domingo, 7 de abril de 2013

34 años de orgullo



El pasado día 6 de abril la Agrupación Provincial del PSOE de Segovia homenajeó a las personas que desde las primeras elecciones democráticas hasta hoy han desempeñado los puestos de concejales y alcaldes en la provincia. Un acto que, a su vez, ha reivindicado el papel de los pequeños ayuntamientos y sus ediles en la España actual.

Aquellas elecciones del 3 de abril de 1979 significaron para los españoles la llegada real y efectiva de la democracia. En aquella fecha ya se habían celebrado las primeras elecciones democrática –las del 21 de junio de 1977, las constituyentes- y el referéndum de la Constitución Española el 6 de diciembre del 78; sin embargo, estas eran distintas. Eran las elecciones que la inmensa mayoría de la población visualizaba como el “cambio”. Hasta ese momento eran los gobernadores civiles quienes ponían y quitaban alcaldes. Se abría la puerta de la ilusión y la esperanza. Y así fue.

El día después marcó la diferencia. La herencia recibida era simplemente miseria: falta de equipamientos, servicios sociales inexistentes y un presupuesto muy inferior a las necesidades. Desde el 79 hasta hoy la mayoría de los ayuntamientos de nuestro país han mejorado notablemente, gracias al esfuerzo y trabajo desinteresado de ese ejército de voluntarios que para impulsar el interés general han quitado tiempo a sus familias, a su trabajo o negocios y en un porcentaje muy amplio han puesto dinero de su bolsillo para sacar adelante la gestión municipal, a pesar de que ahora quiera demonizarles el PP.

En Segovia el trabajo de los ediles socialistas tanto en el gobierno como en la oposición ha sido ejemplar y ha contribuido de forma decisiva a mejorar a progreso de los municipios segovianos. Lo mismo que el trabajo del que fuera presidente socialista de la Diputación y su equipo. Un periodo donde se llevó a cabo la concreción de la cartera de servicios de la Diputación. Un periodo de honradez, lejos del clientelismo que practican en el momento actual sus actuales dirigentes del PP, bajo la tutela de una pléyade –hasta 13- de comisarios políticos que han hecho de esta institución una prolongación de la vida orgánica de su partido, y que hace que sea imprescindible subsumir las funciones de las diputaciones en la administración autonómica, y que desaparezcan éstas.

En este acto se ha reivindicado la autonomía local y el papel de los pequeños ayuntamientos. El proyecto de ley del PP sobre la reforma local que entrará en los próximos meses en el Congreso, si no se cambia, aboca a la desaparición de 205 de los 209 ayuntamientos de la provincia de Segovia. Aprovechando la crisis, el PP quiere privatizar los servicios que prestan e imponer su reforma más de carácter ideológico que necesaria. Los ayuntamientos apenas tienen deuda, con excepción del de Madrid, que debe 7.500 millones de euros. Pero para el PP el objetivo es otro: hacer negocio con los servicios que prestan los ayuntamientos y ganar poder político entregando estos pequeños consistorios a sus presidentes de diputación, que, a su vez, casi siempre son las personas que detentan la responsabilidad orgánica de su partido. En Castilla y León de los nueve presidentes de la Diputación, siete son presidentes del PP y dos secretarios de esa organización en sus respectivas provincias. Así que blanco y en botella.

Sin embargo, 34 años de orgullo no pueden ser borrados por la legislatura del plasma. Los socialistas lo vamos a pelear y lo vamos a ganar.


No hay comentarios: