domingo, 25 de mayo de 2014

Una Champions castiza


Cuando escribo estas líneas, unas horas antes de que dé comienzo la final de la Champions 2014, podemos afirmar que hay unos claros ganadores de este encuentro: los madrileños. Por primera vez la final se juega entre dosequipos de la misma ciudad. Madrid ha tenido el honor de situarse este año en la cima del fútbol, si es que alguna vez dejó de estarlo. Cuando termine de escribir el artículo después de celebrada la final, el ganador estará decidido. Pero en estos momentos no es fácil vaticinar quién lo hará. Con toda seguridad será un castizo.

Como afirmó el exjugador del Real Madrid y ganador de seis copas de Europa, Paco Gento, cuando se le preguntó quién deseaba que ganase la Champions de este año, tras la contestación de rigor, afirmó que el Real Madrid ya ha ganado nueve copas, sin embargo, el Atlético de Madrid no ha ganado ninguna, con lo cual si la ganan su ilusión será enorme y marcará un hito. Porque ya ha sido mala pata (es broma) que a la final hayan llegado dos equipos españoles. Eso sí, con uno todos los españoles de buena fe estaríamos con él, pero así es más complicado. Yo confieso que tengo mi favorito.

Si el resultado se pudiese predecir basándose en la plantilla y su valor cuantificado en términos económicos, la respuesta sería clara y blanca. Pero en el fútbol, lo mismo que en otras facetas de la vida, la lógica lineal no siempre funciona. Creer en la victoria es un gran paso para poder conseguirla. Seguro que ambos equipos están convencidos de sus posibilidades y de su victoria. Sin embargo, la trayectoria de la última liga y de la propia Champions hasta la final pone de manifiesto que el Atlético deMadrid ha trabajado poderosamente su autoestima y sus ganas de triunfar, con un entrenador que hace de motor del estímulo y sabe en cada momento motivar a sus jugadores y buscar la táctica adecuada para cada equipo. Lo que sitúa al Atlético como un rival nada desdeñable.

El Real Madrid tiene una excelente plantilla. Hace 12 años que no gana la Champions y su leyenda le convierte en favorito. Sin embargo, la autocomplacencia de su afición en la creencia del triunfo puede ser muy negativa para la motivación de unos jugadores que han dado pruebas durante la temporada de moverse a impulsos, salvo la excepción de Ronaldo, jugador competitivo donde los haya. Pero, al igual que a veces se muere de éxito, también la sensación de éxito te puede llevar a la derrota. 

En el fútbol, como en otros deportes, se reproducen las actitudes de la vida. La confianza en uno mismo, el trabajo, el afán de superación y el espíritu competitivo colocan siempre en la competición en una posición favorable. En el fútbol, también, sin despreciar la técnica. Esta tarde-noche lo veremos. Espero no equivocarme.

Utilizando la simbología social, el Madrid representa a la élite y el Atleti al pueblo llano. Ambos son castizos, sin duda, pero los barrios de referencia del Madrid no son los mismos que los del Atleti. Perdonen la simplicidad y sobre todo a aquellos atléticos y madridistas que viven en territorio comanche, pero a veces una imagen vale más que mil palabras. Uno está donde está. De ahí mi favorito. ¡Veamos el partido! 

En la primera parte se confirman mis sensaciones. El hecho de que el Atlético de Madrid vaya ganando por uno a cero no es casualidad. Va a por el partido y va a más. Está más en el objetivo que el Real. Veamos que pasa en esta segunda parte.   

Hemos renunciado en gran parte de la segunda parte a ganar. Nos hemos puesto a la defensiva y la renuncia nos puede costar cara. Ahora, no puedo entender de dónde salen los cinco minutos de regalo. Me temo que tras la media hora de prórroga vamos a penaltis. ¡Qué pena no haber rematado! Volvemos a las andadas de hace cuarenta años.

Final totalmente injusto. El Atlético no se merecía esto. Pero tiene mucho mérito. Al final el señorito ha impuesto su pauta. ¡No pudo ser!


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