El INE acaba de publicar el informe sobre viajeros,
pernoctaciones y estancias medias en los diferentes establecimientos hoteleros
de cada comunidad y provincia. Los datos publicados de la provincia de Segovia
no pueden ser más desalentadores. Los viajeros bajaron en cifras absolutas en
9.800, un 2,7 por ciento; mientras que las pernoctaciones lo hicieron en
25.454, un 4,5 por ciento con respecto el año anterior. Y el tiempo medio de
estancia está en menos de día y medio. Ya en el año 2012 se perdieron un 6,67
por ciento de viajeros y un 11,21 de pernoctaciones. Se da la circunstancia de
que en esta última semana se he celebrado la tradicional Feria Internacional del
Turismo en Madrid, FITUR, un escaparate para la promoción turística de nuestro país,
al menos en el papel.
De la lectura del informe sorprende la baja
ocupación de los establecimientos. De las 5.413 plazas existentes en los 128
establecimientos, el grado de ocupación entre semana asciende al 26,90 por
ciento, mientras que en los fines de semana se sitúa en el 39,06 por ciento, solo
por delante en la Comunidad de Soria y Palencia. La mayor parte de los
visitantes provienen de las provincias vecinas, en especial de Madrid –el 40,52
por ciento-, como es lógico. Es evidente que algo está fallando.
Si por algo se caracteriza tanto la ciudad de
Segovia como su provincia es por su belleza monumental, paisajística y
monumental. A lo que une su riqueza culinaria y la hospitalidad de sus centros.
Segovia cuenta con una amplia red de casas rurales y una red hotelera muy
aceptable en calidad, a pesar de la falta de adaptación y mantenimiento de su
buque insignia, el Parador Nacional de Segovia que da muestras evidentes de un
cada vez mayor deterioro físico, tanto en sus habitaciones como en el exterior.
Pero, además, Segovia cuenta con un excelente programa cultural. En especial la
ciudad. Un programa renovador que le sitúa a la vanguardia tanto en España como
en Europa. Algo similar ocurre con La Granja de San Ildefonso. Sin olvidar Riaza,
El Espinar o Cuéllar…
Se da la circunstancia de que Segovia se encuentra
excelentemente comunicada no solo a través de los Alvia y Ave con toda España,
sino que la red radial de autopistas y autovías del Estado la bordea y la cruza
por su centro de gravedad. O sea, comunicaciones excelentes.
El artículo 70.26 del Estatuto de la Comunidad
Autónoma de Castilla y León recoge como competencia exclusiva la promoción del
turismo y su ordenación en el ámbito de la Comunidad. La Junta despliega
periódicamente programas publicitarios no diferenciados a través de los medios
de comunicación que a todas luces son poco efectivos, al menos para Segovia.
Más que promoción turística a través de ellos, lo que se busca es autopromoción
política, identificando Junta con Gobierno del PP.
Segovia requiere una promoción selectiva. La Junta de Castilla y León tiene que desplegar programas de promoción turística
selectivos para la ciudad y la provincia, dirigidos a aquellos segmentos de
población del Estado pero también del exterior que más pueden contribuir a
relanzar este sector. Para ello se ha de trabajar coordinadamente con las
instituciones provinciales, hoteleros, hosteleros y comercio, y en red con los
tour-operadores. Solo así se podrá salir del atolladero y pegar un importante
salto cuantitativo en el empleo. Las 569 personas que trabajan actualmente en
el sector, según el INE, es una cifra modesta para la potencialidad turística
que tiene Segovia. La Junta tiene la palabra.
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