domingo, 12 de octubre de 2014

Vuelta al pasado en RTVE



El pasado día 8 de octubre tuve la oportunidad de interpelar en la Comisión consultiva de nombramientos al que con toda seguridad será presidente de RTVE, el actual director de Telemadrid, D. José Antonio Sánchez. Quedé impactado. Y predije que este señor nos dará grandes días de gloria, al igual que estos días nos los está ofreciendo el actual consejero de Sanidad de la Comunidad de Madrid. Su estilo va muy parejo.

El Sr. Sánchez lo tiene claro. Tan claro como cuando en la Asamblea de Madrid definió su papel en Telemadrid como el de un “sonajero” al servicio de Esperanza Aguirre. A RTVE, el nuevo presidente llega con un encargo claro: hacer de RTVE un medio de comunicación al servicio del PP y adelgazar su plantilla, cueste lo que cueste como ha hecho en la televisión madrileña.

El futuro nuevo presidente de RTVE representa la vuelta al pasado. Ya fue director general del entonces Ente público entre 2002 y 2004. Una etapa que se caracterizó por la pérdida de credibilidad como consecuencia de la manipulación y el despilfarro, que llevó una deuda acumulada al final de su mandato de 7.600 millones de euros.

Ahora se da la circunstancia de que a este señor le ponen al frente de RTVE para hacer frente al problema de endeudamiento de la Corporación y la fuerte caída de audiencia, como consecuencia de la manipulación. ¡Qué paradojas! Más cuando en la interpelación quedó muy claro que carece de un proyecto para relanzar RTVE.

A lo que realmente viene este señor es a convertir a la radio televisión pública en un medio de comunicación al servicio del PP, ante el riesgo de poder perder las próximas elecciones. Como “ferviente militante del PP” que es, su papel es el de comisariado político. El resto da igual, y esa sensación dio. A la vez que demostró dotes de “caradura”.

El Sr. Sánchez en la anterior etapa de director general de RTVE estuvo acompañado de Urdaci como director de informativos. La memoria de los españoles recordará la manipulación y tratamiento informativo de cuestiones como el Prestige, la guerra del Irak, o la lectura de la sentencia condenatoria en la que al sindicato CCOO se le presentó en el informativo como “ceceoo”, para que no se le identificase. Pero de todo ello el auténtico muñidor fue el Sr. Sánchez, al que a los seis meses los trabajadores del centro le montaron un “comité contra la manipulación”.

Sánchez llegó a RTVE bajo el auspicio del entonces ministro de Hacienda, el Sr. Montoro, que se las ingenió para desplazar a González Ferrari, y llega del mismo brazo. Pero con un encargo: forzar un ERE como ha hecho en Telemadrid. A lo bestia, aunque eso sí, preservando a los amiguetes y afines al PP. ¡Qué no nos pase nada! Superficialidad y frivolidad no escasean ni en el ministro ni en él. ¡Cuidado con el sonajero!  




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