¡Qué difícil es gobernar con responsabilidad! ¡Y qué fácil es hacer una oposición demagógica y populista! El plan de austeridad y la reforma anunciada del sistema de pensiones pone de manifiesto la seriedad y visión de futuro de este gobierno. Se le ha tachado de todo: incompetente, irresponsable, frívolo…, y no sé cuántas lindezas más. Una medida como la anunciada en el último Consejo de Ministros pone de manifiesto que el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero tiene los píes en la tierra y dispone de una hoja de ruta, ante la difícil situación económica que estamos atravesando, para hacer frente problemas estructurales que presenta la economía española desde el siglo XIX.
Los problemas asociados al actual sistema de pensiones, fundamentado en un sistema de reparto –las generaciones presentes sufragan las pensiones de las generaciones futuras- son históricos. La derecha, hasta el momento, sólo ha hecho catastrofismo; pero cuando ha gobernado no ha tomado decisiones para hacerlo viable. Fue Felipe González en el 85 y ahora Zapatero los que han abordado los auténticos problemas estructurales. El PP carece de legitimidad para criticar la política del PSOE en materia de pensiones.
La mejora de la esperanza de vida, el envejecimiento de la población y el descenso de la fuerza laboral condiciona desde hace tiempo el futuro de las pensiones en España más allá del 2030. El problema no es nuevo. En tiempos de bonanza se han ido poniendo parches. El PP creó un fondo de reserva que estaba dotado con 18 millones de euros cuando abandonó el gobierno, y ahora cuenta con 62 millones. Pero esta medida es claramente insuficiente si en el 2030 se quiere mantener el equilibrio entre ingresos y gastos, a pesar de lo saneado que se encuentra el sistema en la actualidad.
La solución propuesta es la menos mala, aunque sea muy impopular y no nos guste a nadie jubilarnos, de momento, dos años más tarde de la fecha con la que soñábamos. “Nuestro gozo en un pozo”. La solución de subir la cotización o bajar la prestación no es solución. La primera contribuiría a mermar la competitividad de la economía española, aún más, y por tanto erosionaría el empleo; y la segunda restaría capacidad de crecimiento al disminuir la capacidad de compra, incidiendo también el empleo negativamente.
Buscar el equilibrio de un sistema de reparto como el nuestro, y por tanto solidario, requiere prolongar el periodo de cotización para consolidar el derecho y vincular más directamente la contribución con el pago futuro. Y, a su vez, endurecer el acceso a la prejubilación y evitar las prácticas fraudulentas. La solución propuesta es la que mejor contribuye a impulsar la competitividad de la economía, a crear empleo y a garantizar una retribución equitativa a los pensionistas, acorde con la situación del país.
El Gobierno ha anunciado también un plan de austeridad para ajustar el déficit público y evitar el endeudamiento. El plan prevé reducir el déficit del 11, 4 por ciento actual hasta el 5 por ciento en el 2013. Ello requiere hacer un recorte de 50.000 millones de euros -10.000 millones de euros por comunidades autónomas y administración local-. Hemos de felicitar al Gobierno por su valentía, y, en especial, a la vicepresidenta Económica. Este recorte drástico del déficit permitirá no ampliar la deuda y ahorrar los altos gastos financieros asociados a la mayor prima de riesgo que tienen determinados países, entre ellos España.
El recorte del déficit no afectará a los gastos sociales más sensibles y que afecta a los más desfavorecidos: Ley de Dependencia, becas, cheque-bebé, aportaciones para complemento de pensiones mínimas…, lo que pone de manifiesto el compromiso del Gobierno socialista con los más lo necesitan.
El bisturí ha de proseguir la cirugía para abordar las actuaciones que tiene pendientes desde hace mucho tiempo la economía española. Si el Acuerdo Social no avanza, a no mucho tardar el Gobierno ha de mover ficha y poner encima de la mesa su Reforma Laboral. No se puede esperar mucho más para dar respuesta al mercado laboral dual y para mejorar dar más consistencia al tejido productivo y al empleo.
Esta actuación, junto con las asociadas al desarrollo de la Ley de Economía Sostenible, ha de contribuir a dar respuesta a los problemas estructurales que presenta España desde hace más de 100 años y que ningún gobierno ha abordado. Al PP sólo le quedará como alternativa ladrar, algo que ya hace, pero no tendrá ninguna para la crítica. El pueblo español es sensato y, aunque inicialmente le escueza la cirugía, sabe que al final es la única solución y lo agradecerá.
domingo, 31 de enero de 2010
martes, 26 de enero de 2010
El ATC no tiene sentido en Segovia
Durante estos días hay un fuerte debate social entorno a los cementerios nucleares, lo que ahora se llama ‘Almacén Temporal Centralizado de Residuos Nucleares’ –ATC-. Segovia no sólo no ha estado ajena al debate, sino que ha sido protagonista a través de tres pueblos de la provincia que se habían planteado la posibilidad de optar a la adjudicación del futuro almacén por parte del Gobierno de España: Campo de San Pedro y Fresno de Cantespino, era una opción; y la otra, Bernuy de Porreros.
Ubicar un cementerio nuclear en Segovia no tiene ninguna lógica técnica. Para la reducción de riesgos, manipulación y mejora de la accesibilidad la ATC debiera estar ubicada en el entorno de aquellas zonas que más residuos generan y más experiencia tiene en su tratamiento. Se han de considerar, a su vez, las infraestructuras de acceso al lugar elegido y su conectividad con los centros generadores. La provincia de Segovia no se ajusta a ninguno de estos factores. Ni produce, ni se encuentra en el epicentro de las diferentes centrales españolas, ni tiene una conectividad fácil.
Más allá de las disquisiciones técnicas, todo aquello que suena a nuclear genera un cierto resquemor. Para una provincia como Segovia, que sustenta cada vez más gran parte de su actividad en el turismo, el simple anuncio de ubicación de un ‘cementerio nuclear’ es un lastre para el desarrollo del turismo y el comercio, capaz de enjugar todos los beneficios a corto y medio plazo que aporten las subvenciones por su instalación.
¿Qué mueve a los alcaldes a plantearse la posibilidad de albergar la ATC? Es diferente en cada pueblo, pero todos tienen un indicador común: la falta de recursos para hacer frente a las necesidades más apremiantes. Bernuy se encuentra, después del paro de la construcción, ante una situación difícil. Ya no tiene los ingresos que antes llenaban las arcas y tampoco recibe ayudas de la Junta para su desarrollo industrial. Depende de las subvenciones de las instituciones. El problema de Campo y Fresno es diferente. Son pueblos venidos a menos, donde la amenaza de la despoblación se convierte en una ‘espada de Democles’ que amenaza su supervivencia. La ATP promete puestos de trabajo, vida y recursos. Eso sin plantearse otros problemas colaterales, como los que los alcaldes han podido constatar estos días.
La decisión, sin duda, no es fácil, y menos si está poco meditada, no se han considerado todas las variables y los consejos llegan por vía interesada, obviando una gran parte de las cuestiones que han de conformar la decisión. Pronto los alcaldes son prisioneros de sus palabras y no mucho más tarde comprueban que la decisión trasciende los límites de su municipio, sin olvidar la presencia continua en prensa, y lo que se dijo con pasión, que nunca se debió decir, pero que al final acaba pasando factura, y no deja dormir. Con todos estos ingredientes, lo importante es que no se ha perdido el sentido común y se ha escuchado a los vecinos del pueblo y a la comarca. Gracias al sentido común, Segovia no va a optar a ser candidata a la ubicación de la ATC, algo que ni se debiera haber pasado por la cabeza.
A lo que sí debe ser candidata Segovia es al desarrollo de planes industriales y reactivación industrial por parte de la Junta de Castilla y León que permita darle el tono vital del que carece. En este tema, como en el de los residuos nucleares, la Junta está ausente. Será que no quiere interferir en la muerte con dignidad del medio rural segoviano.
Ubicar un cementerio nuclear en Segovia no tiene ninguna lógica técnica. Para la reducción de riesgos, manipulación y mejora de la accesibilidad la ATC debiera estar ubicada en el entorno de aquellas zonas que más residuos generan y más experiencia tiene en su tratamiento. Se han de considerar, a su vez, las infraestructuras de acceso al lugar elegido y su conectividad con los centros generadores. La provincia de Segovia no se ajusta a ninguno de estos factores. Ni produce, ni se encuentra en el epicentro de las diferentes centrales españolas, ni tiene una conectividad fácil.
Más allá de las disquisiciones técnicas, todo aquello que suena a nuclear genera un cierto resquemor. Para una provincia como Segovia, que sustenta cada vez más gran parte de su actividad en el turismo, el simple anuncio de ubicación de un ‘cementerio nuclear’ es un lastre para el desarrollo del turismo y el comercio, capaz de enjugar todos los beneficios a corto y medio plazo que aporten las subvenciones por su instalación.
¿Qué mueve a los alcaldes a plantearse la posibilidad de albergar la ATC? Es diferente en cada pueblo, pero todos tienen un indicador común: la falta de recursos para hacer frente a las necesidades más apremiantes. Bernuy se encuentra, después del paro de la construcción, ante una situación difícil. Ya no tiene los ingresos que antes llenaban las arcas y tampoco recibe ayudas de la Junta para su desarrollo industrial. Depende de las subvenciones de las instituciones. El problema de Campo y Fresno es diferente. Son pueblos venidos a menos, donde la amenaza de la despoblación se convierte en una ‘espada de Democles’ que amenaza su supervivencia. La ATP promete puestos de trabajo, vida y recursos. Eso sin plantearse otros problemas colaterales, como los que los alcaldes han podido constatar estos días.
La decisión, sin duda, no es fácil, y menos si está poco meditada, no se han considerado todas las variables y los consejos llegan por vía interesada, obviando una gran parte de las cuestiones que han de conformar la decisión. Pronto los alcaldes son prisioneros de sus palabras y no mucho más tarde comprueban que la decisión trasciende los límites de su municipio, sin olvidar la presencia continua en prensa, y lo que se dijo con pasión, que nunca se debió decir, pero que al final acaba pasando factura, y no deja dormir. Con todos estos ingredientes, lo importante es que no se ha perdido el sentido común y se ha escuchado a los vecinos del pueblo y a la comarca. Gracias al sentido común, Segovia no va a optar a ser candidata a la ubicación de la ATC, algo que ni se debiera haber pasado por la cabeza.
A lo que sí debe ser candidata Segovia es al desarrollo de planes industriales y reactivación industrial por parte de la Junta de Castilla y León que permita darle el tono vital del que carece. En este tema, como en el de los residuos nucleares, la Junta está ausente. Será que no quiere interferir en la muerte con dignidad del medio rural segoviano.
domingo, 24 de enero de 2010
Madera, cartón y …
Esta última semana se ha celebrado la Feria Internacional de Turismo 2010 –FITUR- en el IFEMA de Madrid. La crisis también se ha dejado notar en este evento. Ha habido menos visitantes y una menor calidad en la muestra de recursos en comparación con otros años. El pabellón de Castilla y León ha seguido esta línea, si bien la pobreza de su puesta en escena era muy evidente, en relación con los pabellones de otras comunidades autónomas.
El “layout” o “distribución en planta del pabellón” no es nada sugerente para el fin al que se orienta, que no es otro que la promoción turística de cada una de las provincias de Castilla y León. Sobre una superficie del orden de los 500 metros cuadrados, en un suelo de nave industrial sin revestir, se ha dispuesto un conjunto de palés con distintas configuraciones asociadas a cada provincia, y complementadas con algún elemento volumétrico y bancos de cartón, serigrafiado con rotulador a mano. Una estructura muy sencilla en la que no se entrevé una línea argumental, y no existe una relación causal con los valores patrimoniales, medioambientales, culinarios…, que promueven el turismo en Castilla y León.
Esta estructura, sin identidad propia, puede servir lo mismo para un roto que para un descosido; lo mismo puede representar a Castilla y León, que a Euskadi o a Valencia, porque no dice nada. Por tanto, poco valor añadido puede aportar para fomentar el turismo en la comunidad conforme a sus características diferenciales. Tampoco recoge ningún hito turístico. Si por algo se ha caracterizado Castilla y León en el último año ha sido por su conexión interferroviaria con el Norte, el Noreste, el Centro, el Sur y el Levante, a través del AVE, los trenes lanzaderas y los ALVIA. Todo un potencial turístico para fomentar el turismo de fin de semana de las provincias de Castilla y león interconectadas con Euskadi, Asturias, Levante, Castilla La Mancha o Andalucía. ¿Aporta algo el pabellón de Castilla y León en este sentido? ¿O en materia medio ambiental o patrimonial, sugiere algo? Nada de nada.
El día de la inauguración fueron muchos los profesionales que manifestaron su indignación por el stand. Algunos con una experiencia de 23 años en FITUR y muchos de ellos con carnet del PP. Claro que Castilla y León se vende por sí misma, sin necesidad de plataformas anodinas y etéreas sin valor alguno. ¡Ésta es la grandeza de nuestra tierra!
Lo sorprendente es que este pabellón ha recibido el premio al mejor pabellón regional. Verlo para creerlo. Pero, hace tiempo, en un gran hospital en el que trabajaba, me explicaron los protagonistas de la historia cómo las “señoras” y “viudas” de los grandes popes de la medicina maquinaban para hacer “catedráticos y académicos”, y se jactaban de sus resultados; ya me creo todo y no me sorprende nada. Ni hasta esto, mucho más cuando el señor Herrera es el mayor experto en clientelismo político. No quiero ni pensar lo que nos habrá costado a los castellanos y leoneses este aprobado testimonial. En fin, vergonzoso. No podemos sentirnos orgullos de estos dislates.
El “layout” o “distribución en planta del pabellón” no es nada sugerente para el fin al que se orienta, que no es otro que la promoción turística de cada una de las provincias de Castilla y León. Sobre una superficie del orden de los 500 metros cuadrados, en un suelo de nave industrial sin revestir, se ha dispuesto un conjunto de palés con distintas configuraciones asociadas a cada provincia, y complementadas con algún elemento volumétrico y bancos de cartón, serigrafiado con rotulador a mano. Una estructura muy sencilla en la que no se entrevé una línea argumental, y no existe una relación causal con los valores patrimoniales, medioambientales, culinarios…, que promueven el turismo en Castilla y León.
Esta estructura, sin identidad propia, puede servir lo mismo para un roto que para un descosido; lo mismo puede representar a Castilla y León, que a Euskadi o a Valencia, porque no dice nada. Por tanto, poco valor añadido puede aportar para fomentar el turismo en la comunidad conforme a sus características diferenciales. Tampoco recoge ningún hito turístico. Si por algo se ha caracterizado Castilla y León en el último año ha sido por su conexión interferroviaria con el Norte, el Noreste, el Centro, el Sur y el Levante, a través del AVE, los trenes lanzaderas y los ALVIA. Todo un potencial turístico para fomentar el turismo de fin de semana de las provincias de Castilla y león interconectadas con Euskadi, Asturias, Levante, Castilla La Mancha o Andalucía. ¿Aporta algo el pabellón de Castilla y León en este sentido? ¿O en materia medio ambiental o patrimonial, sugiere algo? Nada de nada.
El día de la inauguración fueron muchos los profesionales que manifestaron su indignación por el stand. Algunos con una experiencia de 23 años en FITUR y muchos de ellos con carnet del PP. Claro que Castilla y León se vende por sí misma, sin necesidad de plataformas anodinas y etéreas sin valor alguno. ¡Ésta es la grandeza de nuestra tierra!
Lo sorprendente es que este pabellón ha recibido el premio al mejor pabellón regional. Verlo para creerlo. Pero, hace tiempo, en un gran hospital en el que trabajaba, me explicaron los protagonistas de la historia cómo las “señoras” y “viudas” de los grandes popes de la medicina maquinaban para hacer “catedráticos y académicos”, y se jactaban de sus resultados; ya me creo todo y no me sorprende nada. Ni hasta esto, mucho más cuando el señor Herrera es el mayor experto en clientelismo político. No quiero ni pensar lo que nos habrá costado a los castellanos y leoneses este aprobado testimonial. En fin, vergonzoso. No podemos sentirnos orgullos de estos dislates.
viernes, 15 de enero de 2010
Un tal Munilla
Con buen pie, como era de esperar, ha entrado el obispo de San Sebastián, un tal ‘Munilla’, que acaba de ser designado por el presidente de la Conferencia Episcopal, el ultraconservador, Rouco Varela, prelado de la diócesis de San Sebastián. Viene de Palencia, donde también era obispo, y donde dejó su impronta conservadora y trápala, como buen representante de esta institución que es la Iglesia católica, y que cada día está más alejada del mundo y de sus necesidades.
Para muestra un botón. El tal Munilla se ha atrevido a decir que “nuestra pobreza espiritual” es un “mal mayor” que la tragedia de Haití. Y esto el mismo día que un pueblo, como el haitiano, sufre el terror de una catástrofe que ha sembrado de cadáveres una amplia zona del territorio de Haití –unos 50.000 se calculan- y gran parte de su territorio ha quedado reducido a un gran erial lleno de escombros y muertos.
Sin duda, no es el mejor representante de la Iglesia, al menos eso esperamos. Sus manifestaciones están en la antítesis de lo que en apariencia pretendía ser el espíritu del cristianismo. Sin mucho miedo a equivocarnos podemos decir que ha desvariado, como debe ser habitual en él. Prueba de ello es que el 77 por ciento de los sacerdotes guipuzcoanos han mostrado su disconformidad con respecto a su nombramiento.
Munilla representa mejor que nadie la Iglesia de hoy. Esa Iglesia que tiene la impronta del Papa Woitilla y su sucesor, el teólogo alemán Reitsenger. Ambos están llevando a la Iglesia a un callejón sin salida, alejada de los problemas del mundo diario, con un fuerte envejecimiento se su clericatura y con cada vez menor adhesión de sus fieles y, en especial, de los más jóvenes. La Iglesia del siglo XXI o se transforma o muere. Tipos, como este tal Munilla no sólo carecen de sensibilidad, como ha puesto de manifiesto con sus declaraciones, sino que aportan poca inteligencia, mucha visceralidad y contribuyen día a día a desprestigiar a la Iglesia católica.
Su impotencia se pone de manifiesto cuando hablan de anticlericalismo e intentan imponer un determinado orden moral y de conducta, más propio de las épocas tribales. Pero además amenazan con la excomunión y otras cosas superfluas, como si eso fuese importante. Están en otra onda, que no es la del siglo XXI. Muchos años de vida para Munilla. Siempre contará con seguidores en el PP. Total, la diferencia es mínima, si no son a veces la misma cosa.
Para muestra un botón. El tal Munilla se ha atrevido a decir que “nuestra pobreza espiritual” es un “mal mayor” que la tragedia de Haití. Y esto el mismo día que un pueblo, como el haitiano, sufre el terror de una catástrofe que ha sembrado de cadáveres una amplia zona del territorio de Haití –unos 50.000 se calculan- y gran parte de su territorio ha quedado reducido a un gran erial lleno de escombros y muertos.
Sin duda, no es el mejor representante de la Iglesia, al menos eso esperamos. Sus manifestaciones están en la antítesis de lo que en apariencia pretendía ser el espíritu del cristianismo. Sin mucho miedo a equivocarnos podemos decir que ha desvariado, como debe ser habitual en él. Prueba de ello es que el 77 por ciento de los sacerdotes guipuzcoanos han mostrado su disconformidad con respecto a su nombramiento.
Munilla representa mejor que nadie la Iglesia de hoy. Esa Iglesia que tiene la impronta del Papa Woitilla y su sucesor, el teólogo alemán Reitsenger. Ambos están llevando a la Iglesia a un callejón sin salida, alejada de los problemas del mundo diario, con un fuerte envejecimiento se su clericatura y con cada vez menor adhesión de sus fieles y, en especial, de los más jóvenes. La Iglesia del siglo XXI o se transforma o muere. Tipos, como este tal Munilla no sólo carecen de sensibilidad, como ha puesto de manifiesto con sus declaraciones, sino que aportan poca inteligencia, mucha visceralidad y contribuyen día a día a desprestigiar a la Iglesia católica.
Su impotencia se pone de manifiesto cuando hablan de anticlericalismo e intentan imponer un determinado orden moral y de conducta, más propio de las épocas tribales. Pero además amenazan con la excomunión y otras cosas superfluas, como si eso fuese importante. Están en otra onda, que no es la del siglo XXI. Muchos años de vida para Munilla. Siempre contará con seguidores en el PP. Total, la diferencia es mínima, si no son a veces la misma cosa.
domingo, 10 de enero de 2010
La Presidencia Española de la UE: una oportunidad para avanzar
España se juega mucho en este semestre en el que le toca presidir la Unión Europea. Tiene la responsabilidad de liderar la salida de la crisis entre todos los países miembros de la UE y aplicar el reciente aprobado Tratado de Lisboa. Desde el Gobierno se va a trabajar con ahínco, decisión e inteligencia.
Europa no es una simple yuxtaposición de los estados e instituciones que la integran. Los intereses a los que legítimamente aspira son más que intereses particulares, algo que los ingleses aún no llegan a comprender. La crisis económica y la puesta en marcha del Tratado de Lisboa van a ser las señas de identidad de la Presidencia Española en este semestre.
Va a ser un periodo clave desde el punto de vista económico. Es el momento de impulsar transformaciones estructurales que afecten tanto a la economía financiera como a la real. España va a apostar por un modelo de crecimiento basado en la sostenibilidad, el conocimiento, la innovación y orientado a crear puesto de trabajo de calidad. En definitiva, a apuntalar la crisis e impulsar una estrategia de salida global que incluya la retirada progresiva del estímulo fiscal y de los soportes financieros y monetarios que han evitado el colapso de las economías.
El Tratado de Lisboa constituye la base de acción de gobierno. Introduce importantes cambios en el ámbito institucional. Se potencia el papel de los parlamentos nacionales y se crean nuevas figuras institucionales, la Presidencia Permanente del Consejo y el Alto Representante de Asuntos Exteriores y Política de Seguridad. Con ello, la Unión Europea tendrá rostro y voz, y un interlocutor único.
Del PP no se puede esperar nada; pero al menos que no molesten. Sin embargo, en estos días, y antes de comenzar la Presidencia Española de la UE, el Financial Times (FT) ha puesto en entredicho la capacidad del Gobierno español para liderar la UE en este semestre debido a sus indicadores de paro –un problema fundamentado en causas estructurales que se remontan al siglo XIX, y en el que ningún Gobierno hasta el momento ha hincado el diente, excepto las medidas estructurales anunciadas por Zapatero- . Y a su vez se han mofado del presidente español, comparándolo con Mrs Bean. Algo intolerable y que pone de manifiesto el desconocimiento absoluto del FT de la economía española; y, por otra parte, la falta de miras del pueblo británico en política europea
El Gobierno español ha marcado la salida de la crisis y la mejora financiera como prioridades de la Presidencia. Objetivos que comparten Van Rompuy y Barroso, presidente permanente y comisario de la UE. Un trabajo que es de todos los países que integran la UE para que Europa siga estando a la cabeza del bienestar y el progreso en el mundo. También de los británicos.
Europa no es una simple yuxtaposición de los estados e instituciones que la integran. Los intereses a los que legítimamente aspira son más que intereses particulares, algo que los ingleses aún no llegan a comprender. La crisis económica y la puesta en marcha del Tratado de Lisboa van a ser las señas de identidad de la Presidencia Española en este semestre.
Va a ser un periodo clave desde el punto de vista económico. Es el momento de impulsar transformaciones estructurales que afecten tanto a la economía financiera como a la real. España va a apostar por un modelo de crecimiento basado en la sostenibilidad, el conocimiento, la innovación y orientado a crear puesto de trabajo de calidad. En definitiva, a apuntalar la crisis e impulsar una estrategia de salida global que incluya la retirada progresiva del estímulo fiscal y de los soportes financieros y monetarios que han evitado el colapso de las economías.
El Tratado de Lisboa constituye la base de acción de gobierno. Introduce importantes cambios en el ámbito institucional. Se potencia el papel de los parlamentos nacionales y se crean nuevas figuras institucionales, la Presidencia Permanente del Consejo y el Alto Representante de Asuntos Exteriores y Política de Seguridad. Con ello, la Unión Europea tendrá rostro y voz, y un interlocutor único.
Del PP no se puede esperar nada; pero al menos que no molesten. Sin embargo, en estos días, y antes de comenzar la Presidencia Española de la UE, el Financial Times (FT) ha puesto en entredicho la capacidad del Gobierno español para liderar la UE en este semestre debido a sus indicadores de paro –un problema fundamentado en causas estructurales que se remontan al siglo XIX, y en el que ningún Gobierno hasta el momento ha hincado el diente, excepto las medidas estructurales anunciadas por Zapatero- . Y a su vez se han mofado del presidente español, comparándolo con Mrs Bean. Algo intolerable y que pone de manifiesto el desconocimiento absoluto del FT de la economía española; y, por otra parte, la falta de miras del pueblo británico en política europea
El Gobierno español ha marcado la salida de la crisis y la mejora financiera como prioridades de la Presidencia. Objetivos que comparten Van Rompuy y Barroso, presidente permanente y comisario de la UE. Un trabajo que es de todos los países que integran la UE para que Europa siga estando a la cabeza del bienestar y el progreso en el mundo. También de los británicos.
sábado, 2 de enero de 2010
La magia de la San Silvestre
La San Silvestre de este año no la olvidaremos nunca los 3.000 participantes que hemos corrido. Mucho “calor” hizo este 31 de diciembre de 2009 en Segovia. La lluvia, el agua nieve y la nieve nos acompañaron antes, durante y después del recorrido. Pero el ambiente era especial. Mucha alegría y magia. Eso que sólo proporciona una ciudad como Segovia.
Ya en el calentamiento tuvimos la suerte de mojarnos un poco y disfrutar bajo la lluvia y el agua nieve del Acueducto y la calle San Juan, donde lo más problemático era el cristalino y resbaladizo adoquín de la calzada. Poco a poco se fue llenando el Azoguejo y la subida a San Juan. El encuentro con viejos amigos ponía un punto de nostalgia al encuentro. Muchos de nosotros nos vemos dos veces al año, una en esta ocasión y la otra en la Media Maratón, allá por marzo.
La carrera se inició con una caída masiva en la curva de la subida de San Juan. La gran cantidad de corredores hacía necesario ir con mucho cuidado hasta la Plaza Mayor. A pesar del mal tiempo, en esta parte del recorrido había muchísima gente. Muchos de ellos animando a sus familiares y amigos.
La bajada por la Calle Real fue lenta. El suelo estaba muy peligroso. Pero los asistentes te llevaban en volandas, al igual que por el Azoguejo. Sólo la larga subida por la nueva José Zorrilla daba cuenta de la dureza de este deporte. Sobre todo cuando los más jovencitos y algunas mujeres te van dando la espalda. Algo a lo que a pesar de la edad es difícil acostumbrase.
Lo mejor vino en la bajada de San Francisco y la subida, por segunda vez, de la calle San Juan. La nieve arreciaba y su azote sobre la cara, un 31 de diciembre y además sudando, constituía una experiencia inolvidable, que no todo el mundo tiene la suerte de vivir. Mucho más cuando la gente te va coreando por la calle y te da ánimos con cariño.
La entrada en meta fue sublime. A más ritmo del resto del recorrido, pues el estado del piso había hecho reservar fuerzas para reducir riesgos. El reloj marcaba algo más de 24 minutos, que no es ninguna marca excelente. Y el “speaker” anunciaba la entrada de los participantes, recordando el nombre de aquellos que conocía, como es mi caso.
Vivir el deporte en una noche tan especial como ésta en Segovia vale la pena. Claro que quien no lo haya hecho, puede disfrutar de la Media Maratón el próximo 21 de marzo de 2010, y disfrutar plenamente de la belleza singular de Segovia. Lo recomiendo.
Ya en el calentamiento tuvimos la suerte de mojarnos un poco y disfrutar bajo la lluvia y el agua nieve del Acueducto y la calle San Juan, donde lo más problemático era el cristalino y resbaladizo adoquín de la calzada. Poco a poco se fue llenando el Azoguejo y la subida a San Juan. El encuentro con viejos amigos ponía un punto de nostalgia al encuentro. Muchos de nosotros nos vemos dos veces al año, una en esta ocasión y la otra en la Media Maratón, allá por marzo.
La carrera se inició con una caída masiva en la curva de la subida de San Juan. La gran cantidad de corredores hacía necesario ir con mucho cuidado hasta la Plaza Mayor. A pesar del mal tiempo, en esta parte del recorrido había muchísima gente. Muchos de ellos animando a sus familiares y amigos.
La bajada por la Calle Real fue lenta. El suelo estaba muy peligroso. Pero los asistentes te llevaban en volandas, al igual que por el Azoguejo. Sólo la larga subida por la nueva José Zorrilla daba cuenta de la dureza de este deporte. Sobre todo cuando los más jovencitos y algunas mujeres te van dando la espalda. Algo a lo que a pesar de la edad es difícil acostumbrase.
Lo mejor vino en la bajada de San Francisco y la subida, por segunda vez, de la calle San Juan. La nieve arreciaba y su azote sobre la cara, un 31 de diciembre y además sudando, constituía una experiencia inolvidable, que no todo el mundo tiene la suerte de vivir. Mucho más cuando la gente te va coreando por la calle y te da ánimos con cariño.
La entrada en meta fue sublime. A más ritmo del resto del recorrido, pues el estado del piso había hecho reservar fuerzas para reducir riesgos. El reloj marcaba algo más de 24 minutos, que no es ninguna marca excelente. Y el “speaker” anunciaba la entrada de los participantes, recordando el nombre de aquellos que conocía, como es mi caso.
Vivir el deporte en una noche tan especial como ésta en Segovia vale la pena. Claro que quien no lo haya hecho, puede disfrutar de la Media Maratón el próximo 21 de marzo de 2010, y disfrutar plenamente de la belleza singular de Segovia. Lo recomiendo.
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