domingo, 28 de febrero de 2016

Excusas



El pacto del PSOE con C´s no ha caído bien en Podemos. Han reaccionado como si de un ataque de cuernos se tratase, o pataleta, si prefieren, de Podemos. No han tardado en reaccionar y buscar una serie de excusas para anunciar una posición táctica de cara al debate de investidura y justificar su voto negativo.

Para ello han argumentado ocho motivos a las 200 propuestas. No voy a entrar en el análisis de cada uno de ellos, pues ya ha sido debatido suficientemente estos últimos días, y ha quedado clara la inconsistencia de las propuestas de Podemos. Pero sí en dos cuestiones que me parecen trascendentales.

En primer lugar, entre los reparos de Podemos al pacto, la manifestación del PSOE y C´s de “oponerse a todo intento de convocar un referéndum con el objetivo de impulsar la autodeterminación de cualquier territorio de España”. Hay que recordar que la misma noche del 20D su líder, Pablo Iglesias, lo marcó como línea roja en relación a Cataluña. Bienvenidos sean a la coherencia. Un gran paso.

Otra de las razones que esgrimen para no adherirse al pacto es el cumplimiento del plan de estabilidad económico y presupuestario de la UE. Otra excusa que saben que es imposible cumplir. Syriza siguió esa ruta en Grecia y al final tuvieron que claudicar porque, de lo contrario, los pensionistas, los funcionarios y los proveedores del Estado griego no hubiesen cobrado. El ejemplo griego es la mejor lección de lo que no se puede hacer. En una economía de mercado, cuando no pagas a los acreedores te dejan de prestar y eso es lo peor que te puede pasar.

Podemos tiene en su mano la investidura de un presidente y la constitución de un gobierno progresista y reformista. El PSOE ha hecho lo más difícil, preservar la esencia de un programa que da respuesta a la desigualdad, a la modernización de la economía y a la regeneración democrática con un partido de centro derecha, lo que abre la puerta a un gobierno reformita en nuestro país. Y, además, sin entrar en colisión con los grandes temas que plantea Podemos, salvo el señalado.

El Gobierno de España requiere el concurso de tres fuerzas mayoritarias para conformar una mayoría clara. La gobernabilidad está al alcance de la mano. Sólo depende de que Podemos sea coherente con lo que debe ser un programa de izquierdas y progreso, y se olvide de la política de hitos para llamar la atención como sea –la antipolítica-. Antes o después lo tendrá que hacer. La próxima semana tiene una gran oportunidad. Si no lo hace lo acabará haciendo más tarde. Es su última salida. Pero se dejará pelos en la gatera.       


domingo, 21 de febrero de 2016

Brexit a lo británico



En el último Consejo de Europa el Reino Unido ha conseguido multitud de concesiones con la finalidad de evitar la salida de la Unión Europea. Los británicos se han salido con la suya. Hoy Europa es menos social y solidaria que antes de la cumbre. A cambio hemos salvado la hecatombe e incertidumbre que hubiese supuesto el desmembramiento progresivo de la UE, no sólo en lo económico sino también en lo social, salvo que le referéndum del 23 de junio depare sorpresas no esperadas.    

La amenaza del Brexit se ha vuelto a imponer una vez más. El creciente sector euroescéptico de su población, que de un modo transversal está representado tanto en las filas de los gobernantes conservadores, como entre cierto sector laborista, además del partido xenófobo UKIP, recibe así importantes concesiones. Cameron lo justifica como la necesidad de “un estatus especial” de la Unión Europea para remediar aquello que no funciona para su país. 

El Reino Unido, desde su incorporación a la UE en los 80, apostó por un espacio de libre comercio, y nunca en una Europa social. Siempre han manifestado un rechazo del control político de las orientaciones económicas. No se pueden decir que hayan sido incoherentes en sus planteamientos. El problema es para el resto de los países frente a la singularidad británica. 

El efecto contagio al resto de los países no tardará en llegar. Países como Alemania y Austria intentarán seguir la misma senda, la modificación del contrato social.  Europa es evidente que no cuenta con un proyecto político unitario. 

De los 13 países que ingresaron en la UE después de 2014, Polonia, Hungría, República Checa, Rumanía, Bulgaria y Croacia aún no han adoptado el euro. Reino Unido Y Dinamarca tienen una cláusula de excepción para la moneda. El euro como moneda única en todos los países de la UE está cada vez más lejos.

La libre circulación para los ciudadanos fue incorporada en el Tratado de Maastricht en 1992. Pero no es irreversible ni inmune. En estos momentos se encuentra en su punto más crítico. La crisis de los refugiados y el terrorismo puede restringir e incluso suprimir el espacio Schengen. La amenaza británica da un paso en esa dirección. 

En  todo este proceso hay unos claros perdedores: los más desfavorecidos de los pueblos de Europa, que no son precisamente los británicos. 


domingo, 14 de febrero de 2016

PP o PSOE



En el próximo proceso de investidura del presidente del Gobierno, Podemos tendrá que decidir entre apoyar directa o indirectamente al PSOE, con lo cual Pedro Sánchez alcanzaría la Presidencia del Gobierno; o bien demorar el proceso hasta la convocatoria de nuevas elecciones, a la vez que abrir nuevas expectativas de gobierno al PP.

La llave de la gobernabilidad la tiene, en estos momentos, Podemos. El PP no tiene ninguna opción de gobierno. No suma más apoyos que los suyos. Su forma de gobierno, sus políticas y su actitud de desprecio hacia el resto de las formaciones políticas lo hacen ahora merecedor de un aislamiento absoluto. A ello se une la corrupción congénita que arrastra el Partido Popular desde su refundación. Una situación que estos días se pone de manifiesto con mucha intensidad, y que le invalida socialmente para gobernar y presidir el futuro Gobierno de España en un futuro inmediato.

En este momento previo, el PSOE suscita el apoyo de gran parte de las fuerzas políticas a su programa de gobierno. Y lo que es más importante, ocupa la centralidad del mapa político, lo que le hace que sea la única fuerza política que es capaz de suscitar un acuerdo entre izquierda y derecha para lograr un proceso de investidura, y gobernar con pactos puntuales a izquierda y derecha.  C’s, IU y PNV están dispuestos a favorecer esa investidura. Para garantizar la mayoría simple en una segunda votación es necesario el apoyo de Podemos. La única fuerza que se define de izquierdas que no ha dado hasta el momento su apoyo expreso. 

La gobernabilidad requiere el concurso de tres de los grandes partidos. Descartado el PP, sólo es posible con la conjunción de intereses de PSOE, Podemos y C’s entorno a un programa de consenso entre ellos. No hay otra salida por más que se empeñe la que se denomina “nueva izquierda”. La única vía  alternativa sería un amplio acuerdo con los independentistas, pero en esa opción somos una inmensa mayoría de socialistas de verdad quienes no nos identificamos, y, como comentó Pedro Sánchez, el acuerdo no puede ser a cualquier precio. 

Podemos, hasta el momento, está más en la política mediática que en la política como herramienta de servicio público. Le preocupa más tomar la iniciativa mediática que el despliegue de un conjunto de acciones para dar respuesta a los grandes problemas de este país. Todos sus hitos desde el día 20D han sido de estruendo, para llamar la atención y poco más: el anuncio del derecho a decidir de Cataluña el 20D; el espectáculo “circense” en la constitución de la Cortes; la petición de la Vicepresidencia y los ministerios de poder institucional, que no social, en el encuentro con el jefe del Estado. Y ahora esperamos el próximo, que será la presentación de la contrapropuesta de programa de gobierno anunciada para esta próxima semana.  ¡Ojalá me equivoque!

Podemos no es consciente de la responsabilidad asumida y de la representación que ejerce de una amplia base social que votó de buena fe para motivar un cambio y regenerar la vida política española, al igual que hicieron con C’s. En un momento como éste, en que los nubarrones de la crisis aparecen de nuevos, y en el que amplias capas de la población lo están pasando mal, Podemos tiene que abandonar la vieja política y pensar más en los españoles que en ellos mismos. Un problema enorme cuando todo indica que la causa es su inmadurez política. Esa actitud nos conduce, sin duda, a nuevas elecciones. Ellos tienen la última palabra.    


sábado, 6 de febrero de 2016

Responsabilidad política y sentido de Estado



En estos días estamos teniendo la oportunidad de ver al PP en estado puro. El encargo del Jefe del Estado a Pedro Sánchez para que intente formar Gobierno le ha asentado muy mal. Rezuman odio por doquier. Basta hablar con algún diputado del PP para darse cuenta de que no han asimilado que pueda existir una opción de Gobierno diferente a la suya.

El Gobierno del PP no sólo ha deteriorado la cohesión social y quebrado las muchas expectativas que llegaron a crear, sino que ha generado una gran desafección política, como consecuencia de la corrupción y de la instrumentalización de la mentira como arma política. A lo que se une el deterioro de las relaciones con sus adversarios. El PP ha despreciado en el Parlamento a todos los grupos de oposición. No sólo ha pasado el rodillo por todas las iniciativas que no venían de ellos, sino que su actitud displicente les hurta ahora de cualquier tipo de empatía.

El PP está sólo y, aunque quiera, no podrá pactar con nadie. Es imposible que gobierne en un futuro, salvo que disponga de mayoría absoluta; o bien C’s, en caso de repetirse las elecciones, se la pudiese conceder. Escenario cuasi imposible a medio plazo, pues ambos electorales funcionan por el principio de vaso comunicantes, como ha puesto de manifiesto el último CIS.

Cuatro años de Gobierno del PP no han contribuido, una vez más, a cambiar su estilo de gestión. De la misma forma que su oposición será cainita y no tendrán ningún problema en minar los pilares del Estado. Recomiendo al lector, si lo tiene a bien, leer mi tercer artículo publicado en este Cuaderno en 2008. Lo titulé “Otra forma de hacer política”. En él analizo la oposición al primer Gobierno de Zapatero. Por ciento, un artículo que no pasó la censura de  “El  Adelantado”, como muy bien sabe quien en aquel momento era su director y hoy es  jefe de prensa de la Diputación Provincial de Segovia. Y es que hay cosas que con el tiempo no cambian. O bien son semejanzas de la derecha más rancia. 

Estos días estamos viendo cómo España se rompe de nuevo. Cómo “la estabilidad sólo es posible con el PP”. Cómo el ministro de Asuntos Exteriores llega a decir a sus socios europeos barbaridades que pueden ocurrir en España si gobierna el PSOE. O el mismo presidente en funciones, el Sr. Rajoy, amenaza diciendo que bloqueará todo, porque tiene mayoría en el Senado y Congreso, si gobierna el PSOE.  Sabe que no es así, pero miente. El respeto a los españoles es lo de menos. Y su talante democrático está claro que deja mucho que desear. 

Estos patriotas de pacotilla que no han tenido ningún rubor en desestimar el encargo del Rey para formar Gobierno, despreciando de esa manera al pueblo español y a la Corona, en estos días están desplegando una campaña de demonización del PSOE, a la vez que le reclaman el apoyo para conseguir la Presidencia del Gobierno, y gobernar. Todo vale, y todo es relativo según sus intereses.  Esta es la responsabilidad política del PP y su sentido de Estado.