Recortes inequitativos

El Gobierno ha publicado la lista de 417 medicamentos que a partir del 1 septiembre se pagarán en su totalidad. Con esta medida se espera recaudar más 458 millones de euros, según ha afirmado la ministra de Sanidad, la popular Ana Mato. El Gobierno aduce para ello la baja eficacia terapéutica de estos fármacos, una afirmación que no se sustenta por sí misma. ¿Por qué entonces están registrados y se prescriben por diferentes facultativos? ¿Por qué se encuentran en el vademecum desde hace tiempo? Su aparente efecto de placebo –según la ministra- se contradice con la eficacia terapéutica demostrada por muchos de ellos.

Entre los medicamentos que los españoles tendrán que abonar en su totalidad se encuentra el popular Almax, el Fortaset o el Mucosan, Se trata de fármacos de gran consumo, en especial por personas mayores y enfermos crónicos. Una vez más se vuelve a gravar a los colectivos más vulnerables, rompiendo la equidad del sistema sanitario.  

 

 

También a partir del 1 de septiembre 150.000 inmigrantes sin papeles se quedaran sin asistencia sanitaria. Solo se les atenderá en “urgencias”, lo que contribuirá a su colapso y a entorpecer el normal funcionamiento de hospitales y centros de salud. Una medida que puede dar lugar a un incremento de los costes a medio plazo y es inequitativa. Una medida que puede derivar en un problema de saludpública. Fue el gobierno del PP en 2000 el que extendió la atención sanitaria a este colectivo sin otro requisito básico que el empadronamiento. Una medida aplaudida en su día por el PSOE, al que hoy sin ningún tipo de escrúpulo algunas voces populares le reprochan el reconocimiento de este derecho a los “sin papeles”. Debe ser un efecto del “santo cinismo” al que nos tiene acostumbrado el PP y sus seguidores.

 

 

El RD de 3 de agosto por el que se regula la condición de asegurado y beneficiario a efectos de asistencia sanitaria en España con cargo a fondos públicos ha venido a generar la confusión. Son muchos los ciudadanos que estos días están confundidos y con miedo a no ser atendidos en caso de enfermedad. El desconocimiento del RD por parte de los funcionarios ha contribuido a ello, pero también la táctica del miedo que el Gobierno del PP viene practicando en su gestión.