¡Qué bonita, pero qué dura! La subida a La Maliciosa y al alto de Guarramilla –Bola del Mundo- desde el valle de la Barranca para llegar al alto de Navacerrada. Un poquito menos de cuatro horas, con bocata y descanso incluido en la cumbre de La Maliciosa, que bien vale una madrugada.
De los nueve que íbamos a efectuar la ruta, antes de comenzar se nos han rendido seis por incomparecencia. Tres de ellos nuestros respectivos hijos más dos amigos de ellos. Ya se sabe que la noche hace estragos, y no permite disfrutar de las excelencias que proporciona el frescor matutino de la sierra del Guadarrama. ¡Cosas de la edad!
La ruta comienza a las ocho y media de la mañana en el parking de La Barranca. Previamente hemos dejado un coche en el aparcamiento del alto de Navacerrada, punto de destino. Tras cruzar el dique de la presa situada junto al aparcamiento, enfilamos el sendero que emboca la puerta de salida de la presa, no sin antes despistarnos y coger el sendero de la derecha, lo que ha resuelto con suma maestría el joven y experto montañero, que también escalador, Tomás García Merás. A partir de aquí nos adentramos en una auténtica selva de vegetación, pinos silvestres, helechos…, por un sendero que nos conduce por sí mismo, junto a un arroyo cantarín que lira como si de la primavera se tratase.
Al cabo de cuarenta y cinco minutos, y tras una subida continúa, enfilamos un ascenso constante repleto de matorrales, bajo el amparo de la sombra del Peñoncito Alto. Los principiantes en esta senda, durante gran parte de la subida, confundirán a este pico con La Maliciosa. Superada su sombra tras un duro ascenso, que más bien parece una escalera, alcanzamos la cumbre. Jesús Horcajo nos comanda y marca un ritmo que nos permite alcanzar la cumbre de La Maliciosa, la más alta de la Comunidad de Madrid (2.227 metros), después de salvar un desnivel de 610 metros.
Las vistas maravillosas de La Maliciosa merecen el esfuerzo; mucho más si van acompañadas de un buen bocadillo, cual es el caso, y la compañía de muchos montañeros que disfrutan de La Pedriza, el valle del Manzanares, la Cuerda Larga, Peñalara o el valle de la Barranca. ¡Una maravilla!
El descenso de La Maliciosa por los canchales, a la búsqueda del sendero que nos lleva a la Bola del Mundo, no deja de ser un calvario para los tobillos y las rodillas. Una vez coronado el Alto de Guadarrama, la bajada es muy rápida. El auténtico peligro lo constituyen los ciclistas que bajan por la senda hormigonada, y por la que subirá este año la Vuelta Ciclista a España hasta la estación del telesilla.
En algo menos de cuatro horas -10 minutos menos- desde la salida alcanzamos el punto de destino. Como recompensa una buena caña de cerveza, que sabe a gloria. La próxima salida está por planificar, pero en el camino ha surgido la idea del Pirineo Leridano. Ya se lo contaremos.
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