El próximo día 25 los españoles tenemos la capacidad
de decidir sobre 54 de los 751 escaños que conforman el Parlamento Europeo. En
estas elecciones se elige al Parlamento Europeo más poderoso, el que más competencias
tiene, el que más puede condicionar la política europea. Pero, además, por
primera vez se elige al cabeza del poder ejecutivo de Europa.
En estas elecciones se deciden sobre todo tres
cuestiones: una, la forma de salir de la crisis. Si tomamos el camino de Obama,
mediante la expansión de la economía y la creación de empleo, o seguimos el
camino de Merkel y Rajoy de austeridad a ultranza, empobrecimiento de amplias
capas de la sociedad y desigualdad; dos, el modelo social que queremos.
Salarios bajos, paro y precariedad laboral frente a innovación, excelencia e
equilibrio social; tres, el destino de la propia Unión Europea. Si la unidad de
Europa sigue siendo viable o se destruye, como propugnan algunas fuerzas
políticas que concurren a estas elecciones. Si continuamos con la solidaridad
entre pueblos mediante un proyecto común que beneficiaría a todos, pero
fundamentalmente a los países del Sur, entre los que se encuentra España.
El día 25 los españoles hemos de cumplir con nuestro
deber cívico e ir a votar. Todo hace indicar que la abstención será alta y el
porcentaje de votación no superará en ningún caso el 45 por ciento. El Gobierno
del PP tiene interés desmedido por enfriar la participación. Está haciendo todo
lo posible a nivel institucional para que la participación sea baja. Designó
muy tarde a su cabeza de lista y a través de los medios de comunicación que
controla, tanto públicos como privados, que son la mayoría, está generando la
sensación de que no hay elecciones. Debe ser porque sus encuestas internas les
dan mejores resultados a medida que baja la participación. Un interés espurio
que va contra los intereses de nuestro país, porque es mucho lo que nos
jugamos.
El próximo domingo elegiremos entre el modelo
conservador de la Merkel y Rajoy, que antepone los intereses del mercado frente
a las personas, socava la solidaridad entre países y quiebra el Estado del
Bienestar potenciando los modelos privados asociados a la renta de cada persona
en las prestaciones sociales, preservando los intereses de los países del Norte
frente al Sur. O bien, elegimos el modelo socialdemócrata que propugna el
crecimiento económico, el control del déficit de forma equilibrada, el
mantenimiento del Estado del Bienestar y la solidaridad entre los países del
Norte y el Sur.
Los intereses de España y de nuestra provincia
quedan perfectamente representados por la alternativa socialdemócrata. Su
estructura social y económica aconseja buscar una salida a la crisis dentro de
la Unión Europea pero con una política económica y social que permitan
garantizar el crecimiento económico y la sostenibilidad y suficiencia de un
modelo social que permita cohesionar la sociedad y salir de la crisis creando
una nueva estructura económica que permita dar consistencia a nuestro país.
Otras opciones alternativas que plantean propuestas
de carácter populista, como negarse a pagar la deuda, u opciones antisistema,
son eso: populistas sin más. “Ilusión ficticia para hoy, hambre para mañana”.
Hay que ir a votar. El voto cambia la democracia y
transforma la sociedad, por ello es imprescindible votar por un cambio en la
política europea, que hasta ahora ha estado concentrada en la derecha
conservadora europea. Solo con el voto el PSOE ha transformado este país
durante muchos años, aprobando leyes que han beneficiado a los ciudadanos
durante décadas: la sanidad y educación universal, gratuita y equitativa; la
mejora de las pensiones; la Ley de Igualdad y Dependencia…
Con nuestro voto podemos defender los intereses de
comunidades y provincias envejecidas, como es el caso de Castilla y León y
Segovia. Necesitamos más que nunca la solidaridad de Europa para salir de la
crisis, cambiar nuestro modelo productivo y contribuir al crecimiento de
Europa. Necesitamos una política diferente a la que está haciendo Rajoy
siguiendo las directrices de Merkel. No podemos ratificar en estas elecciones
su gestión política. Necesitamos cambiar de rumbo España y Segovia también. El
día 25 es un día clave para ello. Usted tiene la palabra.
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