sábado, 4 de abril de 2015

La Conquista de Herrera



Hace unos días, en Carbonero el Mayor, en un acto de precampaña el presidente de la Junta, el Sr. Herrera, exhortó a sus correligionarios a la “conquista del voto de Castilla y León”. “Tenemos todas las papeletas para estrellarnos”, dijo, ante las próximas elecciones municipales y autonómicas, las «más complejas y trascendentes». La verdad es que no le faltan razones objetivas al Sr. Herrera, después del importante descalabro que sufrió el PP en las elecciones andaluzas, y ante lo que auguran las encuestas.

Pero el problema es otro. Después de 28 años del gobierno del PP en Castilla y León, nuestra tierra está como un erial. En Castilla y León existen 107.400 hogares con todos sus miembros en paro. El número de empresas activas ha disminuido en más de 7.000 en la última legislatura, una muestra más de la “descapitalización” económica y social de nuestra Comunidad. Se han perdido 25.000 habitantes en los últimos cuatro años. La despoblación y el éxodo juvenil, unido a la falta de tejido industrial y el languidecimiento continuo del campo, retratan las políticas del PP en sus años de gobierno. Estos debieran ser los auténticos temores y preocupaciones de Herrera, y no la conquista del voto para seguir gobernando él y los suyos, sin más.

La situación de la comunidad es crítica. Durante todos estos años los gobiernos del PP se han dedicado a ‘marear al perdiz’. Tiempo han tenido, pero lo han malgastado. Toda su acción política se ha limitado a la autopropaganda y a la administración del día a día de las políticas emergentes de Europa y del Gobierno de España aplicadas en Castilla y León. En época de bonanza no había problema, pero la crisis ha cambiado todo. A ello se ha unido el ‘victimismo’ como seña de identidad de los agravios hacía Castilla y León y elemento de cohesión en torno al gobierno del PP,  acentuado mucho más en los tiempos de gobierno socialista. Las campañas institucionales y las ayudas a los medios en los que tienen interés han permitido hacer el resto.

Sorprende el planteamiento electoralista de Herrera después de tantos años de gobierno. “Hay que salir a conquistar el voto”, el resto parece decir que le da igual.  Sólo  le importa alcanzar el poder. Los problemas de los castellanos y leoneses están al margen. Las políticas y su poder transformador es la herramienta más vigorosa de un partido político y de sus dirigentes para persuadir a los ciudadanos.

En el mitin de Carbonero lanzó un S.O.S. Los populares son conscientes de sus debilidades, y saben que han vendido humo. Ahora hay que salir a por todas.

Según el presidente de la Junta, sus fortalezas son los candidatos, su honestidad y su centralidad. Nadie que les haya seguido durante estos años les puede creer. Sus candidatos, salvo alguna excepción, son vacuos e insustanciales. Buena prueba de ello es la nueva candidata a la ciudad de Segovia, la que durante los últimos cuatro años en el Ayuntamiento no ha hecho ni una sola propuesta, y encima tiene la desfachatez de calificar de “inmovilista” la actual gestión del equipo de Gobierno municipal. Esta situación es fruto de la falta de debate y autocrítica de la gestión popular. Pueden morir de éxito.

Presumir de ‘honestidad’ es faltar otra vez más a la verdad. El Gürtel se ha manifestado con intensidad en esta tierra asociado a la gestión popular. El Sr. Merino está imputado por este asunto y ha ocupado importantes cargos en el Gobierno de la Junta, entre ellos el de vicepresidente. A él le han seguido otros muchos. No sé si en esta ocasión la campaña del PP en elecciones va a ser un dispendio más de medios y recursos a la que no tienen acostumbrados, cuando sus recursos nadaban en la abundancia, pero los prolegómenos indican que nada ha cambiado.

La ‘centralidad’ es otro gran fiasco. Basta observar las políticas del PP de esta última legislatura para constatar que se trata de un partido de derechas, muy de derechas. Por muchos gestos de política social que quieran hacer en el último momento, sus señas de identidad no cambiarán.

Los castellanos y leoneses, incluidos los segovianos, tienen el próximo día 24 de mayo una excelente oportunidad para conquistar el futuro de Castilla y León y comenzar a dar  respuesta a los graves problemas que lo amenazan. Para ello es una cuestión irrenunciable jubilar de una vez por toda al presidente Herrera. Al que sin duda alguna le desearemos una feliz jubilación y largos años de vida. La oportunidad es única. Y el estrellamiento del gobierno del PP en la Junta una realidad.     


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