lunes, 20 de junio de 2011

Esperanza


Este último fin de semana caracterizó en Segovia por la celebración de grandes eventos deportivos: en el pabellón Pedro Delgado se jugaron el viernes y el domingo los dos últimos partidos del play-off para determinar el campeón de la liga de este año de fútbol sala, entre el Caja Segovia y el F.C Barcelona; y el partido de ida en el estadio de La Albuera del play-off final para el ascenso a Segunda B, entre la Gimnástica Segoviana y el C.D. Logroñés. Sabor agridulce pero conservando la esperanza. La Gimnástica perdió pero puede remontare en Logroño el próximo domingo el resultado adverso de un gol, y de esta forma conseguir el deseado ascenso; mientras que el Caja en un espléndido partido ganó 4 goles a 2 al Barcelona, y puede ser campeón de liga 2010-2011 si la próxima semana gana el último partido en la Ciudad Condal.

Tanto el Caja Segovia como la Gimnástica representan la ilusión colectiva de una ciudad y una provincia. El buen trabajo realizado por las directivas de ambos clubes durante estos últimos años se podrá ver recompensado con el campeonato nacional de fútbol sala y, esperemos, que con el ascenso a Segunda B de la Gimnástica. Son muchos los segovianos de la ciudad y la provincia que cada 15 días se citan en el Pedro Delgado abarrotando sus gradas; lo mismo ocurre en La Albuera, si bien con la reciente remodelación y ampliación de capacidad de este estadio es muy difícil ver entradas como la del pasado sábado. Tanto Luís Sanz como Fernando Correa, presidentes del Caja Segovia y de la Gimnástica merecen un reconociendo personal por su dedicación altruista, pero también por el gran trabajo realizado.

A pesar de que el Caja Segovia arrancó una victoria en de los dos partidos celebrados en Barcelona, en Segovia se perdió el primer partido. El Barça estuvo espléndido en el primero y el Caja en segundo. Aquí, en Segovia, se han realizado los mejores partidos del play-off. Mucha culpa de ese despliegue lo tuvieron los antiguos jugadores del Caja que hoy juegan en el Barcelona: Igor, Lin, Carlos o el portero. Y es que el Caja es un equipo de cantera. Lo ha demostrado en este segundo partido celebrado en Segovia. Como decía su antiguo presidente, Jesús Fernández, “frente a talonario; cantera”. Y así es. La plantilla del Caja es muy joven pero tiene una gran valía. Año tras años el Caja sigue vendiendo a sus mejores jugadores, y año tras año sigue sacando a la luz excelentes jugadores. Un gran mérito de todos, incluida su afición que semana a semana sigue ilusionándose con su club. No ha podido ser, pero será. El trabajo siempre se recompensa.

La Gimnástica, después de eliminar al Noja en la eliminatoria anterior, acariciaba más cerca que nunca el ascenso. La verdad es que la esperanza es lo último que se pierde, sin embargo nos han echado un jarro de agua fría. El Logroñés se manifestó como un equipo mediocre. Tal sólo llegó una vez a puerta y tuvo la suerte de hacer diana. Sin embargo, la Segoviana fue timorata con las oportunidades de las que disfrutó. No se puede perdonar tanto, pues se acaba pagando. No obstante, tenemos la esperanza puesta en la vuelta. Podemos ganar siempre que ellos sigan desplegando el fútbol que hicieron el sábado. Lo mejor del Logroñés su afición. No pararon de animar a su equipo. El factor campo puede ser decisivo, visto lo visto, pero tenemos claras posibilidades de ascenso.

Sea lo que sea, mantener ambos clubes no es fácil. Si la Gimnástica asciende doblará su presupuesto actual de 250.000 euros. Pero ha de contar con seis jugadores profesionales, según marcan las normas federativas. Un reto muy difícil que nos ha de hacer valorar el gran esfuerzo del equipo directivo. Más teniendo en cuenta la dificultad por la que atraviesan los principales patrocinadores, instituciones financieras y e instituciones locales. Al Caja le ocurre algo similar, si bien su política de cantera le está permitiendo salvar los muebles. Afrontemos el futuro con ilusión y esperanza, la misma que tiene la afición segoviana.


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