En el catón de la actividad política lo primero que se aprende es a distinguir entre la actividad del partido, u orgánica, y la actividad institucional. Cualquier persona que haya participado en la vida pública sabe que eso es sagrado. Nunca se puede mezclar lo institucional con lo orgánico. Lo institucional es la defensa de lo que es de todos sin ningún interés partidista a cambio; y la defensa de lo orgánico cae en el ámbito de los intereses de partido.
La ministra Fátima Báñez, con la filtración al diario La Razón del ERE del PSOE, en el ejercicio de su actividad institucional como miembro del Gobierno de España, ha puesto de manifiesto que está “perdida”. No distingue entre su acción política en la gestión y defensa objetiva de los intereses de los ciudadanos y la defensa de los intereses partidistas. Su actuación ha sido lamentable e impropia de una ministra. Debe presentar de inmediato su dimisión o, en caso contrario, el presidente del Gobierno debe retirarle su confianza.
El secretario de Organización del PSOE, Óscar López, ha afirmado que la ministra Báñez se ha de aplicar el ERE. Lleva razón. A todas luces, la Sra. Ministra no está cualificada para formar parte del Gobierno de España¬. Teníamos casi la certeza tras escucharla en el Parlamento una y otra vez, pero con esta actuación ya tenemos la certeza absoluta. Es indigna de representar a nuestro país. Por tanto, es urgente que coja ‘las de Villadiego’.
El PSOE ha solicitado la comparecencia parlamentaria. ¡Qué menos! El PP con su presidente, a su vez presidente del Gobierno, al frente tienen que dar una explicación. Es un atentado muy grave contra la protección de datos. Y denota un gran déficit democrático. Hay una responsable, Fátima Báñez, pero también una responsabilidad subsidiaria del PP. El partido que sustenta la acción de gobierno tiene que depurar su responsabilidad política; de lo contrario, estará bajo sospecha, no sólo de los socialistas, sino de todos los españoles.
3 comentarios:
Si la señora Báñez tiene un mínimo de educación cívica y decoro personal, debe dejar su cargo en el ministerio ahora mismo. Si el partido que la sustenta sigue manteniéndola como ministra, y sin dar explicaciones, demuestra la misma intención de tomarnos el pelo como en el resto. Y se olvida de que debe un respeto a todos los ciudadanitos, sobre todo a sus votantes.
Madre mía. Es que lo veo, lo escucho, lo leo y no me lo creo...
Sr. Gordo ¿podría usted pedir, mediante pregunta al Gobierno, oral o escrita, la vida laboral de esta señora? Me parece a mi que tiene todavía menos que Bibiana Aido o que Pepiño. Es lo que tiene la partitocracia. JMA
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