domingo, 29 de marzo de 2015

Electoralismo rancio



Hay cada vez más signos evidentes de la cercanía de las próximas elecciones municipales y autonómicas, aunque estemos casi a dos meses de su celebración. La campaña electoral empezará 15 antes del 24 de mayo, como marca la legislación, pero el PP ya la ha comenzado: los ministros, comercializando lo que ellos consideran sus logros; en la misma línea, los consejeros de los gobiernos regionales y los presidentes de las diputaciones que gobiernan. Y, en la misma traza, el PP de cada provincia.

En esta última semana ha destacado el ‘tour’ de la ministra de Fomento por diferentes ciudades de Castilla y León. Primero estuvo en Valladolid y desde allí se dirigió por una línea convencional de ferrocarril a Palencia, desde donde partió en un tren de pruebas hasta León. El objetivo era anunciar que el AVE llegaría a estas ciudades a lo largo de la primavera. Para ello se llevó en el tren al cabeza de lista del Ayuntamiento de León y al cabeza de lista a las Cortes por Valladolid. Trató de desacreditar con tramposas artimañas a los socialistas y en ningún momento enunció problemas como la supresión de los pasos a nivel de ‘La Pilarica’ en Valladolid, ‘Tres Puentes’ en Palencia; o el sistema obsoleto de comunicaciones con el que comenzará a funcionar el AVE en este recorrido.      

Pero electoralismo rancio de la ministra Pastor no termina ahí. Esta última semana también estuvo en Zamora. Anunció la finalización de obras de la A-66 entre Benavente y Zamora, y la llegada del AVE también en este año, sin precisar fechas, a Zamora. Terminó el periplo terminó en Soria. Sin embargo, la suerte no la acompañó. El desgraciado suceso en los Alpes del avión de Germangwins, hizo que la visita fuese abortada prácticamente nade más llegar.

La ministra es plenamente consciente de las restricciones que impone la legislación en materia electoral. Por eso está aprovechando estos días previos para patrimonializar las obras y actuaciones públicas. Al más puro estilo de la Dictadura. El Nodo lo ponen los centros territoriales de RTVE. En la misma línea ha recogido estos días TVE en Castilla y León.

La acción propagandística de la ministra se complementa con las iniciativas que el PP presenta en la Comisión de Fomento. En la sesión celebrada esta última semana el partido del Gobierno ha presentado varias Proposición no de Ley (PNL) sin sustancia, todas orientadas al autobombo y a la búsqueda de un marco para vender los logros del Gobierno, entre ellas la del AVE Valladolid-Palencia-León.

Como tuve ocasión de recordar en la Comisión de Fomento, el PP no puede apropiarse de las obras públicas. No son suyas, son de todos los españoles, que son quienes las financian. Las obras por lo general, dado su amplio ciclo de maduración –hasta 12 años, en algún caso- las comienzan los gobiernos de un color y las terminan otros. En el caso del AVE Valladolid-Palencia-León, el 80 por ciento de su construcción fue llevado a cabo en época de Gobierno socialista. La obra no es del PSOE, pero tampoco del PP, como quiere hacernos ver la ministra Pastor. Se trata de una actitud y visón rancia de la vida pública. Propia de otros tiempos.
   

domingo, 22 de marzo de 2015

El previo



El próximo día 24 de mayo se celebrarán las elecciones autonómicas y locales. Un día que movilizará a un alto porcentaje de la población a las urnas. En ellas los ciudadanos elegirán la que consideren su opción de gobierno, tanto en el ámbito autonómico como local. Y otros muchos posibles electores decidirán no votar para manifestar su malestar con el sistema, su decepción con todos o bien por simple desidia, que también los hay.  Pero en todo este proceso hay un “previo”, y además muy duro.  

Si una etapa complicada tiene la acción política es la confección de candidaturas municipales en los pequeños municipios. Segovia tiene 209, de los cuales el 90 por ciento tiene menos de 1.000 habitantes. Elaborar una candidatura es tarea ardua. Ya no sólo en los municipios pequeños, sino también en algunos de mayor tamaño. Por otra parte, la despoblación y el envejecimiento hacen estragos en Castilla y León. El furor de la Transición política ya pasó, y son pocos los más jóvenes que se quieren comprometer y tienen generosidad hacia lo público. ¡No saben lo que se pierden!

La vida política municipal es dura. Muy dura. Quienes alguna vez en su vida han desempeñado el cargo institucional de alcalde o concejal conocen que su perfil público desde ese día está expuesto a la crítica de todos sus vecinos, y también en muchos casos a la incomprensión. Hagan lo que hagan. Y mucho más en el caso de los alcaldes. Sin embargo, es una escuela de vida. Ayuda a conocer la condición humana y es un buen aprendizaje en gestión.

Para elaborar una candidatura son muchos los afiliados y simpatizantes de cada partido que día a día se ponen en contacto con amigos, conocidos o personas que parecen tener inquietud pública. En la mayoría de los casos se buscan los que mayor aceptación tienen. No siempre se consigue, y aún consiguiéndolos los resultados son inciertos.

Creo que es una cuestión de justicia social reconocer el trabajo desinteresado de quienes dedican mucho tiempo, trabajo, esfuerzo y financian con su dinero la elaboración de candidaturas. Son la mayoría los que se mueven en esta dinámica. En el PSOE de Segovia, el cien por cien. Ellos no hacen candidaturas en coches oficiales como otros. Ni tienen la posibilidad de prometer prebendas. Sufren, reciben el rechazo en muchos casos de sus propuestas, pero se mueven por un ideal. Es “el previo”, un trabajo muy desconocido y poco valorado.






domingo, 15 de marzo de 2015

La seducción del fracaso



El PP de Castilla y León ha iniciado ya su campaña. Su periódico de cabecera ha presentado al presidente Herrera como un seductor capaz de conquistar lo perdido en 2011. La crónica oficial relata la arenga a los suyos de ‘un conquistador y seductor de castellanos y leones’ ante el reto del 24-M.

Sorprende la visión del presidente de la Comunidad ante los futuros comicios. Su propuesta para Castilla y León es clara: el PP tiene que volver a ganar las elecciones y recuperar los votos que, según ellos, no han llegado a las urnas. Sus propuestas van en clave de partido, como si el partido fuera un fin en sí mismo, al margen de las necesidades e intereses de la región.

El decálogo de la doctrina popular en Castilla y León para ganar las elecciones pasa primero por ‘ir a por todas’, o lo que es lo mismo, vale todo. Con dinero público se puede engrasar a los medios de comunicación o generar con la contratación pública votantes cautivos, por ejemplo; segundo, ‘dar la cara’, bajo la cultura de la “santa desvergüenza” que ya predicaba Escribá de Balaguer; tercero, no utilizar el discurso de ‘viene el lobo’, porque el lobo ya está en la Junta; quinto, ‘dirigirse a los ciudadanos con argumentos,  fuerza y balances’, por tanto mentir, pues la inacción ha sido el común denominador de los gobiernos del PP en la Junta; sexto, ‘dar todos los debates’, que se identifica con la segunda clave; séptimo, ‘estar a pie de obra’, lo importante es estar, del resto ya se encarga la propaganda institucional; octavo, ‘amor a Castilla y León’ que para eso practicamos un nacionalismo rancio en la acción de Gobierno con deslealtad plena al Estado y subordinada al poder ‘pepero’; noveno, ‘la estabilidad somos nosotros’, o lo que es lo mismo después de nosotros el caos; y décima, ‘trabajar más’, o sea más proselitismo utilizando los recursos institucionales bajo su control.

Parece mentira que Herrera tenga una dilatada experiencia de gobierno. Él, que conoce bien la Comunidad, no necesita hacer un discurso vacuo para arengar a sus correligionarios. El problema de la despoblación no parece tener cabida en su agenda política, a pesar de la amenaza que representa para el futuro de Castilla y León. La falta de desarrollo industrial o el éxodo juvenil no parece que preocupen mucho al presidente. Y la sanidad, la educación, la dependencia y las pensiones no han estado presentes en este pistoletazo de salida del PP.

La seducción que espera su halagador cronista es la del fracaso. El mismo que ha venido cosechando con su gestión año tras año al frente de la Junta. Castilla y León necesita un proyecto político realista que dé respuesta a sus grandes retos. Está claro que Herrera ni lo tiene ni se espera que lo pueda tener. Lo mejor es que dedique su capacidad de seducción a otros menesteres, y sus aduladores le acompañen a su retiro inmediato.     


domingo, 8 de marzo de 2015

Tasas judiciales reversibles



Para el PP las tasas judiciales son reversibles según las circunstancias. En 2012 el entonces ministro de Justicia, el Sr. Ruíz Gallardón, no tuvo ningún reparo en impulsar el copago para poder acudir a la Justicia. Con esa medida se quebraba el derecho a la tutela judicial efectiva. Un paso atrás en el Estado de Derecho. Una medida disuasoria para muchos ciudadanos, que quedaban sin posibilidad de defender sus derechos ante la imposibilidad de pagar las tasas de acceso.

Después de dos años de vigencia de las tasas judiciales, el Gobierno ha decidido suprimirlas. Todo indica que la decisión ha sido una consecuencia de fórmulas tácticas electorales ante las malas expectativas electorales del partido del Gobierno y la impopularidad de la medida tomada en su día. Para ello, la llegada del nuevo ministro de Justicia ha sido el pretexto elegido para revertir la situación.  

A nadie le sorprendió la falta de sensibilidad social del Gobierno del PP cuando se aprobó el tasazo judicial. Tampoco la defensa y puesta en valor que en su momento hicieron algunos diputados y senadores del PP. En nuestra provincia tenemos una buena prueba de ello. No hace más de cinco meses para la diputada popular segoviana las tasas eran necesarias para ‘sufragar el coste’ de la Administración, porque la ‘justicia no es gratis’, utilizando las propias palabras de la diputada. En la misma línea, uno de los senadores segovianos a quien las tasas judiciales no le eran indiferentes por razones de ejercicio profesional, no tenía ningún reparo en mantener un doble discurso, según se tratase del ámbito político o el profesional, a la vez que calificaba de mentir a los socialistas cuando afirmábamos que ‘las tasas obstaculizan y pueden impedir el acceso a la Justicia en condiciones de igualdad, creando una Justicia para pobres y otras para ricos’.

Ahora, el discurso es otro. Los mismos parlamentarios populares segovianos han afirmado estos días con respecto a las tasas judiciales que es muy importante’ su supresión, ‘para que ningún ciudadano deje de acudir a la Justicia por motivos económicos’. En qué quedamos: para el para el PP las tasas no eran obstáculo para que muchos ciudadanos pudieran acudir a la Justicia o sí. Lo que queda claro es la falta de coherencia de las políticas y los políticos del PP.

Las tasas judiciales impuestas por el Gobierno popular han costado a los segovianos un millón de euros en los más de dos años en los que ha estado vigente. Y lo que es peor, han sido muchos los segovianos que no han podido defender sus derechos ante la Justicia por falta de medios económicos.

El PSOE siempre ha estado en contra de las tasas judiciales. Los socialistas hemos mantenido ante esta medida una posición activa y beligerante. Presentamos un recurso contra la Ley de Tasas ante el Tribunal Constitucional. Y lamentamos el papelón que han hecho el PP y sus parlamentarios en la defensa de lo indefendible, para revertir ahora su posición. Pero ante todo, nos congratularnos por la eliminación del copago en las tasas judiciales que constituía una auténtica quiebra del Estado de Derecho.