domingo, 25 de marzo de 2012

La VI Media Maratón de Segovia

El domingo 25 se ha celebrado la VI Media Maratón en la ciudad de Segovia. Han participado unos 4.000 corredores. Con un tiempo espléndido, la ciudad de Segovia ha lucido sus mejores galas para recibir a los ‘mediomaratonianos’ venidos de toda la geografía española. La salida en el Acueducto, este año de crisis, no contó con los paracaidistas, pero las calles estuvieron repletas de público a lo largo de todo el recorrido. Un público que continuamente nos animaba a los que veíamos el espectáculo desde dentro de la carrera.

El recorrido es duro, muy duro. Cuenta con tres subidas prolongadas: la primera desde la salida hasta El Sotillo, en La Lastrilla, de tres kilómetros; la segunda comienza en la Casa de la Moneda, Km 7,  junto al monasterio de El Parral, y termina en la Plaza Mayor, con una distancia de casi tres kilómetros y bastante dura; y, por último la tercera subida, desde el kilómetro 11, por Ezequiel González y Conde Sepúlveda, hasta el 14, en Nueva Segovia. Los últimos cinco kilómetros son de bajada continua e importante, en algún tramo. Un ‘rompepiernas’ que vale la pena vivir al menos alguna vez, pues conjuga la belleza del deporte con  la contemplación del patrimonio de la ciudad y su belleza paisajística.

Para mí era la sexta carrera. Sí puedo tardaré tiempo en perdérmela. Hoy no hice buen tiempo -2h y 18 min-, pero tampoco sufrí. Me faltaba preparación. Para correr la media maratón segoviana hay que salir a entrenar al menos tres días a la semana, variando potencia con resistencia. Yo he llegado con un día a la semana, por consiguiente no puedo quejarme.

La organización, un año más, ha sido de 10. Desde la señalización y entrega de material hasta el desarrollo de la carrera. El trabajo desinteresado de Fernando Correa y Carretero, junto a su equipo, ha dado sus frutos. ¡Enhorabuena! Y gracias. Nos veremos de nuevo en la VII, si no ocurre nada.


   

domingo, 18 de marzo de 2012

Soberanía y credibilidad

El pasado 2 de marzo el Gobierno aprobó el techo de gasto, con un objetivo de reducción del déficit menor del previsto por el Pacto de Estabilidad de la Unión Europea para España en 2012. Así, del 4,4 por ciento previsto se pasaba al 5,8 por ciento. Con esta decisión Rajoy asumía la tesis del Rubalcaba de que era necesario flexibilizar el déficit público, que ya le expuso tanto en el debate electoral en RTVE como en el debate de investidura. Ante esta decisión, Rajoy sacó pecho en defensa de la soberanía de España.
La decisión fue acompañada de grandes palabras grandilocuentes. El PP, con Rajoy como portavoz, recordó a los españoles que, con el nuevo Gobierno popular, España es un país soberano, que no está al dictado de Europa y defiende lo que nos interesa. Ya Aznar, en la precampaña electoral, había declarado que España era un país intervenido por la UE. Las declaraciones de Rajoy no hacían más que poner en valor un nuevo estilo de gobierno y reafirmar el patriotismo español. Sin embargo, “dura poco la alegría en casa del pobre”.
El 12 de marzo Europa le dijo al Gobierno de Rajoy que rebajaba el objetivo de déficit público del 5,8 por ciento aprobado por el Consejo de ministros dentro del cuadro macroeconómico al 5,4 por ciento. La soberanía que día antes habían vendido los populares al pueblo español se volatizaba en cuestión de segundos sin ningún tipo de reacción por los populares, y lo que es peor la decisión soberana del Eurogrupo suponía a los españoles 5.000 millones de euros más de recortes. Una mala noticia que viene a asfixiar aún más a los españoles que se someten día a día a la subida de impuestos, la política de despidos y la falta de medidas para reactivar la economía española, que está imponiendo el Gobierno del PP.
La propaganda y el marketing que practican los populares son malos compañeros de viaje en la acción de gobierno. No hace mucho tiempo Rajoy decía: “Hoy nos dan órdenes, nos dicen lo que tenemos que hacer. Esto no había ocurrido nunca en la historia de España y yo os aseguro que no volverá a ocurrir nunca, porque el PP hará las cosas como hay que hacerlas(Rajoy. 5 de junio de 2010). Ahora la situación es muy diferente. Las palabras huecas no sirven para gobernar y los indicadores de confianza de la economía española caen en picado.
Desde noviembre de 2011 hasta hoy han caído los indicadores de confianza económica y de consumo de los españoles. El índice de confianza del consumidor ha bajado 10 puntos en un solo mes. El estudio del CIS refleja tanto la brusca caída de la confianza como las menores expectativas de los ciudadanos, que han perdido 21 puntos, desde noviembre de 2011. Y esto ocurre gobernando el PP. Ellos que decían tener la recta para sacar a España de la crisis demuestran día a día que están desbordados por la situación. Ya no sólo es preocupante que el ministro de Economía reconozca que al final de este año habrá 600.000 parados más, sino que, más allá de las medidas drásticas de ajuste, no se atisba ni por asomo que el Gobierno del PP tenga en cartera un plan de dinamización económica. Ideas lo que se dice ideas, no se ven.

Ahora que el sentido patriótico de la soberanía de los populares se ha esfumado y las recetas que decían tener contra la crisis en caso de gobernar no parecen existir, el Ejecutivo del PP ha de buscar urgentemente un programa de gobierno alternativo a sus planes de ajuste fiscal. De lo contrario, su credibilidad se irá como vino.  
 

lunes, 12 de marzo de 2012

Del 11-M al 29-M: huelga por manifestación

El 11-M es un día de recuerdo de las víctimas que cruelmente fueron asesinadas por los atentados “yihadistas” de los trenes en 2004 en Madrid. En todas las manifestaciones sindicales contra la reforma laboral convocadas este 11-M se han recordado dignamente, como corresponde. La derecha ha intentado demonizar la convocatoria sindical por coincidir con tan señalada fecha, pero le ha salido el tiro por la culata. La derecha da siempre al 11-M un carácter utilitarista. En estos días, el fiscal general del Estado ha ordenado abrir diligencias para demostrar la tesis del diario El Mundo y de algunos obsesos de que los atentados los cometió ETA. Eso sí que es respeto a las víctimas..., y no lo que han hecho los sindicatos convocando la manifestación.

La manifestación del 11-M, en contra de lo esperado, ha resultado ser un éxito. Éramos muchos los que creíamos que esta concentración solo contribuiría a debilitar la presencia en las calles de las muchas personas que están indignadas con el PP y sus políticas, pero no ha sido así. Hemos sido muchos los que hemos estado en las calles manifestando nuestra indignación contra la quiebra de los derechos constitucionales y los despidos que impone esta reforma.

Para el próximo día 29-M, las organizaciones sindicales han convocado una huelga general. Hay razones muy sólidas para hacerla. Un día de huelga supone grandes pérdidas económicas. No se lo puede permitir el bolsillo un gran mayoría de los trabajadores fijos y funcionarios de este país; menos los contratados y eventuales con la reforma laboral del PP. Pueden estar al día siguiente en la calle. Sin embargo, la movilización es necesaria. El PP tiene que saber que la mayoría absoluta no le da carta blanca para hacer lo que quiera.

La huelga general del 29 presenta dificultades objetivas. Puede transmitir un mensaje de debilidad de la sociedad civil al PP que no se corresponde con la realidad. Si algo han puesto de manifiesto las manifestaciones celebradas hasta el momento es la indignación de los españoles con el Gobierno del PP. Para que la indignación no pierda fuerza y el Gobierno del PP rectifique es necesario no fracasar. Lo mejor sería reconvertir la huelga general en una o varias concentraciones que se celebren en domingo para demostrar al PP que con los trabajadores y con los españoles no se juega.

En todo caso, la huelga la convocan los sindicatos y es a ellos a quienes corresponden decidir. Hemos de respetar el derecho a esta medida de protesta, que no es más que el reflejo del malestar de una buena parte de la sociedad con las medidas del Gobierno en materia laboral. 





lunes, 5 de marzo de 2012

RTVE como objetivo


El modelo de servicio público de radio televisión pública impulsado por los socialistas ha funcionado y ha funcionado bien. Al menos así se desprende por los resultados alcanzados en los últimos años. La 1 es líder en audiencia y el grupo en su conjunto se sitúa en los primeros lugares en audiencia, y a la cabeza en calidad, credibilidad y valoración por parte de la ciudadanía. Sus informativos son los más vistos y valorados. Prueba de ello son los premios que han recibido los informativos de TVE en estos años.

Nopiensa igual el PP. En la última Comisión de Control de RTVE celebrada la semana pasada, siguiendo la línea editorial marcada previamente por el diario ABC y otros grupos mediáticos afines, los diputados del PP cuestionaron la imparcialidad y la neutralidad de la radio televisión pública. Así el portavoz del PP afirmó "No puede ser que los intereses de los menos se confundan con el de todos los españoles, en favor de intereses políticos de quienes ya no gobiernan". Anuncian pues “tambores de guerra”. Su mayoría absoluta les permitirá cambiar la ley e imponer el monopolio del mensaje único, el suyo. Sin duda, en la Comisión de Control de RTVE ya han dado los primeros pasos para limitar las intervenciones de los grupos minoritarios. Cuando gobierna la derecha, gobierna. Y eso de los equilibrios y el consenso son pamplinas para el PP. 

El Gobierno ya ha movido ficha en RTVE. Han decretado la no disponibilidad de 204 millones de euros del presupuesto ordinario de la Corporación. Un presupuesto de 1.200 millones de euros de los que un tercio forman parte de la subvención de los Presupuestos Generales del Estado. Un golpe de muerte que hace imposible la viabilidad del modelo de servicio público de RTVE. Solo es posible recortar en el tercio correspondiente a la programación y esto conlleva modificar la parrilla y disminuir su calidad, lo que de hecho se está produciendo ya. La conclusión inmediata es que la 1 bajará su actual tasa de audiencia ahora superior al 14 por ciento, por debajo de dos dígitos y canales como TDP y Clan tendrán muy difícil su supervivencia. Más si tenemos en cuenta que este año hay olimpiadas y su coste asciende a más de 70 millones de euros.

El ministro de Hacienda ha afirmado, ante una pregunta parlamentaria en pleno formulada por mí mismo, que mantendrán el actual modelo público de RTVE. Sin embargo, sus palabras están huecas. Ya no solo por el recorte de los 204millones de euros, sino porque ya han promovido una reforma de la Ley de Comunicación Audiovisual –LCA- que posibilita la edición y reproducción de los informativos por terceros; y estos últimos días han integrado el órgano que contempla la LCA para garantizar la independencia, neutralidad e imparcialidad de la radio televisión pública, el Consejo Estatal de Medios Audiovisuales –CEMA- en el órgano multiregulador recientemente creado. Un órgano de carácter económico propuesto por el Gobierno, a diferencia del modelo socialista en el que la propuesta correspondía al Congreso de los Diputados. Se ha gubernamentalizado el control, lo que es tanto como poner al “zorro a guardar gallinas”.

El PP lo tiene claro. Su objetivo es controlar RTVE y desmantelar el modelo público, aunque diga lo contrario. Para ello, ha reducido el presupuesto y desvirtuado los órganos de control. La caída de audiencia hará el resto. Con un objetivo añadido: el reparto de la tarta económica para los grupos amigos. En la medida en que caiga la audiencia de la pública más valor tendrá la publicidad en otros medios. Sin olvidar la traslación del pensamiento único, lo que define muy bien el comentario del portavoz del PP en la última comisión de control: “Cuesta reconocer en TVE quien gobierna en España”.