Para el Sr. Postigo el problema de estos siete meses de Gobierno socialista en la ciudad de Segovia radica en que el alcalde quiso liderar en las últimas elecciones generales la lista del PSOE al Senado, “aunque sus compañeros de partido se lo impidieron”, según él, y, al ver frustrado su propósito, “ahora su objetivo es agarrarse al sillón y, en contra de sus principios, ceder al chantaje de IU”, ha afirmado. Los grandes temas que preocupan a la ciudad no le interesan y las propuestas para darles respuesta por parte del PP brillan por su ausencia.
Una vez más el Sr Postigo vuelve a faltar a la verdad. Debe ser que ‘piensa el ladrón que todos son de su condición’. El Sr. Arahuetes en ningún momento ha optado ni ha querido ir en las listas del PSOE en Segovia en las últimas elecciones generales. Tanto el secretario general del PSOE de Castilla y León, Óscar López, como yo mismo, como secretario general del PSOE de Segovia, el día de San Pedro le preguntamos por esta posibilidad. Su respuesta fue tajante: “me debo a la ciudad”. Las declaraciones de Postigo son más de lo mismo, a lo que ya nos tiene acostumbrados. Tiene que decir algo para estar en la prensa, pero nada más. Está más perdido que las maracas de Machín.
Lo que no cuenta el portavoz de la oposición son sus triquiñuelas con un sector de IU. A las dos horas de acordarse el pacto con IU, ese mismo día, ya intentó con sus amigos del Consejo de Administración de Segovia 21 romper el acuerdo y evitar como fuera un gobierno de izquierdas en la ciudad. Ahora sigue en la misma línea. Según fuentes certeras no tiene reparos en seguirse viendo con un sector de IU para intentar desestabilizar al Gobierno municipal del PSOE. Al portavoz de la oposición le importa muy poco Segovia, lo que quiere es como sea coger la poltrona del Ayuntamiento, como dice él.
Es una pena. La democracia es alternancia ante todo. Una oposición rigurosa contribuye a mejorar la gestión municipal, pero a su vez prepara a oposición para gobernar y mejora sus opciones de gobierno. La legislatura anterior fue perdida para el PP, a pesar del resultado alcanzado, y esta lleva el mismo camino.
La demagogia, la frivolidad, el populismo y la ausencia de críticas consistentes y propuestas rigurosas a la acción de gobierno son malos compañeros de viaje en un camino tan largo y pesado como es el de la oposición municipal. Cuando no se tiene ideas lo mejor es callar, que se nota menos. Y lo difícil es poner encima de la mesa temas que contribuyan a mejorar la ciudad, pero para eso se requiere altura de miras, trabajo y conocer bien la Administración local. Factores todos ellos en los que presenta un déficit importante el actual equipo de la oposición.
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