domingo, 28 de agosto de 2016

Por la dignidad de la prensa escrita



La crisis económica y sus derivadas han hecho estragos en los medios de comunicación, y en especial en la prensa escrita. Son muchos los que han cerrado y muchos los puestos de trabajo perdidos. La prensa local, la más cercana al ciudadano, con un fuerte arraigo en pueblos y ciudades, se ve amenazada día a día ante la drástica caída de sus ventas y de los ingresos publicitarios. Son también muchos los diarios locales de gran solera que han desaparecido en estos años o están pasando por serias dificultades. Incluso hay alguna provincia que se ha quedado sin periódicos.

Para garantizar la calidad informativa, la información veraz y el pluralismo ideológico es imprescindible que los medios no estén al servicio de intereses económicos, financieros o partidistas, ya sea por su estructura accionarial, por la concentración de propiedad privada en ellos, o por la necesidad de obtener publicidad privada o institucional. Como es imprescindible que garantice unas retribuciones y condiciones de trabajos dignas para los profesionales que desempeñan sus servicios.

Pero también es imprescindible un código de buenas prácticas, ético si me permiten, que han de practicar los propios medios en el desarrollo de su gestión. Hoy, más que nunca, se requiere que la prensa escrita preserve su dignidad profesional. Para ello es necesario hacer un periodismo de calidad y garantizar la profesionalidad de su medio y de los profesionales que lo integran. La gestión no puede recaer sobre advenedizos obsesionados por la cuenta de explotación, para lo que todo vale con tal de alcanzar el objetivo; y menos en personas que practican el cainismo hacia todas aquellas personas, grupos e instituciones que no se pliegan a sus intereses, utilizando el medio que dirigen para el chantaje mediático, a la vez que les culpabilizan de su incompetencia sin el más mínimo rubor.

La gestión del medio ha de centrarse en el desarrollo de un periodismo de calidad que permita ser más atractivo y su expansión, tanto en la venta como en la contratación de publicidad privada e institucional, complementadas con otras actuaciones que posibiliten la puesta en valor de sus servicios e imagen corporativa.  




La gestión  fundamentada en la política de despidos de los profesionales que más ‘molestan’ para practicar los estilos de dirección autocráticos y de corto alcance sólo llevan a generar incertidumbre sobre el medio y malestar en el resto de los profesionales que prestan sus servicios. De la misma forma que la sustitución progresiva de profesionales por el trabajo de una empresa creada específicamente para externalizar el desarrollo periodístico con becarios de bajísimo coste y precarización del trabajo condena a la pobreza profesional y laboral de los trabajadores y de la propia empresa.  

Esta es la senda que han tomado algunos medios de prensa escrita local. Incluso muchos de ellos con bastantes años de solera. Mal presagio que nadie desea, pero que pasa por la altura de miras y el abandono de las malas prácticas profesionales y laborales. Sólo así se podrá contar con el respaldo social, premisa necesaria para el éxito de cualquier actividad.      


No hay comentarios: