sábado, 8 de noviembre de 2014

Desfachatez



Con la que está cayendo, hace falta tener cara para en un caso de corrupción, como es el Palma Arena, y un exministro de por medio, el Sr. Matas, condenado por tráfico de influencias a una pena de nueve meses de cárcel, el Gobierno conceda un indulto encubierto de forma indirecta. Esto es lo que ha ocurrido. O alguien puede pensar en este momento que la Secretaría General de Instituciones Penitenciarias acceda a concederle el tercer grado, después de cumplir un tercio de la condena de nueve meses, sin consultar a Moncloa. O sea, al presidente del Gobierno y la vicepresidenta. Blanco y en botella.

Además, llueve sobre mojado. Este Gobierno hizo lo mismo con Ángel Carromero, un militante de juventudes de su partido condenado en una cárcel de Cuba, que fue expatriado a España e ingresado en la cárcel de Segovia, para a los pocos días ser puesto en libertad. Está claro que con el PP hay una justicia de primera, de segunda y de tercera. Los miembros del PP son inmunes a la justicia. Hagan lo que hagan, quedan en libertad. A la vista está.

El Gobierno se equivoca. Sus palabras contra la corrupción devienen en palabras huecas. El PP no tiene ninguna intención de luchar contra la corrupción. Porque no es responsable, ni demuestra el compromiso que requieren los ciudadanos, decir una cosa y actuar de forma contraria, como es el caso para los populares tantas y tantas veces. No es coherente hablar de trabajar en contra de la corrupción y dejar libre, al margen a la Junta de Tratamiento, a quienes cumplen sentencias por este motivo.

El Juzgado de Vigilancia Penitenciaria, del que depende la prisión de Segovia, ha recibido el recurso presentado por la Fiscalía de Valladolid, en el que se pide revocar el Tercer Grado y que se le aplique el Segundo Grado. Es posible que prospere, pero que “le quiten lo bailao”. Habrá ganado tiempo y se ha reído de la Justicia.

Lo dicho, una desfachatez, que confirma que no todos somos iguales para el PP, y que su posición ante la corrupción es solo coyuntural, depende de cada circunstancia. 



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