La última Encuesta de Población Activa (EPA) y el paro registrado han puesto de manifiesto que la recuperación económica “ni está, ni se la espera a corto plazo”. En España, el último año se han destruido 800.000 puestos de trabajo –en Segovia 3.000-, que ya es decir. Pero a los seis millones de parados puestos de manifiesto por la EPA hay que unir la pérdida de afiliados a la Seguridad Social que pone en riesgo su viabilidad futura. A lo que hay que sumar la altísima tasa de desempleo juvenil –el 55 por ciento- y el crecimiento de la temporalidad en los contratos, que afecta al 92 por ciento de los nuevos contratos.
Esta situación es la consecuencia de una economía estructuralmente débil, como es la nuestra, pero acelerados sus efectos por una política de ajuste obsesivo con el cumplimiento del déficit público y agravada enormemente con la reforma laboral promovida por el PP, que ha incentivado el paro y ha disminuido las rentas del trabajo, resintiéndose así el consumo y retroalimentando el problema del paro.
Ante esta situación España necesita urgentemente un Pacto Económico para dar respuesta, lo más urgentemente posible, a los problemas de nuestro país, en especial al desempleo juvenil. La propuesta hecha por el secretario general del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba, no debiera caer en el olvido. La propuesta del PSOE para un acuerdo político y social frente al desempleo masivo, denominada ‘Crecimiento, empleo y competitividad en un marco de diálogo y concertación política y social’, recoge medidas serias y rigurosas, tanto en el corto como el medio plazo. Un acuerdo que debe liderar el Gobierno de España y contar con el mayor consenso político en el arco parlamentario y en el social. Un pacto sustentado en el Acuerdo y en el Diálogo social.
La propuesta contempla a medio plazo la generación de un nuevo modelo productivo y la necesidad de retrasar el cumplimiento del objetivo del déficit público del 3 por ciento hasta 2016, en lugar de 2014. Esta iniciativa es fundamental para estabilizar nuestra economía y generar un futuro próspero. Sin embargo, no se puede dejar de afrontar a corto plazo la situación. Para ello, la propuesta socialista incluye medidas para garantizar la financiación de las pymes y los emprendedores, y para el fomento del empleo juvenil.
Entre las medidas de financiación se plantea fijar objetivos de crédito para pymes y emprendedores en las entidades financieras que tengan ayudas públicas y un Fondo Público de 20.000 millones en 2013 para financiar empresas y autoempleo. La financiación es clave para impulsar la actividad económica, tanto en inversión como en tesorería. España aplicaba no menos de 275.000 millones de euros antes de la crisis, que procedían de fuera del país, y ahora nos disponemos de ellos.
El Pacto también incluye que se establezca una cotización máxima de cincuenta euros mensuales durante los seis primeros meses para los emprendedores menores de 35 años. Y plantea que todas las empresas de menos de 50 trabajadores que contraten a nuevos trabajadores para ampliar su plantilla tengan una bonificación del total de las cotizaciones sociales en el primer año del 100 por cien, del 75 por ciento en el segundo y del 50 por ciento en el tercero. De esta medida se pueden beneficiar especialmente las provincias con una estructura económica no muy potente. Es el caso de Segovia, que cuenta 11.000 empresa de menos de 50 trabajadores, el 99 por ciento del total.
A largo plazo, aparte de las medidas señaladas, se apuesta por un contrato de empleo-aprendizaje en empresas para jóvenes de 20 a 30 años, parados y sin cualificación profesional. Con un salario nunca inferior al SMI (645,30 euros mensuales en 2013), la jornada laboral, no superior al 70 por ciento de la habitual del convenio, sería compatible con la fase formativa; y la duración del contrato estaría entre dos y tres años, en función de la necesidad de formación y de la empresa. Para los jóvenes menores de 30 años con cualificación profesional y en paro, el PSOE apuesta por un ‘programa de primera experiencia profesional’, con un contrato en empresas, por un año de duración y el salario establecido en el convenio colectivo. La empresa recibiría una subvención del 50 por ciento del SMI, que llegaría al 75 por ciento en el caso de las pymes.
El Pacto también incluiría estrategias de mejora de la competitividad de la economía española, con el estímulo a la I+D+i y que refuercen sectores como la sanidad, el sector agroalimentario, empresas exportadoras, nuevas tecnologías, cambio en el modelo energético y servicios sociales.
En definitiva, una propuesta de acuerdo proactiva para dar repuesta a la peor situación económica y social que nunca atravesase España y los españoles. El PP, que tiene una amplia mayoría absoluta, tiene la respuesta. En una situación como la que vivimos, lo pero es quedarse de brazos cruzados esperando que el mercado resuelva la situación. En ese caso, las consecuencias ya las conocemos. Pero puede ir a peor. La responsabilidad es de todos, pero, si me permiten, un poco más de quienes gobiernan y recibieron un amplio respaldo de una gran mayoría de españoles.
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