Por suerte para los europeos el Gobierno de España pudo convalidar en el Congreso de los Diputados el Real Decreto que establecía las medidas de ajuste del déficit público comprometido con el resto de los países de la zona euro. Sólo el compromiso del Grupo Socialista ha hecho posible evitar la hecatombe del euro y de la economía española, ante la irresponsabilidad manifiesta del resto de los grupos políticos del arco político, y con más irresponsabilidad la del Grupo Popular.
La no convalidación de las medidas de ajuste hubiese supuesto una crisis sin precedencia en la Unión Europea (UE): El euro se habría desplomado hasta cotas inimaginables; la economía de los países miembros se estaría hundiendo con una intensidad inusitada, y estaríamos en una crisis política e institucional, sin precedentes, que cuestionaría el futuro de la UE.
Los efectos para España hubiesen sido mucho mayores, con un fuerte descrédito económico y político, que se traduciría, de una manera muy rápida, en un desplome de los mercados financieros; un prima de riesgo para la Deuda española con respecto al bono alemán muy alta; y el cierre de innumerables empresas; y, a medio plazo, una destrucción de empleo que hubiese roto la cohesión social. Por supuesto, el presidente del Gobierno se hubiese visto obligado a disolver las cámaras, pero esto hubiese sido lo menos malo.
Este proceso ha puesto de manifiesto la “frivolidad política” de gran parte de los partidos políticos del arco parlamentario. El PP, pero también los partidos nacionalistas y del Grupo Mixto, han demostrado no estar a la altura de las circunstancias. Las expectativas electorales y el desgaste del partido que sustenta al Gobierno presiden su acción de oposición. Así, la política como herramienta de acción para mejorar el bienestar de los ciudadanos pierde todo su sentido, y los políticos entran en sospecha y descrédito para los ciudadanos.
El PP ha demostrado que España le importa un pimiento. Sólo piensa en las elecciones; y, sin alguien tenía alguna duda, ya ha quedado claro que no va a mover un dedo por ayudar a su país –no al Gobierno- a superar la situación de dificultad que atraviesa España. Pero, además de no ayudar, está minando la confianza en España y en su economía con declaraciones dentro y fuera del país. A esta actitud no dan crédito muchos seguidores del PP e incluso senadores y diputados del Grupo popular, como he tenido la posibilidad de comprobar estos días. Su dirección está montaraz.
El Gobierno socialista está poniendo el interés de España, de sus ciudadanos, por encima de cualquier interés electoral. Está asumiendo, con la mayor responsabilidad, duras y difíciles decisiones, al igual que lo están haciendo el resto de los gobiernos de Europa para garantizar la recuperación económica.
España, hoy más que nunca, necesita estar a la altura de las circunstancias. Se requiere el sacrificio de todos loe españoles –sociedad civil, empresarios, trabajadores…-, pero también de la oposición.
domingo, 30 de mayo de 2010
lunes, 24 de mayo de 2010
Morocco
Basta sumergirse cuatro días en Marruecos para darse cuenta de que el concepto de “crisis” no es homogéneo, y que incluso se puede referir a muchos tipos que pueden llegar a convivir y amplificarse: bienestar, igualdad, justicia, religiosa… Toda una experiencia recomendable para quienes se encuentran ajenos al mundo real y sólo piensan en su enriquecimiento solidario con cargo al bienestar ajeno.
Caminar por la medina de Fez o Tetuán es una experiencia inolvidable para cualquier ciudadano occidental. En esta última se pueden llegar a contar hasta 35 mezquitas. La riada de hombres que atraviesan sus estrechas calles a la salida de la oración de las 12 horas es impresionante. Aún así, son muchos los jóvenes que no acuden a la llamada de la oración. A decir de algunos, cada vez más. ¿Está el Islam en crisis? No, rotundamente no. Sus valores son muy sólidos, y eso se nota en la convivencia que rigen sus relaciones, salvo la quiebra de igualdad entre hombre y mujer, a la que luego me referiré.
El paseo por la medina puede llegar a agobiar por la masificación de sus calles, pero, una vez superados los primeros momentos, es difícil sentir miedo. Lo que resulta difícil de digerir son las difíciles condiciones de mercadeo. La miseria y la suciedad son las señas de identidad de su actividad. Como denominador común se encuentra la pasión por el té, a veces compartido en locales inhóspitos, o la presencia por todas partes de gatos, así como la pasión por el fútbol de los chiquillos. Los escasos turistas que se mueven en su núcleo no pasan por alto el potente vocerío de fondo que rige la relación comercial.
Desde la Kasbah la ciudad toma otra dimensión. Tanto en Tánger como en Tetuán se aprecia otra ciudad ajena a la actividad comercial de la medina. La supremacía del hombre se pone de manifiesto en las terrazas en las calles, en las salas de té, en las cafeterías…, pero también fuera de la ciudad. Allí prima la economía de subsistencia, salvo en las zonas de turismo emergente, como es el Marruecos Noroeste. La mujer, una vez más, se impone, y con su trabajo y buen hacer marcaría, si la dejasen, el futuro de un país que reúne todo para avanzar con más celeridad en la economía de desarrollo. La crisis de la igualdad vuelve hacer estragos.
La mejor manifestación de la crisis de Estado no lo constituye sólo la gran diferencia social entre los más ricos y los más pobres –la mayoría-, y la ausencia de infraestructuras, sino la quiebra del Estado de Derecho. La actitud de la policía en la carretera es una de sus mejores señas de identidad. Aquí puede pasar de todo. En cuatro días, uno puede tener experiencias muy duras y valorar con creces lo que a veces denostamos en nuestra tierra. Otra manifestación de la crisis, pero ésta de otra naturaleza, no por ello menos importante.
A pesar de todo Marruecos progresa. Poco a poco el país avanza por la economía de mercado y mejora sus condiciones de vida. La ampliación del puerto de Tánger, con sus posibles efectos sobre Algeciras; la apertura de una nueva planta de Renault; el desarrollo turístico en el entorno de Asilah; o la deslocalización de empresas europeas que buscan la mano de obra barata y no regulada. Factores todos ellos que profundizan en la crisis de las economías del mundo occidental, pero que contribuyen solidariamente a repartir la riqueza en el mundo. La otra cara de la crisis de la que a veces nos olvidamos. Marocco es una buena prueba de ello. Aquí, a la vuelta de la esquina.
Caminar por la medina de Fez o Tetuán es una experiencia inolvidable para cualquier ciudadano occidental. En esta última se pueden llegar a contar hasta 35 mezquitas. La riada de hombres que atraviesan sus estrechas calles a la salida de la oración de las 12 horas es impresionante. Aún así, son muchos los jóvenes que no acuden a la llamada de la oración. A decir de algunos, cada vez más. ¿Está el Islam en crisis? No, rotundamente no. Sus valores son muy sólidos, y eso se nota en la convivencia que rigen sus relaciones, salvo la quiebra de igualdad entre hombre y mujer, a la que luego me referiré.
El paseo por la medina puede llegar a agobiar por la masificación de sus calles, pero, una vez superados los primeros momentos, es difícil sentir miedo. Lo que resulta difícil de digerir son las difíciles condiciones de mercadeo. La miseria y la suciedad son las señas de identidad de su actividad. Como denominador común se encuentra la pasión por el té, a veces compartido en locales inhóspitos, o la presencia por todas partes de gatos, así como la pasión por el fútbol de los chiquillos. Los escasos turistas que se mueven en su núcleo no pasan por alto el potente vocerío de fondo que rige la relación comercial.
Desde la Kasbah la ciudad toma otra dimensión. Tanto en Tánger como en Tetuán se aprecia otra ciudad ajena a la actividad comercial de la medina. La supremacía del hombre se pone de manifiesto en las terrazas en las calles, en las salas de té, en las cafeterías…, pero también fuera de la ciudad. Allí prima la economía de subsistencia, salvo en las zonas de turismo emergente, como es el Marruecos Noroeste. La mujer, una vez más, se impone, y con su trabajo y buen hacer marcaría, si la dejasen, el futuro de un país que reúne todo para avanzar con más celeridad en la economía de desarrollo. La crisis de la igualdad vuelve hacer estragos.
La mejor manifestación de la crisis de Estado no lo constituye sólo la gran diferencia social entre los más ricos y los más pobres –la mayoría-, y la ausencia de infraestructuras, sino la quiebra del Estado de Derecho. La actitud de la policía en la carretera es una de sus mejores señas de identidad. Aquí puede pasar de todo. En cuatro días, uno puede tener experiencias muy duras y valorar con creces lo que a veces denostamos en nuestra tierra. Otra manifestación de la crisis, pero ésta de otra naturaleza, no por ello menos importante.
A pesar de todo Marruecos progresa. Poco a poco el país avanza por la economía de mercado y mejora sus condiciones de vida. La ampliación del puerto de Tánger, con sus posibles efectos sobre Algeciras; la apertura de una nueva planta de Renault; el desarrollo turístico en el entorno de Asilah; o la deslocalización de empresas europeas que buscan la mano de obra barata y no regulada. Factores todos ellos que profundizan en la crisis de las economías del mundo occidental, pero que contribuyen solidariamente a repartir la riqueza en el mundo. La otra cara de la crisis de la que a veces nos olvidamos. Marocco es una buena prueba de ello. Aquí, a la vuelta de la esquina.
lunes, 17 de mayo de 2010
Compromiso de todos
El reciente plan de ajuste anunciado por el Gobierno ha exacerbado el ánimo de determinados colectivos, especialmente el de los empleados públicos, que será el que más lo sufra, y ha mejorado la expectativa electoral del PP. El Gobierno socialista, con esta decisión, tan difícil y dura, ha demostrado sentido de Estado. Está pensando más en dar repuesta a los problemas de nuestro país que en ganar las elecciones.
La aceleración en el recorte del gasto público anunciado -15.000 millones de euros adicionales en dos años- para cumplir cuanto antes el objetivo de déficit público previsto para 2013 -3% del PIB- tiene su origen en los ataques al euro y, en el plano interno, en la políticas especulativas frente a nuestra deuda pública de estas últimas semanas. Estas medidas darán mayor solidez al euro, pero también a la economía española, y acelerarán la recuperación a medio plazo.
España, por suerte, está en la zona euro, única forma en el contexto económico internacional de hacer frente al proceso de globalización y de garantizar en el futuro el impulso económico y el Estado de Bienestar. Sin embargo, este estatus genera servidumbres. La fuerte interrelación económica de los países que se encuentran bajo el paraguas común del euro ha llevado al Ecofin a requerir a sus socios que de forma concertada procedan a efectuar drásticos recortes en el gasto público, al objeto de hacer frente a los fuertes desequilibrios de la moneda y generar confianza en los mercados financieros. España ha asumido ese compromiso de forma soberana, como lo están haciendo otros países. Las críticas del PP en este sentido son malintencionadas.
El Gobierno va a recortar en las partidas que garantizan el recorte del gasto y que menor efecto negativo tengan sobre la reactivación económica, preservando las prestaciones sociales para quienes más lo necesitan. El recorte a los funcionarios viene precedido por un aumento de su capacidad adquisitiva en los últimos años con los gobiernos socialistas, si bien es cierto que perdieron mucho poder adquisitivo en los años de gobierno del PP. Los pensionistas que cobran las pensiones mínimas o cuentan con una prestación no contributiva van a seguir conservando durante 2011 su poder adquisitivo, y el resto verá congeladas sus pensiones. Hay que recordar que durante los años de gobierno del PSOE los pensionistas han ganado en poder adquisitivo un 24%. Los recortes, aun siendo siempre muy duros para quienes lo sufren, contemplan la equidad social. No olvidemos que la gran mayoría silenciosa de los trabajadores de las empresas privadas han visto en estos últimos años cómo han reducido sus retribuciones o están en el paro.
La bonanza económica entre los años 2000 y 2008 ha generado mucha alegría en el gasto, mucho de carácter estructural, que ahora es necesario ajustar. Es necesario el compromiso de las comunidades autónomas y de las administraciones locales, que generan el 35% del total; y también de la Seguridad Social, con el 45%. Es el momento del compromiso conjunto y de dar pasos para que nuestra economía sea más sólida y permita dar respuesta a su gran problema: el paro. Sólo lo conseguiremos mejorando la competitividad y la productividad del país. Necesitamos reformas estructurales en el sistema productivo, pero también en el financiero, reajustando nuestro sistema de protección social y la obra pública a las posibilidades del país.
Ahora no valen excusas. Se requiere el compromiso más que nunca del principal partido de la oposición. Una vez más, el PP está dando claras muestras de que está en su proyecto político, no en el que necesitan los españoles. Ya se nos está diciendo que recortes sí, pero que así no, que son insuficientes; pero, a la vez, que no apoyarán un impuesto sobre las grandes fortunas. Y al mismo tiempo se hacen guiños a los funcionarios y generan alarma entre los pensionistas.
Aprovechar la crisis económica para traducir una crisis política, pidiendo un adelanto electoral o la sustitución del presidente, cuando hay claros síntomas de recuperación económica, es estar más en lo suyo que en lo que necesita España. Sin embargo, los españoles siempre acaban premiando el compromiso. Tiempo al tiempo.
La aceleración en el recorte del gasto público anunciado -15.000 millones de euros adicionales en dos años- para cumplir cuanto antes el objetivo de déficit público previsto para 2013 -3% del PIB- tiene su origen en los ataques al euro y, en el plano interno, en la políticas especulativas frente a nuestra deuda pública de estas últimas semanas. Estas medidas darán mayor solidez al euro, pero también a la economía española, y acelerarán la recuperación a medio plazo.
España, por suerte, está en la zona euro, única forma en el contexto económico internacional de hacer frente al proceso de globalización y de garantizar en el futuro el impulso económico y el Estado de Bienestar. Sin embargo, este estatus genera servidumbres. La fuerte interrelación económica de los países que se encuentran bajo el paraguas común del euro ha llevado al Ecofin a requerir a sus socios que de forma concertada procedan a efectuar drásticos recortes en el gasto público, al objeto de hacer frente a los fuertes desequilibrios de la moneda y generar confianza en los mercados financieros. España ha asumido ese compromiso de forma soberana, como lo están haciendo otros países. Las críticas del PP en este sentido son malintencionadas.
El Gobierno va a recortar en las partidas que garantizan el recorte del gasto y que menor efecto negativo tengan sobre la reactivación económica, preservando las prestaciones sociales para quienes más lo necesitan. El recorte a los funcionarios viene precedido por un aumento de su capacidad adquisitiva en los últimos años con los gobiernos socialistas, si bien es cierto que perdieron mucho poder adquisitivo en los años de gobierno del PP. Los pensionistas que cobran las pensiones mínimas o cuentan con una prestación no contributiva van a seguir conservando durante 2011 su poder adquisitivo, y el resto verá congeladas sus pensiones. Hay que recordar que durante los años de gobierno del PSOE los pensionistas han ganado en poder adquisitivo un 24%. Los recortes, aun siendo siempre muy duros para quienes lo sufren, contemplan la equidad social. No olvidemos que la gran mayoría silenciosa de los trabajadores de las empresas privadas han visto en estos últimos años cómo han reducido sus retribuciones o están en el paro.
La bonanza económica entre los años 2000 y 2008 ha generado mucha alegría en el gasto, mucho de carácter estructural, que ahora es necesario ajustar. Es necesario el compromiso de las comunidades autónomas y de las administraciones locales, que generan el 35% del total; y también de la Seguridad Social, con el 45%. Es el momento del compromiso conjunto y de dar pasos para que nuestra economía sea más sólida y permita dar respuesta a su gran problema: el paro. Sólo lo conseguiremos mejorando la competitividad y la productividad del país. Necesitamos reformas estructurales en el sistema productivo, pero también en el financiero, reajustando nuestro sistema de protección social y la obra pública a las posibilidades del país.
Ahora no valen excusas. Se requiere el compromiso más que nunca del principal partido de la oposición. Una vez más, el PP está dando claras muestras de que está en su proyecto político, no en el que necesitan los españoles. Ya se nos está diciendo que recortes sí, pero que así no, que son insuficientes; pero, a la vez, que no apoyarán un impuesto sobre las grandes fortunas. Y al mismo tiempo se hacen guiños a los funcionarios y generan alarma entre los pensionistas.
Aprovechar la crisis económica para traducir una crisis política, pidiendo un adelanto electoral o la sustitución del presidente, cuando hay claros síntomas de recuperación económica, es estar más en lo suyo que en lo que necesita España. Sin embargo, los españoles siempre acaban premiando el compromiso. Tiempo al tiempo.
lunes, 10 de mayo de 2010
Rajoy y Herrera
No ha estado muy afortunado el presidente del PP, Sr, Rajoy, en sus declaraciones ante los medios de comunicación en la convención de su partido en Castilla y León, celebrada este fin de semana en Burgos. Dijo, que, “en caso de gobernar en España, si gana las elecciones de 2012, lo hará con el estilo y principios que inspiran el trabajo de Juan Vicente Herrera al frente de Junta de Castilla y León y con planes concretos”.
No tuvo ningún rubor en poner como ejemplo determinadas iniciativas de la Junta, como: el plan de empleo joven, la reforma del sistema financiero o la agenda de población, entre otras. Por cierto, no muy afortunadas a tenor de la situación de los problemas asociados a cada una de ellas. Con la superficialidad y frivolidad que le caracterizan, el Sr. Rajoy se limitó a enumerarlas y poco más. Recitó de memoria el enunciado del guión que le habían escrito y ahí se terminó todo.
Castilla y León, por desgracia, es la comunidad autónoma en estos momentos con mayor paro juvenil. ¿Qué ha hecho la Junta hasta el momento? Nada. Sólo enunciar un plan de empleo juvenil.
Con la integración de las cajas de Castilla y León, la vaga iniciativa de la Junta queriendo constituir una gran caja regional con las seis cajas provinciales, se cerró con un glamoroso fracaso. Ha sido el gobernador del Banco de España y el Gobierno socialista quienes han tenido que tomar la iniciativa, para al final contar con dos grupos.
¡Y qué decir de la despoblación! La acción de gobierno del PP en la Junta se sintetiza en estos 22 años de gobierno con el fracaso rotundo en materia de población: gran parte de la comunidad se ha despoblado, llegando a tener la densidad más baja por habitante de España. Castilla y León, en el medio rural, se ha convertido en un geriátrico; y muchos de sus pueblos tienen ya su fecha de caducidad irreversible. El PP, durante sus años de gobierno, ha sido incapaz de parar el éxodo de nuestro territorio.
¡Qué miedo me da que Rajoy ponga como ejemplo a Herrera en la acción de gobierno! El “puro y la tumbona” de Peridis reflejan muy bien cómo entiende Rajoy España, pero también cómo lo entiende el actual presidente de la Junta. Para ambos, la política consiste en estar, nunca en tomar la iniciativa y resolver los problemas de los ciudadanos.
Ya se sabe que lo que “Salamanca non da, naturam non presta”. ¿Qué se puede esperar de una persona a la que se le cita en La Moncloa para consensuar las grandes líneas de acción ante los ataques especulativos de la deuda española, y acaba haciendo un proclamándose como alternativa de poder y erosionando aún más la imagen de España? ¡Qué Dios nos pille confesados!
No tuvo ningún rubor en poner como ejemplo determinadas iniciativas de la Junta, como: el plan de empleo joven, la reforma del sistema financiero o la agenda de población, entre otras. Por cierto, no muy afortunadas a tenor de la situación de los problemas asociados a cada una de ellas. Con la superficialidad y frivolidad que le caracterizan, el Sr. Rajoy se limitó a enumerarlas y poco más. Recitó de memoria el enunciado del guión que le habían escrito y ahí se terminó todo.
Castilla y León, por desgracia, es la comunidad autónoma en estos momentos con mayor paro juvenil. ¿Qué ha hecho la Junta hasta el momento? Nada. Sólo enunciar un plan de empleo juvenil.
Con la integración de las cajas de Castilla y León, la vaga iniciativa de la Junta queriendo constituir una gran caja regional con las seis cajas provinciales, se cerró con un glamoroso fracaso. Ha sido el gobernador del Banco de España y el Gobierno socialista quienes han tenido que tomar la iniciativa, para al final contar con dos grupos.
¡Y qué decir de la despoblación! La acción de gobierno del PP en la Junta se sintetiza en estos 22 años de gobierno con el fracaso rotundo en materia de población: gran parte de la comunidad se ha despoblado, llegando a tener la densidad más baja por habitante de España. Castilla y León, en el medio rural, se ha convertido en un geriátrico; y muchos de sus pueblos tienen ya su fecha de caducidad irreversible. El PP, durante sus años de gobierno, ha sido incapaz de parar el éxodo de nuestro territorio.
¡Qué miedo me da que Rajoy ponga como ejemplo a Herrera en la acción de gobierno! El “puro y la tumbona” de Peridis reflejan muy bien cómo entiende Rajoy España, pero también cómo lo entiende el actual presidente de la Junta. Para ambos, la política consiste en estar, nunca en tomar la iniciativa y resolver los problemas de los ciudadanos.
Ya se sabe que lo que “Salamanca non da, naturam non presta”. ¿Qué se puede esperar de una persona a la que se le cita en La Moncloa para consensuar las grandes líneas de acción ante los ataques especulativos de la deuda española, y acaba haciendo un proclamándose como alternativa de poder y erosionando aún más la imagen de España? ¡Qué Dios nos pille confesados!
domingo, 9 de mayo de 2010
Titirimundi
Durante estos días en Segovia se funde la belleza de sus calles con la magia de los títeres. Desde el pasado viernes 7 y hasta el jueves 13 de mayo se celebra en esta ciudad el Festival Internacional de Teatro de Títeres, Titirimundi. La lluvia ha deslucido las dos primeras jornadas, al menos en los espectáculos que se celebran al aire libre, pero no ha disminuido ni un ápice el interés por el festival y sus representaciones a cubierta.
El festival cumple 24 años. En él se dan cita las tendencias más innovadoras del teatro de títeres, sin olvidar los temas clásicos. El alma máter de este festival es Julio Michel. Gracia a él, y a su equipo de trabajo, cada mes de mayo se dan cita en Segovia las mejores compañías de teatro de títeres del mundo. Michel siempre presenta en Segovia la vanguardia de este mundo artístico. Este año intervienen 32 compañías de doce países.
El acto inaugural corrió a cargo de la compañía checa Theatre of Forman Brothers –hijos del cineasta Milton Forman- con el espectáculo Obludarium (La casa de los monstruos). El él se combinan múltiples acciones teatrales y cuentos materializados a través de distintos personajes de lo más variopinto, en un ambiente mágico y repleto de reminiscencias de los años 30 del mundo de los cómicos.
La representación se realiza en una estructura cubierta construida por ellos mismos con un aforo de 150 personas, en dos pisos. Un poco incómoda, pero con un encanto especial que permite estar encima del espectáculo y vivirlo a lo largo de dos horas en primera persona.
También cabe destacar otros números de títeres como el conocido ‘Circo de las Pulgas’, que ofreció varias sesiones en el patio de la Casa del Sello, sede de la Cámara de Comercio de Segovia. Se trata de uno de los espectáculos que más adeptos y adictos tiene en Titirimundi, donde acude la compañía belga Le Magic Land Théâtre.
El Festival Internacional de Teatro de Títeres es una excelente oportunidad para visitar Segovia estos días y disfrutar de la ciudad y de un espectáculo de calidad, siempre que consiga encontrar entradas, lo cual ya no les resultará fácil si no cuenta ya con ellas. Y no olvide apuntar para próximos años en su agenda durante el mes de mayo Titirimundi, y todo ello a pesar de la Junta de Castilla y León, que no ha demostrado este año muchas simpatías con el festival.
El festival cumple 24 años. En él se dan cita las tendencias más innovadoras del teatro de títeres, sin olvidar los temas clásicos. El alma máter de este festival es Julio Michel. Gracia a él, y a su equipo de trabajo, cada mes de mayo se dan cita en Segovia las mejores compañías de teatro de títeres del mundo. Michel siempre presenta en Segovia la vanguardia de este mundo artístico. Este año intervienen 32 compañías de doce países.
El acto inaugural corrió a cargo de la compañía checa Theatre of Forman Brothers –hijos del cineasta Milton Forman- con el espectáculo Obludarium (La casa de los monstruos). El él se combinan múltiples acciones teatrales y cuentos materializados a través de distintos personajes de lo más variopinto, en un ambiente mágico y repleto de reminiscencias de los años 30 del mundo de los cómicos.
La representación se realiza en una estructura cubierta construida por ellos mismos con un aforo de 150 personas, en dos pisos. Un poco incómoda, pero con un encanto especial que permite estar encima del espectáculo y vivirlo a lo largo de dos horas en primera persona.
También cabe destacar otros números de títeres como el conocido ‘Circo de las Pulgas’, que ofreció varias sesiones en el patio de la Casa del Sello, sede de la Cámara de Comercio de Segovia. Se trata de uno de los espectáculos que más adeptos y adictos tiene en Titirimundi, donde acude la compañía belga Le Magic Land Théâtre.
El Festival Internacional de Teatro de Títeres es una excelente oportunidad para visitar Segovia estos días y disfrutar de la ciudad y de un espectáculo de calidad, siempre que consiga encontrar entradas, lo cual ya no les resultará fácil si no cuenta ya con ellas. Y no olvide apuntar para próximos años en su agenda durante el mes de mayo Titirimundi, y todo ello a pesar de la Junta de Castilla y León, que no ha demostrado este año muchas simpatías con el festival.
domingo, 2 de mayo de 2010
Carroñeros
La agencia de calificación de riesgos Standar and Poor’s (S&P) ha empeorado las perspectivas de la economía española y ha degradado la calidad de la deuda. La ha pasado de ‘AA+’ a ‘AA’, algo así como de notable alto a notable. Y todo ello coincidiendo con el momento más álgido de la crisis griega. Hay quien no ha desaprovechado la ocasión para equiparar la situación española con la griega. Sin embargo, las diferencias son abismales. La Deuda Pública de España asciende al 53,2 por ciento del PIB, mientras que la griega se eleva al 115,1 por ciento de su PIB. Grecia puede entrar en bancarrota si no recibe 120.000 millones de euros en el próximo trienio y carece de una estabilidad institucional y de un tejido productivo moderno.
¿Cuáles son las causas que han impulsado a S&P a bajar la calificación de la deuda española? Todo apunta a que sus previsiones dan a España un panorama sombrío de aquí a 2016, con un crecimiento del 0,7 por ciento del PIB. Esta previsión no coincide con las perspectivas más pesimistas. El Fondo Monetario Internacional (FMI), que precisamente no se caracteriza por su optimismo, ha corregido al alza sus previsiones iniciales y espera para el 2015 una subida del 1,7 por ciento del PIB.
Se da la circunstancia de que en estos momentos la mayoría de los indicadores económicos que se están conociendo (exportaciones, consumo, turismo, recaudación de tributos) reflejan comportamientos positivos. Todo indica, además, que la economía española saldrá de la recesión en este primer semestre del año.
España ha puesto en marcha un ambicioso plan para la reducción del déficit público. Esta última semana se ha conocido el plan de reestructuración del sector público, pero ha reducido la tasa de reposición de la función pública a un 10 por ciento; se está cometiendo una importante reestructuración del sector financiero; y se están dando pasos para que la economía española sea más competitiva, a través de la reducción del gasto público y de la reforma del mercado laboral.
España está tejiendo un nuevo modelo productivo que nos permita sustituir el “ladrillo”, base de su economía hasta el momento, por un nuevo modelo basado en la innovación y el desarrollo de nuevos nichos productivos. Un reto que va a requerir tiempo, pero que necesitamos para construir futuro.
S&P no es la primera vez que yerra en su análisis. El más sonado fue el de Lehman Brothers, al que tenía con una alta calificación justo cuando quebró en 2008. Parece que la decisión obedece más al seguidismo al movimiento de los mercados que a un análisis basado en datos objetivos. Es bueno contar con la mejor calificación de riesgo de las agencias, pero no imprescindible. Así Japón, Italia y Bélgica no tienen la mejor calificación. No obstante, la frivolidad de esta agencia nos ha costado un mayor diferencial de la deuda española con respecto al bono alemán (ha llegado a 1,12 puntos porcentuales al anunciarse la medida).
Standar & Poor’s no se ha quedado sólo. La portavoz del PP en el Congreso, la pizpireta Soraya Sáenz de Santamaría, no tardó en calificar, tras el anuncio de la agencia, a “este Gobierno y su Presidente como la verdadera prima de riesgo de la economía española”. De esta forma, la actitud carroñera del PP se puso una vez más de manifiesto. En un momento tan delicado como este para España, lo que hace el PP tiene también reflejo en los mercados internacionales. Ellos siempre optan por la opción que perjudica más a España. Una vez más lo han demostrado. Vale todo para llegar al poder, incluso amplificar las veleidades de otros para que a España le vaya ‘cuanto peor, mejor’. Lo importante es que el PP llegue al poder, sea como sea.
¿Cuáles son las causas que han impulsado a S&P a bajar la calificación de la deuda española? Todo apunta a que sus previsiones dan a España un panorama sombrío de aquí a 2016, con un crecimiento del 0,7 por ciento del PIB. Esta previsión no coincide con las perspectivas más pesimistas. El Fondo Monetario Internacional (FMI), que precisamente no se caracteriza por su optimismo, ha corregido al alza sus previsiones iniciales y espera para el 2015 una subida del 1,7 por ciento del PIB.
Se da la circunstancia de que en estos momentos la mayoría de los indicadores económicos que se están conociendo (exportaciones, consumo, turismo, recaudación de tributos) reflejan comportamientos positivos. Todo indica, además, que la economía española saldrá de la recesión en este primer semestre del año.
España ha puesto en marcha un ambicioso plan para la reducción del déficit público. Esta última semana se ha conocido el plan de reestructuración del sector público, pero ha reducido la tasa de reposición de la función pública a un 10 por ciento; se está cometiendo una importante reestructuración del sector financiero; y se están dando pasos para que la economía española sea más competitiva, a través de la reducción del gasto público y de la reforma del mercado laboral.
España está tejiendo un nuevo modelo productivo que nos permita sustituir el “ladrillo”, base de su economía hasta el momento, por un nuevo modelo basado en la innovación y el desarrollo de nuevos nichos productivos. Un reto que va a requerir tiempo, pero que necesitamos para construir futuro.
S&P no es la primera vez que yerra en su análisis. El más sonado fue el de Lehman Brothers, al que tenía con una alta calificación justo cuando quebró en 2008. Parece que la decisión obedece más al seguidismo al movimiento de los mercados que a un análisis basado en datos objetivos. Es bueno contar con la mejor calificación de riesgo de las agencias, pero no imprescindible. Así Japón, Italia y Bélgica no tienen la mejor calificación. No obstante, la frivolidad de esta agencia nos ha costado un mayor diferencial de la deuda española con respecto al bono alemán (ha llegado a 1,12 puntos porcentuales al anunciarse la medida).
Standar & Poor’s no se ha quedado sólo. La portavoz del PP en el Congreso, la pizpireta Soraya Sáenz de Santamaría, no tardó en calificar, tras el anuncio de la agencia, a “este Gobierno y su Presidente como la verdadera prima de riesgo de la economía española”. De esta forma, la actitud carroñera del PP se puso una vez más de manifiesto. En un momento tan delicado como este para España, lo que hace el PP tiene también reflejo en los mercados internacionales. Ellos siempre optan por la opción que perjudica más a España. Una vez más lo han demostrado. Vale todo para llegar al poder, incluso amplificar las veleidades de otros para que a España le vaya ‘cuanto peor, mejor’. Lo importante es que el PP llegue al poder, sea como sea.
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