España se juega mucho en este semestre en el que le toca presidir la Unión Europea. Tiene la responsabilidad de liderar la salida de la crisis entre todos los países miembros de la UE y aplicar el reciente aprobado Tratado de Lisboa. Desde el Gobierno se va a trabajar con ahínco, decisión e inteligencia.
Europa no es una simple yuxtaposición de los estados e instituciones que la integran. Los intereses a los que legítimamente aspira son más que intereses particulares, algo que los ingleses aún no llegan a comprender. La crisis económica y la puesta en marcha del Tratado de Lisboa van a ser las señas de identidad de la Presidencia Española en este semestre.
Va a ser un periodo clave desde el punto de vista económico. Es el momento de impulsar transformaciones estructurales que afecten tanto a la economía financiera como a la real. España va a apostar por un modelo de crecimiento basado en la sostenibilidad, el conocimiento, la innovación y orientado a crear puesto de trabajo de calidad. En definitiva, a apuntalar la crisis e impulsar una estrategia de salida global que incluya la retirada progresiva del estímulo fiscal y de los soportes financieros y monetarios que han evitado el colapso de las economías.
El Tratado de Lisboa constituye la base de acción de gobierno. Introduce importantes cambios en el ámbito institucional. Se potencia el papel de los parlamentos nacionales y se crean nuevas figuras institucionales, la Presidencia Permanente del Consejo y el Alto Representante de Asuntos Exteriores y Política de Seguridad. Con ello, la Unión Europea tendrá rostro y voz, y un interlocutor único.
Del PP no se puede esperar nada; pero al menos que no molesten. Sin embargo, en estos días, y antes de comenzar la Presidencia Española de la UE, el Financial Times (FT) ha puesto en entredicho la capacidad del Gobierno español para liderar la UE en este semestre debido a sus indicadores de paro –un problema fundamentado en causas estructurales que se remontan al siglo XIX, y en el que ningún Gobierno hasta el momento ha hincado el diente, excepto las medidas estructurales anunciadas por Zapatero- . Y a su vez se han mofado del presidente español, comparándolo con Mrs Bean. Algo intolerable y que pone de manifiesto el desconocimiento absoluto del FT de la economía española; y, por otra parte, la falta de miras del pueblo británico en política europea
El Gobierno español ha marcado la salida de la crisis y la mejora financiera como prioridades de la Presidencia. Objetivos que comparten Van Rompuy y Barroso, presidente permanente y comisario de la UE. Un trabajo que es de todos los países que integran la UE para que Europa siga estando a la cabeza del bienestar y el progreso en el mundo. También de los británicos.
2 comentarios:
Está claro que no es un momento fácil, pero crisis también debe significar búsqueda de salidas e impulso para el futuro.
hello... hapi blogging... have a nice day! just visiting here....
Publicar un comentario