sábado, 23 de septiembre de 2017

Pacto de Rentas



Todo indica que al cierre de 2017 el PIB alcanzará un máximo histórico en nuestra economía. Superará por primera vez el PIB de 2008, cuando gobernaba Zapatero. Sin duda, es una excelente noticia para todo español de bien que desee el bienestar y progreso de todos los españoles, sean de Cataluña o Andalucía. Sin embargo, el nivel de empleo es muy inferior: hoy hay dos millones de empleados menos que al inicio de la crisis. Si en aquel momento el peso de los salarios en el PIB estaba en torno al 50 por ciento, ahora está por debajo del 46. Han bajado los salarios y han subido los beneficios empresariales, tal y como reconocen organismos como el FMI, la OCDE o la Comisión Europea. Es necesario un nuevo modelo salarial en España, un  Pacto deRentas que permita la recuperación salarial, la dignificación de los sueldos y acabar con la precariedad laboral.

El modelo salarial está impidiendo que el progreso económico y social se extienda a la mayoría de los ciudadanos. Sus efectos son perversos tanto a nivel social como económico, ya que impide normalizar el consumo en los hogares. La brecha salarial se manifiesta con especial fortaleza en jóvenes y mayores de 45 años, así como en una discriminación salarial de las mujeres con respecto a los hombres. La reforma laboral del PP ha debilitado la negociación colectiva y con ello la retribución salarial; y ha precarizado el empleo. Los salarios de los jóvenes han caído más de cinco puntos en términos reales y se ha dualizado el empleo. Los trabajadores temporales ganan mucho menos que los fijos, y los salarios del cuarenta por ciento de la población con menos ingresos han disminuido. Ante esta situación ha aparecido la figura de  los trabajadores pobres, aquellos que aun trabajando se encuentran en riesgo de pobreza. El modelo de crecimiento económico ha dañado la calidad de vida de los trabajadores, con pocas expectativas halagüeñas para su futuro y el de sus hijos.

Como consecuencia del incremento del PIB en este periodo, y la disminución del número de ocupados, el incremento de la productividad media por empleado se sitúa en 7.000 euros por trabajador. La mejora de la productividad ha permitido incrementar las exportaciones y mejorar el PIB, pero no se ha fundamentado en la mejora técnica sino en el ajuste de plantillas y en la disminución de salarios. De ese incremento medio de productividad por trabajador, sólo el 3,14 por ciento ha ido a parar al salario de los trabajadores. Es necesario y urgente lograr una recuperación salarial para reactivar el consumo y dar estabilidad al empleo para que el gasto de las familias en bienes duraderos, cuya adquisición requiere una amortización en un periodo muy largo, pueda producirse y con ello impulsar el empleo. Hay margen para ello. En el futuro los incrementos salariales se pueden situar perfectamente por encima de la inflación y por debajo de los incremento de la productividad nominal. Es decir, en un promedio entre el 2,5 y el 3 por ciento anual. El incremento de la productividad en la actividad económica es imprescindible para que los salarios puedan crecer en el futuro, pero el estancamiento de los salarios es un lastre para la generación de bienestar en nuestro país.

El Pacto deRentas pasa también por incrementar gradualmente el Salario Mínimo Interprofesional (SMI) hasta alcanzar los 1.000 euros en 2020, de acuerdo con las recomendaciones de la Carta Social Europea. Es necesario, a su vez, hacer frente a otros desajustes, como la brecha salarial entre hombres y mujeres, que hace que estas últimas cobren un 23 por ciento menos que los hombres de media; eliminar las condiciones que discriminan a los jóvenes, revisando para ello el contrato de relevo y el contrato en prácticas, así la regulación de la prácticas laborales; acabar con la situación de esos trabajadores, que en la práctica se imponen vínculos propios de un asalariado, pero prestan sus servicios como autónomos; recuperar los catorce puntos de poder adquisitivo que han perdido los empleados públicos desde que comenzó la crisis.

El Pacto deRentas es la mejor herramienta de cohesión social y de crecimiento sostenible de la economía española a futuro. El incremento de la productividad y la mejora de los salarios constituyen la mejor apuesta para mejorar el bienestar de los españoles. La reforma laboral en la coyuntura actual constituye una rémora importante para alcanzar ese objetivo. Es el momento de apostar por el futuro.
 


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