martes, 30 de junio de 2015

Mentiras y miedo



Dicen en el entorno del presidente Rajoy que le ven más crispado de lo normal. También los diputados lo pudimos comprobar en la última sesión de control del Gobierno ante la pregunta que le formuló Pedro Sánchez, y repitió la misma actitud en el Senado ante la pregunta de nuestro nuevo portavoz. Su estado de ánimo responde a la crisis postelectoral del PP tras las elecciones municipales y autonómicas. Unas elecciones que presagian de mantenerse la tendencia de las expectativas  una derrota del PP.

Al nerviosismo de Rajoy se une el de Aznar. Presagia también la derrota. Y en sus círculos más íntimos despotrica contra el presidente del Gobierno. Pide un plan de acción rápida como el que él desplegó cuando el Sr. Fraga le designó candidato a presidente. Mientras Rajoy desoja la margarita de si convoca o no convoca elecciones, o en su caso antes de convocarlas tramita los presupuestos a largo del verano.

Mientras, el presidente se ha puesto al frente del partido y ha accionado la maquinaria del miedo y las mentiras. El argumentario se impone. El objetivo a batir es Pedro Sánchez a quien se le presenta como un radical extremo y se alerta a la ciudadanía del “fin del mundo” ante una posible llegada al poder de quien a la vez que le descalifican, le temen. La estrategia del miedo se extiende también al PSOE. El relato es simple: “Los socialistas llevaron a la sociedad española a la peor crisis de la historia por su incapacidad de gestión y su actitud de derroche, ahora que gracias a la buena gestión y al rigor de los populares estamos saliendo, no podemos retroceder. Hay que apoyar y votar al PP para garantizar un gobierno popular y consolidar la salida de la crisis”. La conclusión es clara: o el PP, o el caos.    

El miedo se complementa con las mentiras. La mentira es consustancial al PP. Una poderosa herramienta de lucha de los populares. La utilizaron en la campaña de las últimas generales, la han aplicado a lo largo de la legislatura y todo indica que lo van usar como baluarte en la  precampaña electoral. 

EL PP quiere aprobar los Presupuestos Generales del Estado para 2016 unos días antes de que se celebren las elecciones generales. Se pueden imaginar qué tipo de presupuesto van a proyectar. Desde luego expansivo, populista y rupturista con lo que ha sido su acción de gobierno en  estos últimos cuatro años. Se trata de ganar las elecciones, cueste lo que cueste. Y quien venga que arree. Si al final quien gobierna es el PP volverán a reiterar su política del miedo y las mentiras dentro de cuatro años. Menosprecian y minusvaloran a los españoles. Pero esta vez se van a equivocar, de la misma manera que se equivocaron en su momento con la trama de ETA tras los atentados del 11M. Tiempo al tiempo. El pueblo tiene un sexto sentido.    


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