miércoles, 16 de abril de 2014

Cuestión de dignidad


La Fiscalía del Tribunal Supremo ha archivado la denuncia que la diputada del PP por Segovia, Beatriz Escudero, había formulado contra mi persona a raíz de preguntarle públicamente si había cobrado 36.000€ del PP mientras desempeñaba en la oposición la Portavocía de su partido en el Ayuntamiento de Segovia. Efectúe esa pregunta ante una información no constatada por mi parte, cuya fuente era el propio PP; y la respuesta por su parte fue afirmativa, aunque cargada de ira e infamias hacia mi persona.

Este hecho ponía de manifiesto, una vez más, la abundancia de recursos de los que ha dispuesto el PP, lo que presuntamente da visos de credibilidad a la declaración del extesorero popular Luis Bárcenas ante la Audiencia nacional, cuando afirmaba que en cada sede del PP se disponía de una ‘caja B’. Más si tenemos en cuenta el despliegue electoral que ha venido haciendo el PP en Segovia, como pudimos comprobar en la campaña de las municipales a las que se presentó la citada portavoz. Esta era el objeto de mi pregunta, y no otro; y mucho menos inmiscuirme en los datos personales de la actual diputada. Por los que no tengo ningún interés, ni me importan.

La Sra. Escudero, a raíz de mi pregunta, montó un circo mediático. Convocó a los medios de comunicación segovianos a las puertas de la Audiencia Provincial y llegó a decir barbaridades, como que “Juan Luis Gordo había tenido acceso y utilizado sin autorización datos suyos que solo conocía la Agencia Tributaria”, o a alertar de que “cualquier ciudadano está expuesto a que señores como el señor Gordo puedan espiarle de maneras que no son legales”. Iba buscando la notoriedad que no consigue con sus acciones políticas y su dedicación a Segovia. Y lo consiguió. Basta hacer un repaso por la hemeroteca para darse cuenta que la mentira, la frivolidad y la farándula es algo que algunos medios segovianos compran con mucha facilidad, aunque ello vaya en detrimento de su profesionalidad. Los espectáculos circenses –con mi respeto a los trabajadores del circo- venden bien, algo que también se comprueba día a día en el Congreso de los Diputados.

Las declaraciones de Escudero atentaron de forma clara contra la dignidad de mi persona y mi propia imagen. Son gravísimas. Por eso he pedido a la Sra. Escudero que, por una cuestión de dignidad, también suya, pida disculpas públicamente. Estaría legitimado para presentar una denuncia por sus declaraciones por atentar contar mi dignidad e imagen personal, pero no lo voy a hacer. Nunca he sido partidario de judicializar la política. Y he de entender que sus declaraciones se hacen en un contexto político, al igual que la pregunta que le formulé públicamente. Aunque en política no vale todo. Sin embargo, me temo que Escudero no distingue el plano personal del plano de la acción política; o bien, sus ansias de notoriedad lo superan todo, lo que le lleva a traspasar líneas rojas…

Se da la paradoja de que la Sra. Escudero conocía el archivo de la denuncia desde hacía tiempo y, sin embargo, lo ha ocultado deliberadamente, lo que representa una falta de respeto a los segovianos. Ella, como magistrada suplente que ha sido –aunque fuese poco tiempo y nombrada a dedo-, sabe que el procedimiento de las diligencias no está reglado y se ha aprovechado de ello. Sabía que a mí no se me trasladaría comunicación alguna sobre la situación del procedimiento, a pesar de ser la parte afectada,  como así ha sido. Una actuación torticera que pone de manifiesto una detestable actitud política.

Ahora solo falta que la diputada popular en lugar de jugar a las guerrillas se dedique a lo que se tiene que dedicar: a la defensa de los intereses de Segovia y de los segovianos. Lo que no ha hecho a lo largo de la legislatura, y a estas alturas del curso político no creo que haga. Está más pendiente de ella y de su partido que de la circunscripción por la que tiene el escaño.       



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