte con la contemplación del patrimonio de la ciudad
y su belleza paisajística.
Para
mí era la sexta carrera. Sí puedo tardaré tiempo en perdérmela. Hoy no hice
buen tiempo -2h y 18 min-, pero tampoco sufrí. Me faltaba preparación. Para
correr la media maratón segoviana hay que salir a entrenar al menos tres días a
la semana, variando potencia con resistencia. Yo he llegado con un día a la
semana, por consiguiente no puedo quejarme.
La
organización, un año más, ha sido de 10. Desde la señalización y entrega de
material hasta el desarrollo de la carrera. El trabajo desinteresado de
Fernando Correa y Carretero, junto a su equipo, ha dado sus frutos.
¡Enhorabuena! Y gracias. Nos veremos de nuevo en la VII, si no ocurre nada.