sábado, 27 de octubre de 2012

Malestar e indignación

Sí, eso es lo que sentimos la mayor parte de los segovianos de buena fe ante el asunto de Caja Segovia. En menos de dos años hemos visto cómo se esfumaba el patrimonio de la que era “la nuestra”, nuestra Caja, a la vez que “orgullo de los segovianos”, pero también cómo se dilapidaba la Obra Social que ha desempeñado una importante labor social y cultural en nuestra provincia, en especial para los municipios más pequeños y las personas más necesitadas.

La integración de Caja Segovia en el Sistema Institucional de Protección –SIP-, que al final ha desembocado en la absorción por el grupo encabezado por Caja Madrid en Bankia, ha sido atropellada, mal gestionada, confusa y sin unos objetivos claros, como ya denuncié en su momento. La responsabilidad es de todo su equipo directivo y también de los consejeros implicados de forma directa o indirecta en la gestión.

En la gestión de Caja Segovia ha habido claros indicios de deslealtad en la Administración de la Entidad por parte del anterior equipo directivo, del que se puede derivar responsabilidad subsidiaria para el antiguo Consejo de Administración con la información que se va conociendo
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Esta valoración se sustenta en la legislación que protege a las sociedades de la actuación desleal y del ejercicio abusivo de sus funciones por parte de los administradores, ya que en el caso de Caja Segovia se ha causado directamente un perjucio económico a la entidad como consecuencia de la actuación d equines han tenido la responsabilidad de dirección y administración de la misma.

Es indignante, y presuntamente punible, que ocho directivos de Caja Segovia, con pleno conocimiento de su situación patrimonial, e inmersos en una grave crisis económica, se hayan embolsado más de 35 millones de euros en conceptos de salarios, planes de pensiones y prejubilaciones. Tampoco se puede entender que Caja Segovia haya aportado más de 6.000 millones de euros a Bankia, y, sin embargo, haya tenido que avalar con el Torreón de Lozoya y otros bienes inmuebles de gran valor patrimonial e histórico la totalidad de las deudas tributarias de una empresa participada en un 50 por ciento por Caja Segovia, y solo unos días antes de proceder a la renovación del Consejo.

Es una situación que produce el rechazo social de los segovianos y que reclama justicia social y depuración de responsabilidades. Un dislate del ex presidente del Consejo y su equipo directivo, que deja sin margen de maniobra y condena al ostracismo a la Obra Social de Caja Segovia, que tan importantes servicios ha prestado y sigue prestando a los segovianos.








miércoles, 24 de octubre de 2012

Presupuestos en papel mojado


La falta de compromiso con Segovia constituye el factor común denominador de los presupuestos del Estado y de la Junta para 2013. En ambos, Segovia es el farolillo rojo  en materia de inversiones y transferencias de capital. Son presupuestos en papel mojado. Su cuantía es pírrica para las necesidades que presenta la provincia y la asignación de las diferentes partidas no recogen sus prioridades, con tintes de clientelismo político, como en el caso de la Junta. Como agravante, se da la circunstancia de que no se ejecutarán en el ejercicio corriente en su mayor parte. Aún seguimos sin conocer la ejecución presupuestaria del presente ejercicio. Ni la subdelegada del Gobierno, ni el delegado territorial de la Junta nos han explicado a los segovianos el nivel de ejecución presupuestaria de los presupuestos de 2012, que vendieron a bombo y platillo ellos mismos y los parlamentarios del PP.   

Con estos presupuestos no se reactivará la economía. Responden a todo lo contrario de lo que predicaron y vendieron. Se incrementa la presión fiscal y se reducen los gastos sociales, con un incremento notable de la Deuda Pública. Son unos presupuestos que generarán más recesión y paro. ¡Quiénes les han visto y quiénes les ven a los populares valorando los presupuestos! Si los socialistas les hubiésemos hecho caso cuando gobernábamos, hoy estaríamos en la ruina más absoluta. Todo gasto les parecía poco en el Estado; y la Junta siempre tenía el aliado perfecto para echar la culpa al entonces Gobierno socialista. En las inversiones y en los nuevos proyectos siempre se ponían las medallas, aunque la financiación viniese de Madrid; y las restricciones siempre eran nuestras. Practicaban el espíritu de la santa desvergüenza del que tanto hace gala algún portavoz popular en Segovia. Entre la situación actual y la anterior hay un punto de equilibrio que no lo tienen ninguno de ellos. Con estos presupuestos se complica la vida, y mucho, de quienes más lo necesitan.

Los presupuestos de la Junta, por segundo año consecutivo, vuelven a discriminar a Segovia. No solo no cubren las inversiones más básicas, sino que la asignación de las diferentes partidas presupuestarias es antojadiza; me imagino que siguiendo la afinidad política. En educación no asignan partida alguna al Instituto de San Lorenzo, y sí lo hacen en centros que no son tan prioritarios, impulsando nuevos equipamientos como son los CEOS, que están abocados al fracaso. Ocurre lo mismo en sanidad. Si hay alguna instalación prioritaria es el Centro de  Salud de Nueva Segovia. Pues ni un euro, a pesar de las promesas reiteradas año a año. Paradójicamente aparece una partida para la Catedral de Segovia, cuando hay un plan de catedrales y monasterios financiado por el 1 por ciento cultural desde el Gobierno de España –sin ninguna asignación para la Catedral de Segovia este año por primera vez-, y hay muchas iglesias y monumentos declarados bienes de interés cultural que necesitan con prioridad abordar su rehabilitación. En inversiones en carreteras, nada de nada. Ni tan siquiera la prometida Segovia-La Granja aparece.

El recorte en gastos sociales es significativo. Lo fue en los presupuestos del Estado y lo es en los presupuestos de la Junta. Parados, dependientes y becarios verán día a día cómo su ya maltrecha cuenta merma aún más, en el caso de que exista. La sensibilidad hacia los más desfavorecidos no es el punto fuerte de los populares, aunque intenten demostrar lo contrario, no computando la partida de Deuda Pública en el global de los presupuestos o mintiendo sobre las becas, como ha ocurrió con las cuentas del Estado.

De las inversiones previstas  por el Gobierno de España en Segovia, mejor no hablar. Son puramente testimoniales y no se van a materializar Para muestra un botón. La partida presupuestaria asignada a la SG-20 en 2012, 158.000 euros, no se ha ejecutado y para el próximo años se han presupuestado dos millones, a pesar de que los 68 millones de euros de su presupuesto de ejecución  no aparecen por ninguna parte. El tímido plan de infraestructuras del PP solo contempla la inversión, pero no la cuantifica ni la plurianualiza. En el mejor de los casos, se irá a 2024. Eso no les ha impedido a los senadores del PP hacer profesión de fe y mostrar su gratitud con esta partida. Se les ve perdidos. ¡Claro! Con tanto trabajo orgánico en su partido, debe ser normal.

Solo me resta pedir a los parlamentarios populares segovianos que defiendan los intereses de Segovia, con su presidente al frente. Que no tengamos que ser otros los que pidamos a la ministra de Fomento que dé prioridad a la SG-20, mientras otros se quedan atónitos y dan muestras de conformismo. Segovia necesita impulso y, para ellos, el gasto público es una gran herramienta de dinamismo económico y de creación de empleo. Solo les pido que pongan tanto entusiasmo en la defensa de Segovia como lo ponían cada vez que reclamaban más y más actuaciones al Gobierno socialista. Segovia sigue necesitando lo mismo o más; ellos parece ser que no.   


sábado, 20 de octubre de 2012

Escondiendo la cabeza

Si hay alguna responsabilidad política en la gestión de Segovia 21 esa es la del presidente del Partido Popular y actual presidente de la Diputación de Segovia, aunque ahora intente esconder la cabeza del problema y presentarse como salvador ante la opinión pública con el apoyo mediático de sus amigos. El proyecto societario de Segovia 21 nació con el apoyo e impulso del PP de Segovia en el año 2002, cuando ya era presidente Francisco Vázquez, bajo la tutela de dos gurús del PP al frente de dos importantes instituciones, la Diputación provincial, con Atilano Soto como presidente, y la Cámara de Comercio, con Jesús Postigo como presidente en ese momento y actual portavoz del PP en el Ayuntamiento de Segovia. Una sociedad constituida con una aportación de más de un millón de metros cuadrados de monte público protegido de alto valor paisajístico y natural de todos los segovianos, que ahora está en peligro de perdida y que depende del apoyo financiero de Bankia.

A esta situación nunca ha sido ajeno el PP, y menos su presidente actual, por mucho que nos quieran hacer ver lo contrario. Y más cuando una amplia mayoría de consejeros de la sociedad han sido destacados miembros del PP, cuyo presidente del Consejo era a su vez presidente de la Diputación durante estos años, lo que no le impedía rendir pleitesía y dirigirse al presidente de su partido como “mi presidente” en actos institucionales en la Diputación y hacer manifestaciones inquebrantables de lealtad.

Con una deuda de 20 millones de euros a esta fecha, unas deudas exigibles a corto plazo de 8 millones de euros, un activo disponible difuso y no concretado y una actividad societaria fundamentada en el sector inmobiliario y en el golf hacen presagiar un futuro poco halagüeño para Segovia 21, más cuando nos encontramos en un momento de clara depresión económica y con un valor patrimonial del suelo fuertemente a la baja. Podría terminar muy pronto en un concurso de acreedores, que no deseamos. Los perdedores en ese caso serían todos los segovianos.

Desde el 2002 hasta ahora se han cometido importante errores. El principal ha sido la asunción por la Diputación del desarrollo de un proyecto empresarial que no era su función y para el que no estaban preparados, y además con una práctica oscurantista, relegando el control político al ostracismo, como he tenido oportunidad de denunciar en múltiples ocasiones. Han carecido de un plan de negocio realista y han fundamentado su acción en el amiguismo y el clientelismo político, al margen del procedimiento legal que obliga a toda sociedad con mayoría pública, con retribuciones y contrataciones exorbitantes, así como un desprecio absoluto al medio ambiente, no propio de una institución pública.

Ahora, todos debemos trabajar duro y aportar ideas para sacar este proyecto adelante, para no perder lo que es de todos los segovianos. Pero se ha de plantear la oportunidad de una gestión indirecta con mecanismos de control públicos que garanticen la transparencia en la gestión, la consistencia de los planes de negocio y la eficiencia que hasta el momento no ha existido. Es el momento de depurar responsabilidades a todos aquellos que han actuado con deslealtad en la gestión de los recursos públicos confiados, con retribuciones y contratos que no estaban en correspondencia con la capacidad financiera y económica de la sociedad, bajo la premisa del respeto al principio de presunción de inocencia.

La responsabilidad política es clara y tiene nombres y apellidos. ¡No se esconda!


sábado, 13 de octubre de 2012

Españolear

¿Recuerdan al tertuliano Wert? Ese sociólogo que valoraba las encuestas electorales y participaba en tertulias de opinión política. A mí nunca me gustó. Me parecía inconsistente y oportunista. El tiempo me vino a dar la razón y todas sus miserias se han puesto de manifiesto a raíz de nombrarle ministro de Educación del Reino de España. ¡Casi na!

Esta semana ha tenido su momemto álgido cuando en el Congreso de los Diputados, en un turno de preguntas orales, espetó que había que “españolizar a los catalanes”. Yo estaba allí. La frase la pronunció al final de su intervención para reforzarla. No se le escapó, sin duda. ¿Por qué lo hizo? Para mí no hay ninguna duda: para llamar la atención y adquirir notoriedad, a la vez que apoyos personales en lo que él debe considerar el vivero de votos españolistas y del PP. A veces la simpleza pasa estas jugadas. Más cuando uno no acaba de encontrar su lugar y tiene convicciones firmes para posiciones cambiantes.

Le ocurre lo mismo que cuando se sienta en el escaño: cambia continuamente de postura y hasta de escaño, como en esa sesión. En otras situaciones es posible que se repita la misma escena. No es de extrañar, sobre todo si se comparte con una conversa, bien amueblada de ideas perversas y odio, que le pone la cabeza como un bombo. Así anda el pobre hombre, españoleando como cantaba Manolo Escobar en su canción.

Claro, que no nos dijo cómo iba a infundir los valores culturales y políticos del nacionalismo español a los catalanes. Como ministro de educación que es, estará pensando en recuperar la FEN -Formación del Espíritu Nacional-, aquella asignatura gloriosa del franquismo que algunos sufrimos para la formación en valores del nacionalismo español de aquella época y el estudio de los que después fueron las Leyes Fundamentales del Reino. El debate ha de proseguir, sin duda. Puede ser muy interesante conocer la senda de la nueva reconquista española en los valores que la caduca mayoría política del PP quiere infundir en Cataluña en su acción de gobierno.

Ya se sabe que “a perro flaco todo se le vuelven pulgas”, y a Wert no solo le reprueba el PSOE por su gestión al frente de la educación, sino que hasta el mismo monarca parece ser que ha pedido explicaciones a Rajoy, y el Príncipe ha recordado el Día de la Hispanidad que Cataluña no es un problema. Así las cosas, es mejor que este flagrante ministro se dedique a españolear como cuando hacía de tertuliano. Eso al fin y al cabo es su problema. Y es que a algunos el traje les viene muy ancho.





domingo, 7 de octubre de 2012

Compromiso con EFE

Los 70 años de historia de la agencia de noticias EFE le han permitido configurase como la cuarta más importante del mundo. Las delegaciones internacionales de EFE están consideradas como “segundas embajadas”. Es uno de los pilares de proyección de la imagen de España y de la defensa de sus intereses.

El pasado mes de junio la vicepresidenta del Gobierno de España, la Sra. Sáez de Santamaría, en el 90 aniversario de FAPE subrayó la contribución de la agencia EFE a la construcción de la “marca España” y desmintió que su capital informativo fuera a verse restringido. El expresidente de FAPE, Fernando González Urbaneja, en ese acto le pregunto sobre los planes del Gobierno para la agencia EFE. La vicepresidenta apuntó que se buscarían “sinergias con RTVE” y dijo textualmente: “Si en un punto no debemos restringir es en la capacidad que tiene la agencia EFE de vertebrar España y de transmitir una imagen seria y solvente”.

La realidad es muy distinta. La Dirección de EFE promovió un ERE que ponía sobre la mesa un ajuste de empleo que afectaba a 275 trabajadores de un total de 970. Al final se ha traducido en una reducción del la actividad laboral en un 50 por ciento para 189 trabajadores y otras muchas reducciones de jornada del 25 por ciento, así como bajas incentivadas y compromisos de jubilación anticipada. Un éxito, como lo ha calificado el presidente de EFE. Sin embargo, los hechos ponen de manifiesto la ausencia de un proyecto consistente para EFE que garantice su futuro, su prestigio y sostenibilidad financiera. Las palabras de la vicepresidenta devienen así en palabras huecas y ausencia de compromiso.

Efe es una sociedad anónima de capital público participado al cien por cien por la SEPI. Carece de una norma legal congruente, como exige la CE, que le defina como servicio público y le someta a un órgano regulador independiente y garantice así la independencia de su línea editorial. La situación de la empresa no obedece solo a la crisis general, y a la crisis de los medios de comunicación, sino también a la crisis de financiación claramente insuficiente. Desde 2009 ha entrado en perdidas. Los ingresos del mercado español han caído un 8,6 por ciento y las aportaciones del Estado, a través del Contrato del Servicios del Estado, han descendido en los tres últimos ejercicios. Los profesionales del periodismo han visto cómo se ha congelado su retribución en 2009, 2010 y 2011, y verán como se reducen sus retribuciones en 2012, gracias al “ERE exitoso”. Los colaboradores cobran 6,44 euros por pieza.

EFE necesita un compromiso de financiación pública por parte del Gobierno de España, como ocurre con otras agencias exitosas como France Press. A nuestra agencia de noticias y a sus trabajadores se les está exigiendo un esfuerzo muy superior al resto de las administraciones públicas. Una financiación insuficiente o escasa es el peor enemigo de la calidad de la información, más cuando se trata de un servicio público, aunque no esté expresamente recogido en una norma legal, como mandata la CE.

EFE necesita un “Plan de Viabilidad” a corto, medio y largo plazo. Un plan que no se fundamente sólo en recortes, sin más; sino en nuevos proyecto. Un plan proactivo, que aproveche los activos de mercado de EFE en el mundo y especialmente en América latina y el mundo árabe y que se sea capaz de corregir sus debilidades en el mundo anglosajón. Un plan que se fundamente en la especialización y que cuenta con la apuesta decidida del Gobierno de España

EFE es un vector excelente para potenciar la “marca España” en todo el mundo y especialmente en América Latina y el mundo árabe. Las aportaciones del Estado a EFE no constituyen un gasto sino una inversión de la que se pueden beneficiar no solo nuestras señas de identidad, sino muchas de nuestras empresas y ciudadanos.

El Gobierno de España ha de comprometerse e impulsar el proyecto de EFE buscando el equilibrio entre calidad, expansión y eficiencia, huyendo de la cicatería y la discriminación con otras actuaciones en el ámbito de la administración.




miércoles, 3 de octubre de 2012

El fiasco de Segovia 21


Segovia 21 puede terminar en un gran fiasco. ¡Ójala no! Pero todo apunta a que puede ser así. Si se confirman nuestros temores, los que terminarán perdiendo serán todos lo segovianos. No solo perderán el millón de metros cuadrados de monte rústico en un paraje envidiable, sino que soportarán el agravio de quienes pensaron que podían hacer un gran negocio urbanístico e inmobiliario aprovechando la belleza paisajística del paraje. Para ello, proyectaron un campo de golf, como reclamo, y después todo lo demás ligado al núcleo del negocio: chalets de lujo, edificios de alto standing, un hotel y un centro de negocio.

La idea parece ser que provenía de un promotor exitoso. Pronto se la compró el presidente Sr. Atilano Soto, del PP, antes presidente de la Diputación y en ese momento presidente de Caja Segovia, y para ello se pidió el concurso de otro destacado dirigente del PP, y presidente de la Cámara de Comercio, Jesús Postigo. La arquitectura del negocio estaba preparada. Nada más constituir la sociedad, casi sin solución de continuidad, la Cámara vendió las acciones a Caja Segovia, que incrementó su participación en sucesivas ampliaciones. El promotor de la idea y gestor de la misma, constituyó una sociedad que facturaba por la gestión 600.000 euros anuales más un porcentaje superior al 3 por ciento de las transacciones inmobiliarias. La Diputación tenía la mayor participación en la sociedad, gracias a su gran aporte de terreno a un precio muy lejos del valor del mercado

El Consejo, hasta su disolución hace unos días, estuvo constituido por personas próximas al PP y algunas otras oportunamente designadas para sumar y evitar problemas. El oscurantismo siempre ha presidido la gestión de esta sociedad segoviana. El control de la Diputación no ha existido. Se ha negado durante estos años cualquier información fidedigna a la oposición. Se les ha negado la participación en el Consejo de Administración, y la gestión se ha llevado bajo la tutela de la empresa gestora. Los contratos se han adjudicado al margen de lo que requiere la contratación administrativa cuando se trata de sociedades con participación mayoritaria pública, lo mismo que la contratación de trabajadores. El control político no existía, entre otras razones, porque lo impedía la propia Diputación Provincial, con su presidente al frente. La crisis, después, ha hecho todo lo demás.

En estos últimos días, nos hemos encontrado con una salida hacia delante. Todo indica que el presidente de la Diputación y presidente del PP, el Sr. Vázquez, se ha querido quitar del medio, posiblemente por mal de altura. Para ello se ha designado a una sociedad Verae, que sustituye al Consejo de Administración, designando a uno de sus miembros como administrador único, que, a su vez, es miembro del la Dirección del PP en Segovia. Quizás sea premonitorio de un concurso de acreedores. El hotel ya se encuentra en esa situación y el proyecto se viene al traste. No se puede descartar que siguiendo la línea política del PP en los últimos días en otros asuntos, el presidente del PP repruebe la gestión de Segovia 21 y haga todo lo posible por visualizar que el problema fue de quienes crearon y gestionaron la sociedad. Es decir, el PP. Todo es posible y, además, visto lo visto, real.