La
muerte de Alfredo Monjas ha generado una gran tristeza entre todos los que le
conocíamos y hemos compartido ideales e ilusiones con él. Alfredo era una gran
persona. Bueno por naturaleza. A su carácter jovial y extrovertido, le añadía
una exquisita educación y cordialidad. Era amigo de sus amigos. Siempre estaba
dispuesto a ayudar a quien fuera necesario, y sobre todo, procuraba no herir a
nadie. Su sensibilidad social estaba asociada a su calidad de “hombre bueno”.
Los
vecinos de Los Huertos han perdido un gran alcalde. La ilusión política de su
vida, como así me lo manifestó en su momento. Los que le acompañamos en las
últimas fiestas de su pueblo, pudimos
comprobar su pasión por los proyectos municipales en marcha, a pesar de su ya
deteriorado estado de salud. Él siempre llevará a su pueblo en su pensamiento,
allí donde esté. De la misma manera que tendrá también en el pensamiento a su
pueblo adoptivo, Etreros -el pueblo de Blanca, su mujer-, en el que se integró
perfectamente y contribuyó con sus ideas e ilusión a dinamizarlo. Fue concejal
en una legislatura.
Alfredo
ha sido muy querido en sus dos pueblos, Los Huertos y Etreros. Así como en toda
la comarca, sin olvidar aquellos municipios dónde trabajó en el banco, como
Villacastín, Prádena o Turégano. Ese cariño sincero se notaba a la hora de
hacer candidaturas en esas localidades.
Los
socialistas no sólo perdemos un gran compañero sino sobre todo un gran amigo.
Una persona entrañable. Los que hemos compartido con él la dirección del
partido durante estas dos últimas legislaturas, sabemos de su afán por buscar
respuestas consensuadas a los problemas
y su disponibilidad para tirar del carro. Él fue también secretario de la
Agrupación Local del PSOE de Segovia donde una vez más volvió a dejar un grato
recuerdo.
Como
diputado provincial por el PSOE en esta legislatura su disponibilidad era
plena. Un gran compañero repleto de sensibilidad, no sólo para los diputados de
nuestro grupo sino también para los diputados de la oposición, que han sentido
como propia la desaparición de Alfredo. Su espíritu siempre estará presente en
su escaño de la Diputación. Los socialistas segovianos le vamos a echar de
menos.
Con
la muerte de Alfredo desaparece la “voz de Los Torronchos”. Le encantaba el folklore
tradicional segoviano. Él junto con otros vecinos de Etreros fundó este grupo
folklórico. Alfredo era su narrador y también su voz por excelencia. Un buen
trabajo con el que disfrutaba a lo grande. De la misma manera que era un gran
aficionado a los toros. Fue crítico taurino. Y hemos de dar fe de que lo hacía
muy bien, con el estilo y objetividad que presidió su vida.
Adiós
Alfredo, adiós. Estamos seguros que tu pasión por tus hijos, tu mujer, tu padre
y hermanos seguirá estando presente allí donde estés. La familia, tu gran
pasión. Sólo nos queda mandarte un beso muy fuerte de la gran familia
socialista segoviana, tu otra familia. Nos vemos.
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1 comentario:
Muchas gracias Juan Luis por recordar a nuestro amigo Alfredo también como componente del grupo "Los Torronchos" de Etreros, de parte de cada uno de los componentes del mismo y en el mío propio como presidente del mismo.
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