El encuentro esta última semana de C’s y el PSOE con
Podemos no ha deparado nada nuevo que no supiésemos. En el tiempo transcurrido
entre el 20D, día de celebración de las generales, y el momento actual la
formación morada ha ido a lo suyo: a la búsqueda del sorpasso a los socialistas.
En el análisis de escenarios para la búsqueda de un
acuerdo de gobernabilidad en este proceso, yo, ingenuo de mí, llegué a pintar
una idea estrambótica sobre la base de un pensamiento divergente –a veces muy
necesario en los procesos de negociación cuando pueden encallar- de la fusión
de las izquierdas en torno a un ideario socialdemócrata a medio plazo que se
solidificaría bajo un Gobierno conjunto. Mi jefe me miró y me dijo: No olvides,
Juan Luis, que son comunistas y que sólo persiguen el poder. ¡Qué razón tenía!
Hoy la vieja idea de Anguita, incluido el odio en
algún caso, está más presente que nunca en Podemos. Carecen de ideología y son
los mejores aliados de la derecha, no en vano nacieron bajo su auspicio para
dividir la izquierda y allanar el camino de las políticas liberales y
conservadoras, y lo han conseguido.
Son un grupo de profesores universitarios, muchos de
ellos elitistas, que no han conocido nunca los efectos de la pobreza o de ser
clase media baja. Son un grupo de
personas que han enarbolado como reivindicación los logros de la
socialdemocracia española, pero que a su vez no los valoran. Son ludópatas,
como me comentaba un compañero suyo de facultad, que ven la política como un juego y quieren
hacerse con la banca.
Se trata de alcanzar el poder como sea. Les da igual
los españoles. Les da igual la soberanía nacional. Sus guiños al
independentismo catalán sólo tienen como objetivo mantener los escaños de los
independentistas catalanes, negando al resto de los españoles a decidir sobre
el futuro de nuestro Estado. Su presentación de oferta de izquierdas es un
fiasco. Sólo buscan el apoyo independentista catalán y vasco para tener más
garantías de sorpasso en el futuro.
Quieren elecciones. Saben que la banca puede llegar tras la máxima de Winston Churchill,
“de derrota en derrota hasta la victoria final”. Y tienen un claro ejemplo en
sus correlegionarios de Syriza en
Grecia.
El sorpasso
está por encima de la ruina del país y de los españoles. No les importa que le
país tenga un déficit de 20.000 millones de euros para exigir un gasto
adicional de 60.000 millones de euros. Da igual. No piensan en el empleo. Lo
importante es alcanzar el poder. Siguen también la máxima de Montoro, ¡Qué se
hunda España, que ya gobernará Podemos para levantarla!
Llegado a este punto. Es el momento de apartarse
definitivamente de quien carece de la madurez suficiente para pintar en el
destino de España, cuando carecen de la más mínima sensibilidad de la
izquierda. Porque no lo son aunque se empeñen. El pacto con C’s es una
excelente propuesta de progreso para buscar un programa de Gobierno en nuestro
país, con un Gobierno formado por personas honestas y dignas, que las hay, y
trabajar para la estabilidad y futuro de nuestro país.
Dejemos que los falsos comunistas sigan a lo suyo: el
sueño del sorpasso. Venezuela puede ser
una buena opción para hacer realidad sus sueños, para los españoles de bien,
no.
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