De 209 a dos; y de 18 a ninguna

El Gobierno de Rajoy está tramitando en este momento un proyecto de ley que va a suponer la supresión de todas las entidades locales menores y mancomunidades; va a vaciar de competencias y servicios los ayuntamientos de menos de 20.000 habitantes; y va a reducir el número de concejales en un 30 por ciento. En Segovia existen en el momento actual 209 municipios con capacidad y autonomía de autogobierno, de los cuales solo uno, el de la ciudad de Segovia tiene más de 20.000 habitantes. Con el actual anteproyecto de ley del gobierno del PP solo la ciudad de Segovia dispondrá de capacidad de autogobierno plena con su alcalde, el Sr. Arahuetes al frente; y el resto de los municipios verán mermada su capacidad de autogobierno a favor de la Diputación con su presidente, a la vez que presidente del PP, el Sr. Vázquez, como alcalde de alcaldes, aunque no haya sido directamente elegido en las urnas. Es como volver al pasado.

Pero el problema no concluye ahí. En Segovia se suprimirán las 18 entidades locales existentes. Municipios históricos como Villoslada, Cobos de Segovia, Arroyo de Cuéllar, Jemenuño… verán cómo se borran de un plumazo lo que aún quedaba de su personalidad y su propia huella de identidad. Se da la paradoja de que todos ellos mayoritariamente en democracia han votado al partido que ahora les quiere quitar sus señas de identidad.

Para el Gobierno de España el objetivo de esta reforma es mejorar la eficiencia y racionalización de la gestión de los servicios públicos de la Administración Local. La realidad es que hay poco donde rascar, o nada. Los ediles de los 208 municipios segovianos que se quieren dejar reducidos a la mínima expresión en su inmensa mayoría no reciben ninguna contraprestación por su contribución a la gestión de lo público y el margen de mejora en gasto corriente e inversión es inexistente. Se trata de una medida con un claro tinte populista que en términos netos no aporta nada. Porque el problema no está en estos municipios, sino en la gestión de grandes municipios como Madrid donde la deuda alcanza los 7.000 millones de euros. ¿Qué pretende el PP cuando quiere usurpar las señas de identidad la totalidad de los pueblos segovianos? ¿Es consciente del gran coste emocional y de identidad que eso supone para sus moradores? O acaso no son conscientes de la quiebra social que supuso la supresión de muchos municipios de Segovia, algunos de ellos reconvertidos con posterioridad en entidades locales menores.

El Estado tiene competencia en la legislación del régimen local y es algo que no desconoce el presidente de la Diputación y a su vez del PP. Será el Gobierno del Estado el que acabe imponiendo su modelo de régimen local. De nada sirve que el Gobierno del PP en la Junta de Castilla y León haya estado mareando la perdiz y vendiendo su modelo de ordenación territorial durante los últimos seis meses en nuestra provincia: defendiendo el papel fundamental de la Diputación y abogando por la creación de unas unidades administrativas adicionales, los denominados distritos siguiendo la senda de la zonificación sanitaria que implicaran un coste adicional. El PP en Segovia sabe que al final se suprimirán las 18 entidades locales y la supuesta agrupación voluntaria en estas nuevas unidades administrativas es un proceso irreversible, y que el Gobierno central de su propio partido lo acabará imponiendo.

¿A qué juega pues el PP? A confundir a los segovianos una vez más. Cuando firma un acuerdo con el PSOE comprometiéndose a no suprimir las 18 entidades locales menores de la provincia y a no crear una nueva estructura administrativa saben perfectamente que no lo van a cumplir. Se trata de demorar el problema y hacer política de gestos para ganar tiempo. Piensan que con la omnipresente foto del doble presidente en los medios de comunicación y el bombardeo mediático del mensaje interesado es suficiente. Claro que todo en un futuro se puede justificar con la “herencia recibida”, siguiendo el modelo Rajoy. Desde el PSOE pensamos que los segovianos se merecen un respeto, y eso pasa por ir de frente y explicar a los vecinos el auténtico proyecto del PP en Administración Local o si prefieren en Ordenación del Territorio.