El Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero está apostando por los ciudadanos, la base y el eje del trabajo de este Ejecutivo, para paliar en lo posible los perversos efectos de la difícil situación económica en la que estamos en estos momentos. Además de la serie de medidas ya puestas en marcha o en las que se viene trabajando desde hace tiempo, el presidente del Gobierno anunció otras cuatro el pasado 10 de septiembre, con las que se aportará liquidez a las empresas y, sin duda, se dinamizará la economía.
Estas medidas que el Gobierno del PSOE está poniendo en marcha tienen tres objetivos claros: ayudar a los ciudadanos con más necesidades a afrontar este complicado momento económico, aportar liquidez a las empresas y dinamizar la economía.
Los colectivos con más dificultades, como los parados, centran buena parte de la acción del Gobierno socialista. La cobertura de estos ciudadanos con las prestaciones por desempleo, que en el caso de Segovia se acerca al 90 por ciento, es fundamental para que puedan mantener su calidad de vida, al tiempo que garantizan que el consumo no se detraiga -en 2004 la cobertura en Segovia se situaba en el 60,1 por ciento-. La formación de estos trabajadores, incluso en otras áreas de actividad, es imprescindible en muchos casos para que vuelvan a integrarse en el mercado laboral. En especial en el sector de la construcción, que es el que sufre con más intensidad los efectos de la falta de liquidez y los excesos del pasado, traducidos en un mayor número de desempleados como consecuencia del exceso de oferta y el alto nivel de precios. Los convenios con las corporaciones locales se pueden convertir en una eficaz herramienta en este sentido. La generación de empleo alternativo, las prestaciones y la formación forman parte de la acción del Gobierno de Zapatero para paliar los problemas económicos a los que nos enfrentamos.
Además, el PSOE no se olvida de nuestros pensionistas, que conforman una extensa red en nuestra sociedad. Con la subida de un seis por ciento de media en las pensiones mínimas, a la que se ha comprometido José Luis Rodríguez Zapatero, se augura que mejorará la calidad de vida de aquellos que perciben las prestaciones más bajas. El resto de los pensionistas tienen garantizado su poder adquisitivo. Baste decir que en Segovia la pensión media ha subido un 6,8 por ciento en un año, mientras la inflación se ha incrementado en un 4,8 por ciento; y los pensionistas con pensión mínima representan el 32 por ciento del total.
Y las empresas tienen que ver incrementada su liquidez para poder actuar con capacidad de maniobra. La posibilidad de crear empresas de cotización de inversiones y las líneas de intermediación del Instituto de Crédito Oficial (ICO), las dos últimas medidas anunciadas por Zapatero, unidas a otras en las que ya se viene trabajando, como los préstamos, las líneas de avales o la devolución del IVA, facilitarán este objetivo.
Estas medidas son posibles gracias al supéravit alcanzado en estos últimos años y a la política de austeridad que ha definido el Gobierno del PSOE, con la congelación de los salarios de los altos cargos, el recorte del gasto del Estado en un dos por ciento y una subida del gasto no financiero del 3,5 por ciento. Las subidas de gasto se compensarán además con reducción de partidas equivalentes.
Estamos en una situación económica difícil, pero no peor que la que sufrimos en el 93 o en el 96, porque la situación económica actual es de una mayor fortaleza, como así lo ponen de manifiestos las cuentas públicas: inflación, deuda, desempleo, saneamiento de cuentas administrativas…
El Gobierno trabaja desde el primer día para salir de esta situación –crisis, si así prefieren llamarla-, aunque se requiere el esfuerzo de todos: de las administraciones estatal, autonómica y local, pero también del sacrificio de los empresarios, trabajadores y, en general, de toda la sociedad. Lo que no se necesita, bajo ningún concepto, son los mensajes que quiebran la confianza de la sociedad con mentiras y miedo. Exactamente, lo que está haciendo el PP, guiado más por intereses partidistas que por los intereses de los ciudadanos. Por el contrario, el PSOE apostará siempre por los ciudadanos, por su futuro y bienestar.
Estas medidas que el Gobierno del PSOE está poniendo en marcha tienen tres objetivos claros: ayudar a los ciudadanos con más necesidades a afrontar este complicado momento económico, aportar liquidez a las empresas y dinamizar la economía.
Los colectivos con más dificultades, como los parados, centran buena parte de la acción del Gobierno socialista. La cobertura de estos ciudadanos con las prestaciones por desempleo, que en el caso de Segovia se acerca al 90 por ciento, es fundamental para que puedan mantener su calidad de vida, al tiempo que garantizan que el consumo no se detraiga -en 2004 la cobertura en Segovia se situaba en el 60,1 por ciento-. La formación de estos trabajadores, incluso en otras áreas de actividad, es imprescindible en muchos casos para que vuelvan a integrarse en el mercado laboral. En especial en el sector de la construcción, que es el que sufre con más intensidad los efectos de la falta de liquidez y los excesos del pasado, traducidos en un mayor número de desempleados como consecuencia del exceso de oferta y el alto nivel de precios. Los convenios con las corporaciones locales se pueden convertir en una eficaz herramienta en este sentido. La generación de empleo alternativo, las prestaciones y la formación forman parte de la acción del Gobierno de Zapatero para paliar los problemas económicos a los que nos enfrentamos.
Además, el PSOE no se olvida de nuestros pensionistas, que conforman una extensa red en nuestra sociedad. Con la subida de un seis por ciento de media en las pensiones mínimas, a la que se ha comprometido José Luis Rodríguez Zapatero, se augura que mejorará la calidad de vida de aquellos que perciben las prestaciones más bajas. El resto de los pensionistas tienen garantizado su poder adquisitivo. Baste decir que en Segovia la pensión media ha subido un 6,8 por ciento en un año, mientras la inflación se ha incrementado en un 4,8 por ciento; y los pensionistas con pensión mínima representan el 32 por ciento del total.
Y las empresas tienen que ver incrementada su liquidez para poder actuar con capacidad de maniobra. La posibilidad de crear empresas de cotización de inversiones y las líneas de intermediación del Instituto de Crédito Oficial (ICO), las dos últimas medidas anunciadas por Zapatero, unidas a otras en las que ya se viene trabajando, como los préstamos, las líneas de avales o la devolución del IVA, facilitarán este objetivo.
Estas medidas son posibles gracias al supéravit alcanzado en estos últimos años y a la política de austeridad que ha definido el Gobierno del PSOE, con la congelación de los salarios de los altos cargos, el recorte del gasto del Estado en un dos por ciento y una subida del gasto no financiero del 3,5 por ciento. Las subidas de gasto se compensarán además con reducción de partidas equivalentes.
Estamos en una situación económica difícil, pero no peor que la que sufrimos en el 93 o en el 96, porque la situación económica actual es de una mayor fortaleza, como así lo ponen de manifiestos las cuentas públicas: inflación, deuda, desempleo, saneamiento de cuentas administrativas…
El Gobierno trabaja desde el primer día para salir de esta situación –crisis, si así prefieren llamarla-, aunque se requiere el esfuerzo de todos: de las administraciones estatal, autonómica y local, pero también del sacrificio de los empresarios, trabajadores y, en general, de toda la sociedad. Lo que no se necesita, bajo ningún concepto, son los mensajes que quiebran la confianza de la sociedad con mentiras y miedo. Exactamente, lo que está haciendo el PP, guiado más por intereses partidistas que por los intereses de los ciudadanos. Por el contrario, el PSOE apostará siempre por los ciudadanos, por su futuro y bienestar.
No hay comentarios:
Publicar un comentario