Una vez celebrado el Congreso Autonómico donde fue elegido secretario general de los socialistas castellanos y leoneses Óscar López, ahora toca el turno a los congresos provinciales. Segovia lo celebrará el próximo 19 de octubre. Hasta el día 5 de octubre las agrupaciones pueden elegir a sus 69 delegados. Hasta el momento, nadie se ha postulado como candidato, si bien el actual secretario general provincial ha insinuado su posible candidatura. Simultáneamente vienen manteniendo reuniones informales con su grupo de confianza –unas ocho personas- para reforzar su posición.
El PSOE en Segovia no se encuentra en su momento más dulce, pero tampoco en el más amargo. Hoy se gobierna en el Ayuntamiento de Segovia con mayoría absoluta, sin duda su mayor activo, y en La Granja de San Ildefonso y El Espinar. Cuenta con un menor número de militantes en términos relativos en relación a otras provincias de Castilla y León, pero nunca tuvo tanta gente joven y tan bien preparada. No obstante, falta tono y mimbres para abordar su gran reto político: alcanzar el gobierno de la mayor parte de los ayuntamientos de la provincia y gobernar así la Diputación Provincial.
Todo apunta a que el nuevo Congreso Provincial va a dilucidar quién verdaderamente manda en el partido. Al menos así parece que se está planteando desde la actual dirección. Sin embargo, nos equivocaremos una vez más si no somos capaces de articular una oferta política que dé respuesta a los grandes retos que se plantean a Segovia para los próximos años. Esto requiere una dirección política sólida, que desde el presente proyecte el futuro y que apoye sus actuaciones en un equipo solvente, de personas capaces de trabajar codo a codo con los segovianos.
La nueva etapa debe venir presidida por la nueva impronta que ya está marcando Óscar López: progreso, modernidad, dinamismo, ambición y confianza en el futuro. La nueva dirección que salga del Congreso Provincial ha de sincronizar obligadamente su acción política con las directrices que marque el nuevo líder autonómico, y superar la vieja cultura de enfrentamiento entre grupos que justifica por sí mismo el instinto tribal de supervivencia. El debate debiera centrarse en el tipo de proyecto que se quiere para el futuro; y no en la pelea por la burocracia para que no lleguen “los otros”; ésos que algunos, cuando no existen, se sienten en la necesidad de inventarlos para justificar la cohesión del grupo y evitar el caos futuro.
Nos equivocaríamos los socialistas segovianos si al final de todo este recorrido, hasta el día 19 de octubre, no somos capaces de llegar a una sola candidatura de integración que mire al futuro y supere los recelos hacia a otros compañeros, que no las sensibilidades; y a su vez permita proyectar un futuro de bienestar para Segovia y reforzar la confianza de los segovianos en el PSOE.
El PSOE en Segovia no se encuentra en su momento más dulce, pero tampoco en el más amargo. Hoy se gobierna en el Ayuntamiento de Segovia con mayoría absoluta, sin duda su mayor activo, y en La Granja de San Ildefonso y El Espinar. Cuenta con un menor número de militantes en términos relativos en relación a otras provincias de Castilla y León, pero nunca tuvo tanta gente joven y tan bien preparada. No obstante, falta tono y mimbres para abordar su gran reto político: alcanzar el gobierno de la mayor parte de los ayuntamientos de la provincia y gobernar así la Diputación Provincial.
Todo apunta a que el nuevo Congreso Provincial va a dilucidar quién verdaderamente manda en el partido. Al menos así parece que se está planteando desde la actual dirección. Sin embargo, nos equivocaremos una vez más si no somos capaces de articular una oferta política que dé respuesta a los grandes retos que se plantean a Segovia para los próximos años. Esto requiere una dirección política sólida, que desde el presente proyecte el futuro y que apoye sus actuaciones en un equipo solvente, de personas capaces de trabajar codo a codo con los segovianos.
La nueva etapa debe venir presidida por la nueva impronta que ya está marcando Óscar López: progreso, modernidad, dinamismo, ambición y confianza en el futuro. La nueva dirección que salga del Congreso Provincial ha de sincronizar obligadamente su acción política con las directrices que marque el nuevo líder autonómico, y superar la vieja cultura de enfrentamiento entre grupos que justifica por sí mismo el instinto tribal de supervivencia. El debate debiera centrarse en el tipo de proyecto que se quiere para el futuro; y no en la pelea por la burocracia para que no lleguen “los otros”; ésos que algunos, cuando no existen, se sienten en la necesidad de inventarlos para justificar la cohesión del grupo y evitar el caos futuro.
Nos equivocaríamos los socialistas segovianos si al final de todo este recorrido, hasta el día 19 de octubre, no somos capaces de llegar a una sola candidatura de integración que mire al futuro y supere los recelos hacia a otros compañeros, que no las sensibilidades; y a su vez permita proyectar un futuro de bienestar para Segovia y reforzar la confianza de los segovianos en el PSOE.