El juego de la mentira y la confusión

El pasado 23 de noviembre el presidente del Gobierno del PP en la Junta, Juan Vicente Herrera, y el secretario general del PSOE en Castilla y León, Óscar López, alcanzaron un acuerdo para la financiación de 65 proyectos de 100 millones de euros de los fondos del Plan de Convergencia para 2010 en la Comunidad, financiados a partes iguales entre el Gobierno socialista y la Administración autonómica. A la provincia de Segovia se le asignaron 8,7 millones de euros para nueve proyectos, algunos con un alto grado de desarrollo en ese momento.

Al día siguiente del acuerdo el PSOE en Segovia, mediante nota de prensa, anunció que “se congratulaba del acuerdo alcanzado con la Junta sobre el Plan de Convergencia que supondrá para Segovia una inversión de 8,7 millones de euros”. Entre las actuaciones se encontraban: la promoción de la Capitalidad Cultural Segovia 2016, con una asignación de 300.000 euros; el plan de mejora de la estación de La Pinilla, con 700.000 euros; o la mejora de la carretera SG-205 entre Cantalejo y Cerezo de Abajo, con 5.000.000 euros, y cuya mejora y rehabilitación del trazado y el firme la Junta de Castilla y León había vendido a bombo y platillo en los medios de comunicación.

Parece ser que el tiempo todo lo borra, o así lo presuponen los populares. Al cabo de los tres meses no han tenido ningún escrúpulo en presentar estas inversiones como algo propio de la Junta, e incluso criticar al PSOE por su falta de compromiso con Segovia- así se recoge en la nota de prensa distribuída por le PP y recogida por algún medio-. De este modo, durante estos días en la prensa se han leído titulares como los siguientes: “La Junta cumple su compromiso de dotar con 300.000 euros a Segovia 2016”, cuando dicha actuación está financiada a un 50 por ciento y fue a iniciativa del PSOE, y cuando además, de forma descarada, se ha apostado desde la Junta por el proyecto de infraestructuras culturales en Burgos, la otra ciudad candidata a la Capitalidad Europea de la Cultura 2016, como ya denuncié en otra entrada de este blog. Sin duda, hace falta tener cara, o bien aplicar una de las máximas que recomienda Escrivá de Balaguer en su obra ‘Camino’, cuando se refiere a la “santa desvergüenza” como método del todo vale para alcanzar el fin.

Pero el descaro no termina ahí. Otro de los titulares de la prensa propiciados por el PP anuncia que “La Junta destinará 750.000 euros al plan de mejora de La Pinilla”, y además refieren que la actuación se incluye en el Plan Estratégico de Turismo de Castilla y León 2009-2013. Lo que no dice es que la actuación la llevará a cabo con una financiación al 50 por ciento del Gobierno socialista en el marco del Plan de Convergencia.

Para ellos todo vale. Durante largos años la actual consejera de Agricultura, la segoviana Silvia Clemente, ha hecho lo mismo. Prometió el Museo de la Fotografía, y nada de nada; prometió el Museo de la Ingeniería Romana, y nada de nada. Eso sí, siempre sus promesas fueron acompañadas de grandes titulares en los medios. En otras ocasiones, como en el caso de la celebración de los actos de conmemoración de la coronación de la reina Isabel La Católica, en un acto cofinanciado a partes iguales por la entonces Sociedad Estatal de Conmemoraciones Culturales y la Junta, la Consejería de Cultura, estando al frente la segoviana Silvia Clemente por aquel entonces, no tuvo el menor empacho en promocionar el acto con una página entera en los periódicos locales como algo que promovía y financiaba la Junta en exclusividad.

Con estas actuaciones el PP pone de manifiesto un total desprecio hacia Segovia y los segovianos. El juego de la mentira y la confusión forma parte como demuestran los hechos de su praxis política. Para ellos el fin justifica los medios. Sin duda, son unos buenos seguidores de las máximas de monseñor. Ya se sabe que una confesión pone el contador a cero y a volver a empezar. Les recuerdo, una vez más, que en política no todo vale. Los segovianos se merecen otro tipo de actuación, y de política.

Aquel 23-F

¡Qué miedo pasamos algunos! Por suerte ha llovido mucho, y lo que sucedió aquel día del 81 hoy es inimaginable. Este país no tiene nada que ver en estos momentos con el de aquel tiempo: casposo y pobre, muy pobre, que acababa de salir de la dictadura, y cuyo nivel cultural dejaba bastante que desear.

El 23-F fue la acción reactiva de un grupo de militares impulsados por las clases privilegiadas provenientes de la dictadura ante el temor de perder sus privilegios, a la vez que reacios a un cambio de régimen como el que se estaba produciendo, que garantizaba el ejercicio democrático de las libertades y la Justicia Social. El cambio democrático se veía dificultado por la situación económica y social de España en aquel momento. La renta per cápita era muy inferior a la actual. La inflación alcanzaba el 20 por ciento y la prestación y subsidio de desempleo no tenía el nivel de cobertura actual.

La reciente cultura democrática iba permeabilizando poco a poca las distintas capas sociales ruarles y urbanas, pero de forma desigual. Los 40 años de dictadura pasaron factura. El cambio de ideas y de costumbres se produjo de forma muy rápida. Del 78 al 81 el cambio había sido ya muy notable. Aún así, determinados grupos no acababan de asimilarlo. Las clases sociales altas y los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado –no todos sus miembros evidentemente- fueron los más reacios. De ahí que esa tarde del 23-F muchos de ellos viesen de nuevo la luz y causasen durante unas horas el terror y el miedo en todos aquellos y aquellas que habían tenido un mayor protagonismo político en la transición o en el postfranquismo. Por suerte, la pesadilla duro poco. Y hoy gran parte de esos justicieros se han integrado en la normalidad democrática e incluso militan en algún partido conservador con vocación de gobierno. Mejor ahí que montaraces.

La universidad era otro mundo muy distinto. La política se vivía de diferente manera según cursases estudios sociales, humanísticos o técnicos. En este último caso, que era el mío, éramos muy pocos los que debatíamos y teníamos inquietudes políticas. El 23-F representó para todos los universitarios españoles una clara señal de compromiso con los derechos y libertades emergentes en nuestro país. Para algunos –muchos en el caso de las escuelas técnicas-, por desgracia, fue un toque de atención con su responsabilidad social. Hoy, por suerte, el sistema democrático, aunque muchos denosten a los políticos, es algo consustancial con nuestra forma de vivir y pensar. La libertad impera y el miedo no será protagonista en este 23 F de 2011. 30 años después los españoles nos sentimos orgullosos de nuestro sistema democrático.

El espíritu de la ‘Juan Bravo’

Esta última semana la Asociación Cultural ‘Juan Bravo’ ha retomado sus iniciativas con la celebración de un almuerzo coloquio con el ministro de la Presidencia, Ramón Jáuregui. Por cierto, todo un éxito de participación y pluralidad. La nueva etapa se inicia con Fidel Urrialde al frente como presidente, con lo que el entusiasmo y buen hacer están garantizados. Y lo que es aún mejor, conserva el espíritu que siempre ha presidido su actuación: pluralidad, participación e iniciativa.

La asociación fue fundada en el año 93 por un grupo de personas de carácter progresista con el ánimo de crear un foro de debate político. Entre los fundadores se encontraban Juan José Sanz, Antonio San José, María Teresa Rodrigo Rojo y yo mismo, quien, además de promotor de su constitución, fui desde el año de su fundación hasta el 2007 su presidente. Durante estos años no sólo hemos organizado foros de debate, sino que se ha impartido docencia, especialmente en el ámbito sanitario; y durante dos años desarrollamos actividades asistenciales. Y otras muchas más actividades de diferente índole. Llegamos a tener 20 personas en nómina. Nuestra actividad nunca tuvo carácter lucrativo.

Por los foros han pasado, especialmente en la etapa del Mesón Mayor, personas de alta relevancia política: Alfredo Pérez Rubalcaba, José Antonio Griñán, o José Bono en su etapa de presidente de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha –este encuentro se celebró en El Espinar-; o, en una segunda etapa, personas como José Antonio Fernández Urbaneja o Santiago Carrillo. Los coloquios de los diferentes encuentros han sido intensos, siempre en torno a la actualidad política, y la asistencia se ha caracterizado por su pluralismo.

En esta nueva etapa los inicios han sido prometedores. El último debate con Jáuregui, bien conducido por el periodista Aurelio Martín, puso de manifiesto por los asistentes un gran interés por la participación y el interés por las grandes cuestiones de nuestro país. La ‘Juan Bravo’ recibe el impulso que necesitaba para volver a ser un referente de participación, opinión y debate en Segovia.

La occidentalización del mundo árabe

La sociedad occidental lleva camino de cautivar al mundo árabe. La caída de Ben Alí en Túnez y de Hosni Mubarak en Egipto son síntomas evidentes de esa ola de libertad que recorre e impregna las diferentes culturas del planeta a través de las nuevas tecnologías, en el marco del proceso de globalización que favorece Internet, Facebook o Twiter. Las nuevas generaciones de estos países islámicos a través de estos medios, poco a poco, y sin darse cuentas, se impregnan de los valores occidentales. La censura de los diferentes regímenes está sucumbiendo ante la capilaridad de la información occidental.

Todos los países que integran el Magreb y el Oriente Próximo se caracterizan por las amplias capas de población que se encuentran en niveles de pobreza alarmante; gran parte de ellos en paro y sin una clara expectativa de futuro. La corrupción es un factor común en muchos de ellos. De ella se beneficia un grupo de privilegiados que pululan en el entorno del dictador de turno, al más típico estilo feudal. Hasta el momento, el jefe del Estado y el ejército a sus órdenes han sometido a sus pueblos y han mantenido sus privilegios. Las economías de estos países son de subsistencia, estancada y sin ningún horizonte.

Países como Yemen, Argelia o Qatar pueden experimentar en los próximos días convulsiones importantes, pero también Marruecos. La revolución civil reclama democracia. Al igual que ha ocurrido en Egipto y Túnez la caída del presidente o el monarca no es suficiente. Quieren libertades y órganos de representación que expresen la voluntad popular y controlen a sus gobiernos para evitar el despotismo y la corrupción. Un proceso no exento de dificultad.

La sociedad islámica está impregnada de una fuerte religiosidad. El islam constituye el centro y la razón de ser de su vida civil. Superar esa cultura no será fácil. Sustituir una sociedad religiosa por una sociedad civil laica en el corto plazo es una utopía. Sin embargo, la mecha está encendida y la transformación es inevitable. No obstante, es necesario armonizar y equilibrar el cambio de forma progresiva y continua. De lo contrario, los efectos colaterales, tanto políticos como económicos, pueden generar enormes desequilibrios geopolíticos, incluso en la propia región.

La seducción es un buen arte, pero tiene sus tiempos; y toda precipitación puede tener efectos contrarios a los deseados.

Nuestro candidato: Óscar López

El candidato a la Presidencia de la Junta de Castilla y León por el PSOE, Óscar López, encabezará la lista por Segovia. Las 28 agrupaciones locales que integran el PSOE en la provincia han propuesto unánimemente a Óscar López para que sea su cabeza de lista y represente a los segovianos en las Cortes de Castilla y León. Los socialistas segovianos nos sentimos orgullosos de nuestro candidato. Representa la esperanza e ilusión para los castellanos y leoneses, pero especialmente para los segovianos. Después de 23 años de Gobierno del PP en la Junta, nuestra tierra necesita un nuevo impulso que desarrolle un proyecto de cambio, que permita generar bienestar y dar respuesta a los grandes retos que tenemos.

Hace tiempo afirmé que, “si Óscar López es presidente de la Junta de Castilla y León, a Segovia le tocará la lotería”. Hoy lo reafirmo. Nadie como él conoce los problemas de nuestra provincia. Ha recorrido la mayor parte de los municipios. Conoce los problemas de los diferentes sectores de actividad económica, tras los muchos encuentros mantenidos en diferentes empresas segovianas. Me consta que le preocupa especialmente la despoblación de amplias zonas de la provincia y, sobre todo, el éxodo de los más jóvenes.

Óscar siempre ha afirmado que “Segovia es una tierra de oportunidades”. Y lleva razón. Lo dice porque sabe que su posición es estratégica entre dos grandes mercados, Madrid y Valladolid, y la accesibilidad a ellos es estupenda; y esto nunca se ha aprovechado adecuadamente. Ahora sólo se necesita liderazgo e impulso para desarrollar políticas que permitan atraer empresarios y empresas, y crear empleo de calidad. Él, desde su puesto de diputado, ha impulsado proyectos como el CAT o programas de desarrollo industrial en diferentes municipios. Nadie como él defenderá los intereses de Segovia y los segovianos. Segovia es su tierra, Riaza su municipio y los segovianos su pasión. Su compromiso con Segovia es firme, como lo es con Castilla y León.

La Comunidad Autónoma durante los años de Gobierno del PP ha carecido de proyecto político. Los años de Gobierno popular se sintetizan en una variable: despoblación. Las zonas rurales de la mayor parte de Castilla y León se han convertido en un desierto. El PP no ha hecho nada para remediar este problema, como no ha hecho nada para crear empleo, desarrollar una política industrial equilibrada territorialmente o dotar a las diferentes comarcas de unos servicios asistenciales de calidad. Por no hacer, ni tan siquiera ha potenciado el sentido de identidad de los castellanos y leoneses con su Comunidad. No les ha interesado. Prueba de ello es el bajo interés –no llega al cuatro por ciento- que la población muestra por los temas de la Comunidad, tal y como ponen de manifiesto diferentes encuestas de opinión. Esto al PP le interesa.

Por suerte, Óscar López tiene un proyecto para Castilla y León. Durante estos dos últimos años ha recorrido toda la Comunidad. Ha hablado con sus gentes; ha conocido de primera mano sus problemas; y esto le ha permitido identificar las grandes líneas estratégicas de desarrollo que requieren los diferentes sectores de actividad económica y cada una de las comarcas de estas viejas tierras que conformaban los antiguos reinos de Castilla y León. Cuenta con un equipo joven y cualificado, con experiencia en gestión, capaz de dar un nuevo enfoque a la actual gestión de la Junta. Un equipo que orienta sus actuaciones a lo que necesita Castilla y León, y no lo que le interesa a su partido, como ocurre ahora con el PP.

Óscar no es un político de laboratorio; es un político a pie de calle. Es un político pragmático, que va directamente al grano y no se pierde en florituras. Todo lo contrario que el actual presidente de la Junta. A pesar de su juventud, es un político con experiencia fraguada en los diferentes puestos que ha ocupado de gran dificultad. Y además con una excelente formación. Él, es el líder del proyecto que necesita Castilla y León para progresar y generar el cambio que requiere la Comunidad. Él, representa el ‘Puro Cambio’ que necesita Castilla, pero también León. Él, es nuestro candidato, el de todos los segovianos y el de todos los castellanos y leoneses. Es el presidente que necesita ahora Castilla y León.

Transparencia y austeridad

Las Cortes Generales han aprobado recientemente una modificación de la Ley Orgánica de Régimen Electoral. En lo que se refiere a las campañas, la reforma persigue, de un lado, evitar la incidencia de los poderes públicos con la realización de campañas institucionales y de inauguración de obras; y, de otro, reducir la publicidad y la propaganda electoral durante el periodo electoral. La publicidad se circunscribe al periodo estricto de la campaña electoral.

Con la reforma, la contratación de la publicidad electoral en los distintos soportes publicitarios solo podrá realizarse en los quince días estrictos de campaña.

El espíritu de la Ley apuesta por la austeridad en relación a los gastos de propaganda electoral y por una mayor incidencia en la exposición y debate de los programas y propuestas concretas que cada partido proponga. Los partidos políticos también deben mostrar su compromiso con los ciudadanos, acotando sus gastos electorales, en un momento de dificultades económicas. Se debe mirar más por el interés de los ciudadanos que por el suyo.

Desde hace tiempo la competencia electoral, ha llevado a que las campañas electorales comiencen mucho antes de la convocatoria de las elecciones. En las anteriores elecciones locales al Ayuntamiento de Segovia la candidata del PP inició su propaganda electoral en el mes de octubre, ocho meses antes de los comicios. El despliegue de medios fue muy notable, tanto antes del inicio de la campaña oficial, como después. A todas luces, presuntamente, se superó el límite de gasto que marca la norma electoral, así como la utilización de medios no autorizados. Por eso, pedimos y nos exigimos a nosotros mismos, y a las demás fuerzas políticas, transparencia en todos los gastos electorales no sólo desde el día de convocatoria de las elecciones, sino desde la publicación del calendario electoral.

Por suerte en las próximas convocatorias la ley prohíbe la utilización de actos institucionales como plataforma para sus mensajes políticos, de la que es una experta la Junta de Castilla y León, gobernada por el PP y cuyo principal exponente es su consejera de Agricultura y Ganadería, Silvia Clemente.

El PSOE realizará una campaña electoral austera en Segovia y no superará en ningún caso el límite de gasto. Pero además no gastará un euro en propaganda electoral hasta la fecha de inicio de la campaña, siguiendo así el espíritu de la nueva norma. Me temo que las intenciones del PP van por otra vía. Y sino tiempo al a tiempo. En menos de un mes en Segovia tenemos la cara del nuevo candidato en todos los autobuses y marquesinas. Ya lo hizo y lo volverá hacer. Y ya que su líder Rajoy predica austeridad de pacotilla, al menos que nos digan con luz y taquígrafos que nos digan en que lo gastan y de dónde viene ese dinero. Los demás estaremos atentos.