domingo, 6 de marzo de 2016

El post



¿Y ahora qué va a pasar? Esta es la pregunta que me hace mucha gente por la calle, una vez que no ha prosperado la investidura de Pedro Sánchez, para a continuación despotricar contra el de “la coleta”, como ellos le llaman, y en menor medida contra Mariano Rajoy. Hay quien aprovecha la ocasión para decirme: “Muy bien Pedro Sánchez y también Albert Rivera”. Esta podría ser en la calle la síntesis del debate de investidura de Pedro Sánchez. 

En la peluquería, en el bar, en el taller y en la calle en general se nota preocupación e indignación. Son muchos los que hoy me han dicho en Segovia que por qué no se hace un pacto entre PSOE-C’s-PP, ¡y basta ya de tonterías!; otros reniegan del pacto PSOE-PP y prefieren un pacto PSOE con C’s. Hay que advertirles que no salen las cuentas; y en ese momento su gesto se torna en preocupación. Y te dicen “Y entonces qué se puede hacer. ¿Elecciones de nuevo? ¿Y si se queda todo igual?”   

Lo cierto es que se ha perdido una enorme oportunidad para poder contar con un Gobierno progresista y reformista. Se hizo lo más difícil: sumar al pacto de progreso a C’s. Faltaba lo que se presumía más fácil: buscar la sensatez de Podemos. Hoy sabemos que no la tienen. Y lo más preocupante, su líder está anclado en la frivolidad, el odio y la superficialidad. Si algo ha dejado claro en el debate es que carecen de “esencia ideológica”, pero también de criterio. Lo que nos hace ser poco optimistas de cara al futuro.

Yo, como otros muchos españoles, no dejo de preguntarme cómo estos “filibusteros de izquierdas” han sacado cinco millones de votos. Su representación estoy seguro que no se corresponde de facto con la forma de ser de una gran parte del pueblo español. Solo puedo encontrar explicación en el voto de castigo del electorado de izquierda a los muchos errores del PSOE. Sin embargo, el PSOE es el único partido que ha hecho una rigurosa regeneración democrática de su  estructura y funcionamiento. Lo que no ha hecho el PP ni el resto de los partidos.

Quedan dos meses por delante. El reloj democrático está en marcha gracias a Pedro Sánchez, esto que el amigo Rajoy, con la “santa desvergüenza” que le caracteriza, calificó como corrupción. Solo nos queda confiar a los que creemos en la necesidad de un Gobierno de progreso para nuestro país en que los amigos de Podemos e IU recuperen la cordura y abandonen el leninismo 3.0 bajo la superior dirección del gran gurú “Anguita”. 

El país no puede esperar mucho. El jefe del Estado dejará correr el reloj y no propondrá a ningún candidato si no tiene certeza de la viabilidad de la propuesta. Sánchez es el que a priori cuenta con más votos, 131. Y el único capaz de dar respuesta al cambio y a la izquierda. Estoy convencido que llegaremos al momento límite. El PSOE y C’s deben añadir apoyos sin perder la esencia del programa. Es el único posible. El único que garantiza la unidad y estabilidad de España y el cumplimiento del compromiso presupuestario con la UE, fuera del cual nos lleva a una situación como la griega. Amemos a muestro país, aunque algunos solo se amen a sí mismos. 

              

1 comentario:

Unknown dijo...

Quedan dos meses por delante. El reloj democrático está en marcha gracias a Pedro Sánchez, no recibe el respeto por parte del PSOE que su valiente gesto merece. NO quiero otra ración d Rajoy, es un cínico, un oportunista, un psicópata, culpar a Sánchez de lo que el mismo es culpable ¡increible!! y que se lo toleremos y se le vote es para salir volando de España, la corrupción parece no importar al pueblo español que los vota, con la excusa de q todos son ladrones, pero no es lo mismo el q sustrae un trozo de pan que el que se lleva millones y quiere seguir robando impunemente desde las altas instancias y amparándose en los votos. Me gusta la coherencia de Podemos e IU pero a veces hay que flexibilizar posturas, son jóvenes y han sido injustamente calumniados, lo entiendo.