El nuevo curso

El nuevo curso político se inicia cargado de incertidumbres. Los segovianos lo iniciamos como todos los años con la ‘Judiada de La Granja’. Y, una vez concluida la tradicional comida, los socialistas segovianos, con Óscar López al frente, nos fuimos a Vallelado, donde mantuvimos un encuentro con el Ampa local para reivindicar la ESO rural en ese municipio. Una reunión en la que el secretario de Organización federal expuso de forma clara y concisa el apoyo del PSOE al mundo rural y a la escuela pública. Una reunión a la que asistieron un gran número de vecinos. El salón de actos estaba a rebosar, y Vallelado no ha expresado nunca una gran simpatía por el PSOE.

El mes de septiembre se ha iniciado con la subida del IVA y la exclusión sanitaria de los inmigrantes. Hoy cada español es un poco más pobre que ayer. Su capacidad adquisitiva ha disminuido. El PP, con su presidente en la cabeza, prometió no subir el IVA ni hacer recortes en la sanidad. La realidad está significando todo lo contario. El futuro no se presenta mucho mejor.

La demora de las ayudas de la UE para nuestro sistema financiero puede ser premonitoria de la negociación de un segundo rescate financiero para nuestro país en el mes de noviembre. Como difícil va a ser la elaboración de los presupuestos. Unas cuentas públicas en las que el presidente del Gobierno se ha comprometido a cumplir un objetivo del 4,5 por ciento del déficit público para 2013, y que los van a convertir en los más austeros de la historia de España. Claro que queda por ver si el Gobierno del PP será capaz de cumplir el objetivo de 6,3 por ciento del déficit público para este año. Todo indica que no será así, lo que le pondrá al PP al pie de los caballos y sin credibilidad alguna. La petición de un segundo rescate y el incumplimiento de las cuentas públicas pueden dejar la mayoría absoluta del partido del Gobierno en un mero respaldo testimonial, que no social. Todo indica que el paro, como principal factor legitimador o deslegitimador, no mejorará sino que empeorará, y bastante.

Pero el panorama político supera la situación económica. El próximo día 25 de septiembre está convocado un día de protesta de los indignados contra la clase política, precedida, el día 15, de una concentración de los sindicatos contra los recortes. Pero, sin duda, el gran hito político del otoño es celebración de elecciones en Euskadi y Galicia el día 21 de octubre, que se puede acompañar del anuncio de convocatoria de elecciones en Cataluña durante la primavera. Si el PP pierde las elecciones en Galicia el declive de Rajoy y el PP está servido, si bien tendrá mucho que ver con la situación en la que quede el PSOE.

En todo caso, las tensiones soberanistas están servidas. Euskadi y Cataluña harán cuña en un panorama de incertidumbre económica y política. EL PSOE no debiera perderse en debates insustanciales que en estos momentos no interesan a nadie, y no aportan valor para la resolución de la crisis, y sí mucho ruido y empeora las expectativas y la confianza de los españoles en los socialistas. La estrategia del PP es clara: agazaparse hasta que mejore la situación. Para ellos ganar Galicia es vital, y cumplir el objetivo de déficit de este año, también. Después, a rezar y a cohesionar la derecha más dura. Esa que el exalcalde de Madrid quiere representar, con el apoyo del Sr. Aznar y su señora.