domingo, 1 de febrero de 2015

Dislate ‘popular’ con los peajes



Desde el pasado verano, el presidente y senador del Partido Popular de Ávila ya anunció que la AP-51 entre Villacastín y Ávila sería gratuita. Y para ello no dudó en decir que llevaba muy avanzadas las negociaciones con el Ministerio de Fomento. ¡Verlo para creerlo! Yo no tardé en animar al presidente del PP de Segovia a que hiciese lo mismo con la AP-61, entre Segovia y San Rafael. Reaccionó tarde, pero reaccionó con un exabrupto, y me quedó claro que los segovianos no íbamos a contar con menos derechos en el uso de las carreteras que nuestros vecinos.

Pero, como a todo, hay quien gane. A finales del verano, el procurador más listo del lugar, a la sazón vecino de San Rafael -Segovia-, nos recordó a todos los que le quisimos oír que por la travesía de San Rafael no pasaría el tráfico pesado. Lo tenía muy avanzado y negociado con el Ministerio de Fomento. Yo, que para esa época empezaba a tomar contacto con las infraestructuras de nuestro país como portavoz de mi grupo en la materia, recientemente nombrado, le contesté. La chulería y el exabrupto innato no se hicieron esperar. Eso sí, siempre con el apoyo de sus medios afines, que para eso la Junta tiene poderío. Y algunos, a estas alturas, no distinguen entre partido y administración, y da lo mismo que sea autonómica que nacional.

En la tramitación de los Presupuestos Generales del Estado (PGE) para 2015, en la sección 17, y dentro del programa de 441M, “Subvenciones y Apoyo al Transporte Terrestre”, se aprobó una partida de cinco millones de euros para compensar a las sociedades concesionarias de autopistas de peaje dependientes de la Administración por reducciones de peaje para compensar el uso de las mismas por vehículos pesado, según convenio. Llegué a la conclusión de que esta partida era en la que estos políticos provincianos con olfato electoral sustentaban sus promesas. Y le pregunté a la ministra. Muy cauta, me comentó en su despacho que el subdelegado de Autopistas tenía una pequeña partida para en horas ‘valle’ ayudar a las autopistas que estaban atravesando un mal momento.

El procurador, a bombo y platillo, estos días nos ha dicho que le habían llamado por teléfono y que la medida ya estaba aquí, en el segundo trimestre de este año. Vamos, que vienen las elecciones. También supimos por los periódicos ese mismo día, que el Misterio de Fomento lo estaba vendiendo, a la vez que los voceros del procurador lo presentaban como la quintaesencia, sin concretar ni determinar alcance, ni asignación presupuestaria, ni otra cosa que no fuese propaganda al más puro estilo franquista. Lo mismo hizo el ministerio.

La medida es una gota de agua en el océano. Para que fuese efectiva se debiera extender a no menos de 20 tramos de carreteras que presentan problemas de cogestión o seguridad vial en España, con más de 1.500 Kms. Siendo muy conservadores, llevaría asociado para que pudiera dar respuesta al problema no menos de 110 millones de euros. O sea, humo.

Para más INRI, a los transportistas se les obligaría a circular por vías de peaje asumiendo el 50 por ciento de su coste. Y para ello se apoyarán en la Ley de Seguridad Vial. O sea, que ahora los problemas de seguridad vial radican en el tráfico pesado, y en base a ello se sustenta la subvención que se quiere dar a las concesionarias. Las asociaciones de transporte han puesto le grito en el cielo.

Mientras tanto, el procurador ha asumido su papel de portavoz del Ministerio de Fomento, y él lo vende, que llegan las elecciones en su pueblo. Después ya verá como explica que la medida es de corto alcance y solo se extiende a las horas ‘valle’, en las que, por cierto, no hay problemas de seguridad vial. Lo mejor es que la medida se ponga en marcha después de las elecciones, y así todo se olvida. El de Ávila, calladito. Ya nadie se acuerda que prometió todo. ¡Vaya dislate!                






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