domingo, 7 de julio de 2013

Engaño fiscal

El último Consejo de Ministros ha aprobado la creación de una comisión de expertos para la reforma tributaria. El compromiso con Bruselas es presentarla en marzo antes de 2014 para aplicarla en 2015. El PP prometió en las elecciones bajar los impuestos y ha hecho todo lo contrario desde el primer momento, a pesar de que uno de los pilares de su campaña fueron las fuertes críticas al PSOE por su política fiscal que en esos momentos sustentaba la acción de gobierno.

El PP, desde que gobierna, ha practicado una política fiscal que se ha caracterizado por la subida de casi todas las tasas e impuestos que confeccionan el elenco tributario español, bajo el pretexto del equilibrio fiscal. La última apenas 15 días cuando el Ejecutivo dio el visto bueno a las nuevas tasas del tabaco, alcohol y el tributo de los aires acondicionados.

El PP subió los impuestos en 2011, nada más llegar al Gobierno: aprobó el IRPF, un aumento que en principio iba a ser temporal, pero que se ha quedado permanente; subió el IBI, el gravamen sobre las rentas del ahorro y el tabaco unas cuantas veces. En 2012 subió el IVA, el impuesto de sociedades y los impuestos a las empresas energéticas. Y en 2013 la senda ha sido idéntica: se ha suprimido la desgravación de la vivienda en el IRPF y se ha impuesto un gravamen del 20 por ciento a las ganancias de lotería superiores a 2.500 euros. A ello se suma este año el ya mencionado incremento de las tasas.

Aún así, el ministro de Hacienda nos recuerda reiteradamente su voluntad de bajar los impuestos, a la vez que recuerda que ahora no hay margen para el ajuste fiscal. El Gobierno juega con una ambigüedad calculada igual que hizo el PP en campaña. El doble mensaje se complementa con la ortodoxia que día a día nos intenta hacer creer la Fundación FAES como gran ariete de la doctrina liberal.

Aznar –presidente de FAES- no solo reclama al Sr. Rajoy que cumpla el programa electoral y baje impuestos. No, va más allá. Recientemente ha presentado una propuesta de reforma fiscal que no tiene nada que ver con lo que está haciendo el Gobierno. FAES se anticipa e intenta marcar la senda de la reforma fiscal que ha encargado el Ejecutivo a la comisión de expertos.

El documento de FAES propone reducir el IRPF a tres tramos y colocar el IRPF máximo en el 40 por ciento, que el PP subió al 52 por ciento nada más llegar al Gobierno. Y ello lo justifica en que el sistema fiscal español es tremendamente injusto y son las clases medias asalariadas quienes más lo están sufriendo. A su vez, FAES propone bajar el tipo del impuesto de sociedades entre el 20 y el 25 por ciento, otra promesa electoral que Rajoy  ha olvidado. Y a ello se suma la supresión del impuesto del patrimonio y la reducción de la imposición del ahorro.

La política fiscal de FAES es una enmienda a la totalidad de la política fiscal del Gobierno de Rajoy. Se da la circunstancia de que quien ha presentado el informe de FAES es el diputado y presidente de la Comisión de Hacienda y Administraciones Pública en el Congreso de los diputados, el Sr. Elorriaga, compañero mío en la comisión, al que por cierto no he visto nunca votar en contra de las propuestas del Gobierno en política fiscal.



¿A qué juega el PP? ¿A quién quiere engañar? En una coyuntura como la que nos encontramos, una bajada de impuestos solo serviría para profundizar más en la brecha fiscal. La bajada de impuestos únicamente permite reactivar la economía cuando ésta crece, y crece con fuerza. Así lo hizo Zapatero. Solo en ese caso el descenso de impuesto puede tener un factor multiplicador y recaudar más. Pero no se dan las circunstancias y Aznar, que ha sido presidente del Gobierno, lo debiera saber. Pero está en otra táctica: el engaño. Lo mismo que hizo su partido en la campaña electoral de 2011, siendo perfectamente conocedores de las difíciles circunstancias por las que pasaba y pasa nuestro país.            

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